Adiós 2021

 Del 2021, aunque no estoy en una postura muy optimista, me quedo con las cosa que me hicieron feliz. Con esas veces con las que me he hecho más fuerte y me han hecho aprender. Me quedo con esas caídas que describo en cada entrada y con esos post en los que narro como me levanto. Con los abrazos con ganas, los besos con pasión y las miradas de complicidad. Con quien sí, siempre con quién sí y más este año. Me quedo con los ratitos, los planes improvisados y el puñado de sonrisas. Que no han sido pocas. Me quedo también con cada una de mis lágrimas que me enseñó algo nuevo, los pedacitos de corazón que han caído por el camino y con mi mañosa forma de seguir arreglándolo una y otra vez.

Me quedo con los "te quiero" en el momento justo, los detalles bonitos y las sorpresas que hacen que la vida tenga sentido, y la felicidad también. Me quedo con mis amigos y lo feliz que me hacen, por estar ahí siempre y demostrarme que pase lo que pase, nunca estoy sola.

Me quedo con lo que he conseguido, con mis ganas de seguir soñando, con el hogar que he formado y con el "Sí, quiero" que tanto grité y sigo gritando porque aún parece un sueño. Me quedo con los cinco minutos que saqué para estar con quien quería, y con quien sacó cinco minutos para estar conmigo.

Me quedo con cada una de las personas que me han hecho sonreír, las que me han arreglado la vida, y se han quedado a pesar de lo que sea. Me quedo con todo lo que me hizo daño, porque de una manera u otra me ha hecho ser quien soy hoy. Y eso es lo que importa. Me quedo con lo que me empuja a seguir, con la esperanza de lo que está por vivir, y por saber que lo que viene me va a hacer muy feliz. Nos lo merecemos. Me quedo con lo bueno, lo de verdad, lo que merece la pena. Y lo demás, atrás. Lo malo, que solo enseñe. Lo mejor, que se quede. Para siempre.

Feliz año a todos. Ha sido un año difícil, pero lleno de enseñanzas. Ojalá comencéis el año como se merece, brindéis mucho y pongáis vuestra mejor sonrisa. Porque no estamos para desaprovechar nada, y porque lo malo, ya queda atrás. Ahora, a disfrutar lo que el 2022 tiene para nosotros. ¡Sed felices!



jueves, 30 de diciembre de 2021

La mejor puerta que se te puede abrir son dos brazos que estén dispuestos a soportar contigo lo que venga.

 Día 28 de diciembre de 2021, me vacunan por fin de la tercera dosis. Esta vez en vez de Astra Zenaca, Moderna. Ya lo dijo la enfermera que me pinchó en el Hospital Severo Ochoa. Da mucha reacción, suerte, y en casita, que estas navidades deberíamos estar todos en nuestra madriguera.


Día 29 de diciembre de 2021. Creo morirme, la reacción es desproporcionada. Falta de oxígeno, vómitos, mocos, tos, dolor de cabeza, de cuerpo, calambres, cansancio. Os juro que no exagero si os digo que me dolían hasta las uñas de los pies. Me fui a hacerme el psicotécnico por la mañana, con mucho esfuerzo a Fuenlabrada. Fue salir de la consulta e ir cayendo poco a poco. Hasta sentir eso, que me moría. Llamé a la Consejería de la Comunidad de Madrid (por cierto, una vergüenza absoluta). Me pasaron al 112 por falta de personal. En el 112 me dijeron que no fuera a ningún hospital por colapso, que me mantuviera en casa. En casa me quedé aun teniendo el cumpleaños de mi abuela. Al que juré que iría siempre. Todos los años que ella le quedaran. Y eso sí que me parte el corazón. Me hice una prueba de antígenos en casa, de los tan famosos de venta en farmacia y di positivo. Javi y yo leímos los falsos positivos tras las vacunas. Me hice otro para comprobarlo, y de nuevo, positivo. Llamé de nuevo al 112 que me acabó derivando a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. ¡Más de una hora a expensas de que alguien me atendiera! Y me indicara qué pasos debía seguir y si mis dos positivos eran correctos. Lo eran...




Hoy, día 30 de diciembre, me he vuelto a repetir una prueba más de antígenos de la farmacia. Confirmamos: soy positivo. De momento, solo yo. En casa, ni Cuquito ni Javi. Siete días en estas fechas tan señaladas, en casa.

Después de poneros en situación, quiero contaros cómo me siento. De salud, horriblemente mal. Y de ánimo, aún peor. Me he sentido más sola que nunca y más culpable  que en la vida. Y no voy a decir por qué, pero la gente tiene muy poca vergüenza cuando tú eres la que está mala (porque no soy asintomática) y ellos son las víctimas de esta situación. O gente, que se ha encargado de decir y hacerme saber que toda la responsabilidad de esta situación es completamente mía. Ayer, lloraba como una niña. Porque duele, hay ciertas cosas que duelen y desde aquí quiero dar las gracias a Miriam, por su comprensión y empatía a la hora de escucharme. Pero hoy, que por lo menos no tengo fiebres tan altas como las de ayer y consigo ver algo de luz, solo os puedo decir una cosa: iros a tomar por culo.

Si esto le hubiera pasado a mi pareja. Jamás, nunca, se me hubiera pasado por la cabeza ni salir huyendo y dejarla en manos de dios, ni hacer un "sálvese quien pueda" y mucho menos juzgarla. Y menos cuando estamos hablando con urgencias por la gravedad de la situación. Pero, ¿sabéis una cosa? Todo suma. Y no es rencor. Es dejar de ser gilipollas y darte cuenta de las cosas que hay. Y que sabes que viniste sola al mundo y sola estás. Que todo el mundo da solamente hasta donde quiere dar y que a egoístas no nos gana nadie, aunque luego pidamos empatía cuando no conocemos ni el significado de la palabra.

Estoy muy harta de las situaciones donde te quedas con el culo al aire cuando se supone que tienes gente a tu alrededor en la que confías, en la que debes confiar porque buscan lo mejor para ti y se quedan a tu lado, venga el covid o venga el hambre. También, como muchas veces he explicado, no podemos esperar de todo el mundo lo que nosotros estaríamos dispuestos a dar. No. Lo que tu corazón está dispuesto a ofrecer, solo es tuyo. Y jamás deberías pedir nada a cambio si lo haces con la mejor intención. Pero la gente pide y pide, y te devuelve las cosas en cara a destiempo, porque todos llevamos una mochilita en la que guardamos cosas y que ahí están por si necesitamos sacarlas en algún momento. Y si alguien dice que no, es mentira. Y tampoco podemos esperar lo que nosotros damos. Cada uno tiene un precio. Cada uno tiene una opinión. Cada uno tiene un punto de vista.

El Covid es pasar cuarentenas, solo, sí. Pero no significa sentirse solo. Me acuerdo de la pandemia donde todos deseábamos salir, quedar, abrazarnos. Y os prometo, que en esos meses, sin ver a nadie ni quedar con mis amigos, me he sentido más arropada y más acompañada que nunca. La vida es así... Solo quería expresarme, porque lo necesitaba. Escribir me ayuda a soportar los problemas. 

No puedo acabar el año mejor, ¿eh?



lunes, 27 de diciembre de 2021

Migrañas al mando

 Qué miedo me dan las noches. Algo se me atraviesa, son puros nervios, de dar vueltas en la cama, de pensar, de que todos los problemas acudan a mí, a hablarme cuando no es hora, cuando la oscuridad nos atrapa. Vuelvo a ser una niña pequeña que desearía que la luz viviese cerca de mí siempre.

Y las migrañas vuelven, siempre vuelven. ¿Has tenido migrañas? Te duele hasta las orejas, la boca, te deja devastado. Y la impotencia, ¿qué? Ay la impotencia de no poder hablar, de no poder expresarte cuando lo necesitas por respeto a otra persona. Pues eso, que la impotencia sube a la cabeza en forma de migraña y ahí es cuando explota, en la noche básicamente.

Odio los puntos suspensivos, las frases a medias, las indirectas, las directas que tan solo lo parecen, las medias verdades y todo lo que deja un pequeño resquicio a tu imaginación, que ella misma, por sí sola se encarga de rellenar, y nunca rellena para bien, tendemos a pensar mal. Normalmente esa es la intención de la otra persona cuando lanza según qué frases. Nadie es tonto para estas cosas, tonto es el que cree que el otro no lo pilla.

Yo que soy el libro abierto para responder, la de la poca mecha como dicen mis amigos, la que le enseñan el capote y entra a torear. La que no ve fin en ninguna discusión, por amor, aprendió a callar. Pero las cosas que se hacen por amor duran lo que duran. Jamás duró una flor dos primaveras como diría la Jurado. Todo tiene un límite, y cuando te tocan, saben que te tocan. ¿Qué molesta más: la intención de la otra persona o el tener que morderte la lengua? Dicen que solo te hacen daño si tú mismo lo consientes, y puede que sea verdad, o no, las mentiras siempre tienden a molestar y más cuando se trata de cosas tan delicadas. Te enciendes y sí, te sale defenderte. En mi caso, defenderme es acabar con el otro. Lo sé, tengo muy mal carácter. Pero acabar con el otro (verbalmente hablando) es dejarle fuera de juego para lo que queda de vida, puesto que después, viene la cruz y el final. Chimpún. Pero claro... Te callas... Y todo lo que te guardas, se enquista, y no sale, y te metes en un bucle tú sola que deriva en migrañas, claro. Obvio. Por algún sitio sale. 

Señor, ¡dame paciencia! Que es Navidad. Dame paciencia, por favor, que no es mi fuerte. Dame esa paciencia que me falta por la persona a la que quiero, solo por ella, porque sino, otro gallo cantaría.



Días de desastre

 Hoy es un día de esos en los que te miras al espejo y te desprecias. No. No eres fuerte. Te ves desmejorada. Te has levantado con la intención de hacer ejercicio y no te has movido del sillón porque una serie te atrapó. Siempre echando balones fuera, ¿eh? Ahora fue la serie. 

Pero las ganas, la rutina, estar en casa, me está matando, agotando. Y si lo pienso, tengo muchas cosas que hacer, pero no tengo tiempo. No tengo ganas. ¡Qué desastre de persona!



domingo, 26 de diciembre de 2021

Resumiendo el año 2021

 Quizás debería dejarlo para dentro de unos días esta reflexión. O quizás no. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, eso dicen, ¿no? Pues allá vamos.

La podría hacer desde enero, cronológicamente, pero este año me resulta imposible. Vamos directamente al 11 de Septiembre de 2021. Me casé. Con el hombre más maravilloso. El hombre de mi vida. Mi macarra macarrón. Y todo el mundo dice, ¡qué rápido! Porque como hay tantas opiniones como culos, pues mucha gente va soltando lo que piensa. Pues sí, ¿y para qué esperar si lo tienes claro? ¿Y cómo lo sabes? Pues cuando el miedo desaparece, cuando no tienes miedo de tirarte a la piscina y el último pensamiento que se te pasa por la cabeza es si tiene agua o no. Y cuando la otra persona cada día te demuestra lo mismo. 

Entonces, ¿qué tenía que esperar? "¿Te casarías conmigo...?" Pregunté un día hipotéticamente hablando entre risas y bromas. Y me dijo un "Sí", claro, conciso, serio y comprometido. Y ahí estábamos los dos ese 11 de septiembre como dos muñequitos de tarta que parecíamos. Él que nunca se lo había planteado y yo que juré no vestirme en la vida de blanco. ¡Vaya tontos los dos! ¡La mierda nos cayó encima! Por hablar demasiado, o simplemente... porque llega esa persona que te cambia las teorías, te anula los planes que habías escrito para ti, te rompe los esquemas y te deja fuera de juego. ¿Y ahora qué? Pues que viva el amor y que comamos muchas perdices.

¿Y los niños para cuando? Otra eterna pregunta. Señora, (puesto que casi siempre son las mujeres las que preguntan esto), para cuando quieran venir. No hay prisa. Quiero disfrutar de mi marido tres vidas más y las que me dejen. Ojalá le conocierais todos. Es tan fácil enamorarse de él, sino, preguntar a mi familia. Es él, y lo supe en el primer audio que me mandó. Macarrón, lo que te quiero.

Siguiente cosa a destacar: mis amigos. Acompañándome en mi boda y despedida de solteros. En cada decisión que he tomado, en cada palo que me han dado este año (porque todo, no ha sido bonito, no). Para ellos... no tengo tantas palabras como me gustaría.

Sonia y Sergio por empezar por la señora testigo y consorte. Es mi "Yang" o mi "Yin" me da igual. Lo opuesto a mí, ella tan pura calma y yo tan torbellino. Pero ahí está el secreto, amigos, sin ella siempre falta algo. Y Sergio es más como yo, nos bebemos la vida a tragos, disfrutamos del momento y lo damos todo. Hemos hecho un buen grupillo. Tenerla a ella, siempre será el mejor regalo de cada año que irá pasando.

Laura y Manolo están en otro ámbito de la vida. Sigo sus pasos, cometo errores que seguramente ellos ya han pasado y superado. Laura para mí es un ejemplo de mujer, y un ejemplo a seguir, una super mami y a una mujer a la que puedes contarle cualquier cosa porque te entiende, te escucha, comprende y después te lo pinta de colores, porque solo es gris lo que ha de ser gris. Nada más. La vida es la que nos viene dada y nosotros hemos venido a jugar con lo que tenemos. Y la mejor herramienta se llama experiencia. Y ellos es la que tienen. Nunca podré agradecerla todo lo que hace. Es un corazón con patas como sus hijos.

Ana, Fito, Miriam, Alex, Laura, Julito, Dani... Los veo poco, pero sé que están ahí. Lo sé porque cada vez que hablamos me lo hacen ver. Son las salsas de mi vida, los colores que tengo para ver que la vida muchas veces es más bonita de lo que parece. Y que muchas veces se nos olvida apreciarlo.

Siempre, y lo sabéis si sois lectores frecuentes de mi blog, mis letras van dirigidas a la familia que elegimos cada día ya que nuestra familia de sangre es la que nos ha tocado y estará ahí para bien o para mal, pero siempre cerca. Los lazos que nos unen están marcados desde antes de nacer nosotros. La magia está en crear lazos tan similares con gente que cada uno viene de una familia distinta. A mí me parece magia, y si no lo es, mucho se le parece.

Este año, me quedo con el día más feliz de mi vida, con los que me acompañaron y con lo que me seguirán acompañando en el 2022. 

Seguiremos escribiendo y dándole a las letras espero que mucho muchísimo más.

Gracias, siempre, por estar al otro lado de la pantalla.





sábado, 25 de diciembre de 2021

¡Feliz Navidad!

 Quizás llego un poco tarde a felicitaros las fiestas. Pero estas navidades han sido un tanto diferente a las anteriores. Hemos tenido que repartir nuestro tiempo entre ambas familias. Y lo seguiremos haciendo en los próximos días.

Espero que hayáis pasado una bonita noche junto a los vuestros. O solos. Pero que hayáis pasado la noche que vosotros habéis decidido o vuestras circunstancias os hayan permitido. Que hayáis brindado por todos vuestros deseos, por vuestra familia, amigos, gente que queréis. Yo he brindado por los míos y deseado muy fuerte que al año que viene sigamos siendo los mismos, trece más uno. 

Como os digo, han sido unas navidades en familia, entre risas y copas, langostinos y bromas, celebrando la Navidad, pero sin olvidar a los que están ahí arriba en primera fila, cuidándonos hoy y siempre. Y, quería dar gracias a mi marido, por hacerlo todo tan fácil. Por convertir unos días tristes en algo maravilloso. Porque sé como es y por qué me enamoré de él, pero no sabía que se llevaría a toda mi familia de calle. 

"Has caído de pie" le digo. Y eso se ve, se nota en la manera en que le abrazan, le besan, le quieren... Y eso es un plus tan grande que te hace ver el equipo que has formado y las decisiones tan maravillosas que has tomado... y tan acertada al decirte "Sí, quiero". Haces que mi vida sea fácil y sencilla cuando nunca lo ha sido, ni lo es. Pero cariño, haces magia, y en Navidad también. Haces que estas fechas tengan sentido. Das significado a la palabra familia y hoy lo he visto más que nunca. ¡Qué suerte tengo! Mi mejor regalo sin duda eres tú... Ojalá nunca...

¡Feliz Navidad a todos, ventanitos!




miércoles, 22 de diciembre de 2021

Mi propia lotería

 Me ha tocado. Me ha tocado ser yo. Enamorarme de cosas raras y de personas locas. Me encanta el olor a lluvia los días más grises. El sabor del helado de menta con chocolate en las noches de verano. Y mis tazas de té en invierno. Inundar los platos de pasta con queso rallado. Y ver películas malas en compañía.

De pequeño leía hasta las etiquetas de los botes. Nunca salgo sin colonia. Y siempre voy mirando el suelo por la calle para evitar caerme. Los pantalones apitillados acompañados de playeros. Soy bastante hiperactiva desde que los problemas conviven conmigo. Me convertí en Wonder Woman sin querer. soy de charlas largas con amigos y de debatir hasta la noche sobre el amor. Bailo peor que canto e intento acariciar mejor que escribo.

Soy de sangre caliente, pero igual de abrigo en cada estación del año. De ver mucho el mar. De escribir hasta en los manteles del restaurante. De viajar de aquí para allá. De disfrutar del silencio a solas. De estar tres días tristes en casa y tres días seguidos por ahí. 

Soy una historia más. Soy mi propia lotería.



Buenas noches

 Veo todas las horas del reloj, como cada noche. Mi insomnio se agudiza cada día cuando mi cabeza empieza su sprint final del día. Escucho a los vecinos hablar de sus cosas, a mi marido respirar profundamente mientras duerme. Yo miro el móvil, pero nada me interesa. Dios... Mañana nos podía tocar algo de dinerillo que tanto nos hace falta.

Pienso en la Navidad y los que ya no están. En el cole, que tampoco está, en los días que siguen y en este año que está llegando a su final con un sabor algo amargo. ¡Qué tristeza me invade! Y no duermo... Y mañana madrugaré tanto como Javi para no ir a ningún lado. Qué vacío tan grande. Tanta energía dentro y sin gastar. ¡Qué desazón!

Y de tanto pensar, llega la angustia acompañada por la ansiedad. Y me ahogo en mi propia cama. No respiro, se me olvidó que alivia el peso de mi carga. La oscuridad me acompaña, me acuna, pero no me ayuda. Qué sola me siento... Porque este dolor, este vacío vive a solas conmigo. 

¡Qué puedo decir más! Que no quiero escribir, no me consuela ya. Qué de pesadillas todos los días, qué soledad me apena y no me deja. Dejemos que el reloj siga dando vueltas y vueltas... Pronto llegará de nuevo otro día.



Ojalá nunca

 Ojalá nunca dejes de mirarme con ojos de "no quiero irme nunca".

Ojalá nunca perdamos la ilusión que conservamos desde el primer día. 

Ojalá nunca desconfiemos el uno del otro sin mediar palabra.

Ojalá nunca dejes de coger la mochila y cuatro prendas para dar la vuelta al mundo de mi mano.

Ojalá nunca tus sueños se agoten y, aunque lo decides tú, ojalá pueda ser acompañante en tus cruceros y en los botes a punto de hundirse que traiga tu vida. 

Ojalá nunca la intensidad de tus orgasmos bajo del gemido.

Ojalá nunca dejes de quererme.

Ojalá nunca nos importe lo que digan los demás, ya que no nos entienden.

Ojalá nunca pierdas tus rarezas, tus defectos, tus sueños.

Ojalá nunca olvides cada canción que nos dedicamos.


Que ahí estaré yo... para sonreírlo todo contigo.



lunes, 20 de diciembre de 2021

La teoría del "Tal vez"

 Las cicatrices no entienden de las causalidades ni de las incógnitas. Están ahí para irse o mantenerse como un mensaje donde le dijiste hasta pronto, amor. 

Javier Gil.

Hay teorías, dónde las cicatrices no entienden de camas separadas, ni de lunas, ni lágrimas en forma de eclipse, pero aun así, siguen sabiendo que son cicatrices y que duelen mucho más que cortarse las venas. Lo sé, que cortarse las venas es un brotar de sangre de sentimientos sin tiempo a reaccionar, ni dar macha atrás antes del último milímetro de cuchilla afilada de palabras, de actos de encuentros con terceras personas. Para luego dejar abiertas teorías inciertas teorías del caos más inseguro que el amor, que conllevan tantas metáforas como contradicciones unidas a teorías con miedos, miedos que uno mismo se ha buscado. No valen luego excusas baratas, -¡Te lo dije! Tomando nuestro último café. O...

-Te quería tanto, que solo quería verte feliz. Y esa tan egoísta, -No es por ti, es por mí. Y así luego surgen más teorías, la de la razón sin espinas, la de las canciones que hablan de ti, la de los poemas versando a otras. Y tantas teorías que uno mismo no llega a entender ni aun sabiendo, que ha sido uno mismo quien la ha creado. A fuego lento de cicatrices, dejando pasar días sin sentido para uno mismo, para terminarlos sentados en la cama. Solo, tan solo como esa teoría, de escribir un poema en forma de canción y guardarla en el cajón de la posible teoría, del “tal vez".



Jamás he leído

 De Borges tu desnudez, de tu silueta mi poesía. 

Patxy Valverde.


No negaré que jamás he leído a Borges, ni a Benedetti. Pero les doy las gracias por haberte convertido en poesía. Por perder el tiempo buscando la mejor forma para definir tu ser de una manera tan perfecta. Sé que improversar en tu espalda es una escritura de alto riesgo. No puedo permitirme tal aberración de cometer ninguna falta de ortografía. No acentuar tu mirada, no ponerle comas a tu boca, no puntuar cada exclamación de tu sonrisa. Y jamás pero jamás, poner punto y final a la lectura de tu cuerpo. Sé que al leerte lo hago de manera inexperta como un niño de cinco años cuando está aprendiendo el abecedario. Sé que tendré que prestarle mucha atención a cada trazo de caligrafía que me ofrezca tu cuerpo y aprender una a una la forma de escribir sin prisa, cada una de las letras que predominan en ti. 4

Al final, tal vez sepa cómo utilizar el dedo índice y bordear así el contorno de tu sonrisa, o humedecerlo para pasar cada página que me adentra más en ti, para conocerte un poquito mejor sin prisa, sin excesos, como cada poema en los que Borges o Benedetti talaban un árbol para crearte poemarios enteros dedicados a ti, al amor, a las ansias de describirte cada vez más y mejor. Sin más plagio de por medio que la palabra amor.



Sólo tú entiendes

 Deberías volver y abrazarme, abrazarme los labios, las sienes, el miedo. 

Silvia Savall


Solo tú entiendes lo que duele la distancia, lo dolorosos que son los poemas que me hacen pensar en ti. La diferencia horaria es un plus sin más cobro revertido del amor. Deseo buscar puntos cardinales en tu espalda, en tu mirada, en el mapa de tus manos, en el contorno de tus ojos y solo soy capaz de encontrar a Suárez, o a Marwan, intentando cicatrizar el mar, la noche, los folios en blanco, la distancia, a ti, a mí y el amor que sentimos a pesar de las lunas que nos separan. Solo tú entiendes la vida de las mariposas en tu estómago. Por qué lloran, por qué ríen, por qué se emocionan, por un simple mensaje a las cuatro de la mañana. Solo tú entiendes porque la distancia siempre lleva tu nombre.



Caminos

Cambiemos los cuentos, dejémonos de princesas, pero salvemos el camino -de luces y sombras- con migas y piedras, con sonrisas y besos y jamás con más cuentos 

Macarena T.Vilar

No me importa el camino que me lleve a tus labios. ¡No sé! Si es el camino de tu espalda, o el de tus caderas, o el de tus piernas, o ese camino tan versátil como el de tu poesía. Tanto me da el camino si todos me llevan a la poesía de tus labios. Qué más me da si Cenicienta salta baldosas amarillas, o si Alicia rompe zapatos de cristal, o si Blancanieves se ve a escondidas con el lobo. Si lo único que me preocupa es perderme en tu cuento o en tu cama, o en tu luna y no ser capaz de encontrar tu sonrisa. ¡Malditos hermanos Grind! que jamás supieron explicarme tu cuento ni me describieron cómo eras, ni cómo amarte, ni cómo recitarte. Al menos me podrían haber dado alguna pista de cómo llegar a tus labios o al menos, decirme cómo leerte para encontrar el camino indicado a tu sonrisa.



Mientras tenga un corazón por ti andaré

 Lunes.

En el salón, poniendo la música mucho más alta de los problemas y pensando en cuánto echo de menos a Javi. El vacío que deja cada vez que se va. 

Ayer ocurrieron muchas cosas, como cada fin de semana, ya sabéis. Pero es que el roce hace el cariño, el roce borra todo y pone el cuentakilómetros a cero, llena la pizarra de la nevera de corazones, y te hace ver la vida de otra manera.

Ayer, como digo, ocurrieron muchas cosas. Llevamos varios días en una cuerda tensa, donde a él se le queda pequeño el mundo y donde se deja morder por los problemas. Y no importa, todos tenemos días así, donde explotamos, donde no encontramos respuestas a nuestras preguntas y nuestra cabeza se llena de interrogantes. Donde las cosas que creías estables no lo son tanto, y los laberintos no tienen salida. De esos días tenemos muchos...

Pero tenemos suerte de llegar a casa y tener un refugio donde las opiniones y los demás quedan fuera. Donde los únicos que hablamos, nos expresamos y decidimos somos nosotros. Hablamos de un hogar, y es más bonito si el hogar es una persona. Donde te das cuenta del equipo que has hecho, de la vida que estás escribiendo, donde te sientas un momento al mirar al pasado y te ríes, te ríes hasta de ti mismo pensando en lo gilipollas que has sido, en los errores que ahí estaban, a la vista de todos y que no supiste ver a tiempo. Te ríes porque sabes que no hay otra manera de llevarlo. Porque sabes... que si te recreas más de un minuto en tu pasado, te atrapará, te devorará llevándote a lugares sin retorno de los que un día lograste salir. De los que te miras las manos y ves las heridas ya curadas de ese pasado. Y cierras esa ventana, ahora un poco más feliz al mirarte en ese espejo que solo te muestra el presente, y te enseña en quién te has convertido, en quién eres. ¡Y qué bonito! Ese espejo que te permite seguir soñando con el futuro, que te dice... "¡Oye, no estás tan perdido como creías! Venga, aún tienes una larga lista de sueños por cumplir... Y una compañera de vida que está loca por compartirlos contigo".

Y aunque suene cursi, el mundo va pareciendo menos marrón, un poquito más rosa. Va recuperando ese color que habías perdido por un momento y todo vuelve a su sitio. Y das con la solución a todo. "Carpe Diem". 

Ayer ocurrió de todo. Pero hoy es lunes, como cada lunes, la vida se reinicia. Y solo puedo decirte Javi... "que yo seré el aire que impulsa el vuelo si tu ala está herida, que mientras tenga un corazón por ti andaré y que de la vida, en días así, me ocupo yo".

P.D. No sabéis cómo me gustan los besos de mi marido.




La vida es para cantarla juntos

 Aunque nadie se atreviera a componerte. Tú, siempre fuiste la clave de Sol que marcaba el inicio de una nueva canción. 

Kevin Castro


La vida es para cantarla juntos, a cada acorde, un paso, a cada nota, un beso, a cada clave de sol, una luna y ese estribillo único sirve para quitarle el invierno a la poesía. Pero juntos, para que cada ola de frío sea efímera, que cada chimenea apagada sea la antesala que arquee tu espalda, que cada desayuno de besos sea una canción, que cada almuerzo de miradas sea un manjar, que cada comida sea de nuestras bocas. Sin saciarnos para que no nos coma la rutina. Que cada pentagrama sea una mano en tu espalda, que cada lunar sea una nota blanca, que dure como nunca, donde forme una melodía rítmica, intensa, infinita, como tu sonrisa.

La vida es, como un café que está hecho para disfrutarlo juntos, aunque alguna vez esté más dulce solo. Y que sepan que no les guardo rencor a Sabina, ni a Fran Fernández, ni a Manuel Blanca. Por no nombrarte en ninguna de sus canciones. Ni a ese cantautor callejero que vio pasear tu melodía y solo te dedicó una mirada y ningún acorde. Pero ni por esas dejaremos que la vida no sea nuestra única y particular.



jueves, 16 de diciembre de 2021

El arte de engañar al Karma

 - No creo en las musas, tienes razón.

- Parece mentira que tenga que recordártelo. Además, la figura de la musa siempre me ha parecido... muy injusta. Es como que siempre se relega a la mujer al papel de "acompañante" o "inspiración", pero estoy segura de que muchas musas de pintores, músicos, escultores... eran en realidad cocreadoras, pero la historia las ha silenciado con ese título falsamente romántico.



jueves, 9 de diciembre de 2021

Lista de errores

 Del primero no soportaba la falta de vida. Vivíamos en un bucle triste y adolescente.

Del siguiente me separaron las mentiras, las horas de espera en soledad, las noches de hospital si su mano.

El tercero me quería los días pares, y los impares a ella. Los fines de semana llegaba el miedo al silencio del hogar.

El que vino después prometía todo lo que no fue, y terminó.

Y ahora llegas tú, que te escondes en mi casa, que me quieren los impares, y los pares te me vas, también con ella -que aunque es otra, y no la quieres, te tiene cuando yo no-.

Y vienes tú, que te tiemblan las palabras en los dedos, y prometes un futuro, de apellido Utopía.

Tú, que cumples dos años por cada uno mío, que tienes tallado, en el dedo, una tabla de horarios y un contrato de letra pequeña.

Eres tú, el que me quita el sueño, y no a orgasmos, el que teme al reloj de mi mesilla, las tardes entre reunión y reunión, esperando que suene el teléfono, y eches a volar.

Eres tú, el presente más complicado, el argumento menos ilógico, el chico malo con decenas de arrestos en camas ajenas.

Tres agobio, y heridas por curar, pero ríes, abres los ojos claros, y olvido la tristeza del primero, las putadas segundo, las dudas del tercero, la inestabilidad del cuarto... y sé que aunque no estás, te tengo.

Que contigo quemo todos mis errores en media hora de sudores.



Me gustan así

 Me gustan los que conducen rápido, besan despacio, adelantan por la derecha y me ponen el cinturón de seguridad.

Me gustan los que se despiertan pronto y me esperan, que desayunan besos y siempre es conmigo.

Me gustan con brújula, con faro, con ancla y a mar abierto, a pecho descubierto. 

Me gustan sin miedos, con ganas, sin lunas rotas y con trescientos sesenta y cinco sueños por cumplir este año.

Me gustan los que cambian firme, vuelan alto, navegan, y no hacen de mi corazón una pista donde derrapar.



Hoy necesito serle infiel

 Aún estando en el paraíso todo ángel necesita bailar de vez en cuando con sus demonios... 

S.Cruz

Hoy necesito serle infiel, a Twitter, a Instagram, a Facebook, a Messenger y la madre que los parió para poder mirarte a la cara y estar contigo. Hoy necesito serle infiel al teléfono, a la @, al correo electrónico, a los politonos, a los sonitonos y solo oír los latidos de tu corazón. Hoy necesito serle infiel a las llamadas, a los mensajes de voz, a tomar una cerveza y hablar por WhatsApp con el que está en la silla de al lado. Hoy necesito ser fiel a una cosa, a ti, a un boca a boca, a una caricia en la mano, a un abrazo, a un déjame tocarte el culo con disimulo y terminemos en la cama. Hoy quiero salir de casa sin el teléfono y qué volvamos a comernos el mundo, qué se vuelva a oír en las plazas una voz, o gritos, o proclamas de revolución, de muerte a la tecnología y volver a esa antigua usanza. De mirarnos y hablar.



Conjugando

 Si vamos conjugando nuestras ganas, no habrá tormenta que quiebre nuestras alas. ¡Que al mal tiempo, buenas alas! Por si hay que planear por encima del huracán. ¿Sabes? A tu lado he aprendido que con la sencillez es más fácil pintarle sonrisas al mundo. En nuestras vidas eso de sufrir ya hay que dejarlo de lado. Porque tú mejor que nadie sabes: que de las nubes al infierno solo hay un quiebra-alas de distancia. Y ya no estamos en esa edad de ir desaprovechando el tiempo ni los abrazos. Ahora el tiempo que nos queda es para ir dando tumbos al amor y nuestra locura, que vivir nos tiene que quedar grande y aun así no saciarnos de las ganas de disfrutar. ¿Que si queremos pintar la arena de sueños? Hagámoslo. ¿Que si queremos besarnos hasta tocar la luna? Besémonos. ¿Que si queremos emborracharnos de besos? Adelante. Que hoy y siempre el amor será más sincero que la política.



Ella no tiene que ser una excusa

 Ella no tiene que ser una excusa. Ella es simplemente ella, es simplemente vida. La simplicidad consiste en vivir, ¡que vivir es vida, es ella! Ella tiene un corazón todoterreno, que va a 86.400 revoluciones diarias de vida. Sus ganas de vivir son potencialmente adictivas, ella es la potencia sentimental más positiva que existe, nunca tiene un no puedo por respuesta, siempre lo intenta, a ella le enseñaron que si quieres, puedes. Que si luchas, ganas. Que si te caes, te puedes levantar. Las excusas no le sirven. Que si nos ha tocado vivir en esta mierda de mundo en el que vivimos, tendremos que aguantarnos y tirar para adelante. A veces nos complicamos con las cosas más simples, que ser feliz puede conseguirse con cosas tan simples como: una cena en la playa, una sonrisa a un desconocido en la calle, a tomarnos un par de cervezas, a coger un simple papel y llenarlo de tachones. 

Así que las excusas dejémoslas para los demás, que si nos dedicamos a vivir, la vida es mucho más bonita.



Cuando me faltes

 Cuando me faltes, solo tendré media vida. Tú, mi otra media, serás el remedio que le faltaba al cielo para curar su tristeza. Desde que nos conocimos supe que eras el mejor remedio para sincronizar corazón y rutina. Fue un 21 de diciembre, donde esa primera mirada hizo de mí un hombre nuevo. Y aquí me tienes, con unas cuantas primaveras de más, con nuestro mundo llamado hijo y nuestras ganas de ser siempre un tres por uno. Pero cuando me faltes, o te falte, no dudes que no daremos tregua al cielo para darle vida. Que si en la tierra pusimos colores con nuestras locuras de amor, en el cielo haremos lo mismo pero con alas.



La noche se hace larga

 La noche se hace larga cuando la poesía te debilita las entrañas. Pero a veces curar heridas leyendo es el mejor remedio para un corazón debilitado de amor. Sufrir insomnio es una jodida tortura para los sentimientos, joder, que en esos momentos de la noche se te aparecen fantasmas en forma de nostalgia, que un simple verso te puede remover las heridas, de tal forma que puede convertirse en una tortura a verso lento. No te extrañe que un día la poesía te dé lo que te mereces, que un poeta puede darte mucho más de lo que te esperas. Ten claro que un poeta no te llenará de placeres materiales, él te llenará con eso que más domina: el arte.



Amor

 Dicen que el amor es un sentimiento, pero yo diría más: el amor es un estado de vida. No se puede vivir sin amor, por muchas zancadillas que te pongan en el día a día, el amor es siempre esa vitamina de vida que te ayuda a tirar para adelante. Tú piénsalo, estás aquí, porque en su día el amor quiso dar rienda suelta a la ilusión y a la vida, y naciste tú. Luego empezaste a caminar, a soñar, a querer volar a la par con alguien. Y si eso no es amor a la vida y a uno mismo, que vengan y me lo demuestren. Tú debes tener claro que en esta vida no hay mejor maestro que el amor, que si él te guía y te dejas llevar, llegarás al sitio idóneo en el preciso instante. Pero no dudes que el camino será largo, duro, que las piedras aparecerán en el camino de repente y podrás tropezar. A no ser que les des una patada de ilusión y ellas solas jueguen a la rayuela, formando la palabra más bonita jamás escrita: AMORENVIDA



miércoles, 8 de diciembre de 2021

Reflexión del Día 1

 He estado reflexionando sobre las palabras que Javi me ha escrito. Es un hecho, pagar con el que tienes al lado toda la ira de la situación que vives. 

Quizás es el que menos he destacado en los post, pero entiendo que como mi marido estar a mi lado es casi una "obligación" y entenderme con ello. Es lo que se espera que haga. Soy complicada, soy un huracán que no tiene un camino fijo y destruye todo a su paso. Pero sé que las obligaciones también, de alguna manera, hay que reconocerlas.

Javi, esta carta es para ti y no porque me hayas dicho lo que me has dicho, sino porque para mí es más fácil escribir que hablar. Me he sentido sola en esto, no por ti, por mí. Porque sabes que cada vez que tengo un problema, tiendo a esconderme hecha un ovillo en la cama, escapando del mundo. Sé que a veces no lo entiendes, que me pides que me abra, que te cuente, pero es que ni yo sé explicarme ni ponerle palabras a lo que me ocurre. Necesito anda, meditar, escribir para hablar conmigo misma para después verbalizarlo a los demás. Soy así, no sé ser mejor. Pero eso no quiere decir que te quiera menos o más. El viernes, te llamé a ti el primero. En mi cabeza sólo estás tú. Uno de los motivos por los que me martirizo es porque sin querer, te he dejado a ti solo el peso de una familia. 

Que se acabaron los detalles cuando dices, "me gusta eso", porque siempre lo tienes un día cualquiera sin que sea un día especial. Cuando el mundo de uno está mal, todo está mal, el caos revoluciona el entorno. Y yo no sé aplacarlo. Nunca te echaría mierda cuando intentas resolver mi puzzle, puesto que ni yo misma tengo las soluciones. Soy exigente, conmigo y con el resto, todo, siempre es poco. 

Y siento si te has sentido poco valorado, pero entiendo que siempre darías por mí lo mismo que yo por ti sin dudarlo. Y que en este momento no tengo fuerzas para nada más. Hoy remonto, un poco, gracias a las llamadas y visitas de amigos, pero no dejo de ser consciente de que la persona que ha estado a mi lado desde el momento uno, al primero que llamé, repito, has sido tú. Y te lo agradezco en el alma. Te agradezco cada detalle, cada intento de charla fallido (no por ti, por mí). Pero a veces una no da más, a veces una se convierte en protagonista del momento sin querer. Y no repara en la gente más cercana, que eres tú.

Pero reconozco todo lo que has hecho por mí. Sé que te tengo ahí y sé que tengo que cambiar cosas, que tenemos que cambiar cosas. Pero hay días que la vida me supera y me aíslo pensando que así, no te salpicará a ti. Y lo único que he hecho es que tú te sintieras apartado cuando en ningún momento he pretendido eso, es más, soy de las personas que aun sin saber qué la pasa, te dice lo que necesita. Llevo el manual puesto en la frente.

Perdona si en estos días te sientes a un lado, es una forma de salvarte de mí, del huracán, pero para nada te quiero fuera de mi vida. Es más, estoy preparada seguir sumando momentos a nuestra vida. Sólo que ahora, te tocará tirar un poquito más a ti del carro.

Te quiero Javi, hoy y simpre.



Corazones

 Que los corazones aparentemente fuertes también tienen derecho a llorar. Que ningún corazón es capaz de esconderse de la tristeza, lo que hacen es cubrirse con una coraza, que al final acabará quebrando por todos los lados. Ese será el momento donde un jodido abrazo de un segundo recoja con toda su fuerza un corazón hecho pedazos. Que si en su día decidió no llorar fue para sostener a otros corazones. Pero llega un momento que un corazón estalla más fuerte que una bomba en Vietnam, que un corazón lleno de metralla y tristeza es muy peligroso. Será en ese instante cuando deberás ser capaz de recoger todos los pedazos de tristeza y recuerdos, y volverlos a ordenar con esa persona que ha detonado. Debes tener paciencia, que reconstruir un corazón lleva su tiempo, deberéis hablar, sentir, recordar y llorar. Sobre todo llorar, que llorar no es malo, sólo es la forma de empezar la reconstrucción a base de recuerdos.



No hay excusas

 ¡Que no hay excusas! Que cuando el amor termina, solo hay que poner un punto. Luego las canciones y los poemas hacen el resto. Más tarde ya llegará lo de torturarse el corazón, echándole la culpa al otro. Entre medias, intentaremos encontrar una canción que defina nuestro estado anímico, para colgarla en las malditas redes sociales, o buscar un verso que defina que estás hecho una mierda, pero con palabras bonitas. Lo que es difícil de entender es que antes, todas las canciones de amor eran nuestra banda sonora, que follábamos con la canción de Gosth, que bailábamos hasta el amanecer con una de Hombres G. Y ahora no somos capaces ni de reconocer esas canciones. De los poemas ni hablemos, que si los versos de amor que nos dedicamos a diario estuvieran reunidos en un libro, la trilogía de Grey no sería nada comparado con nuestra biblioteca de versos. Pero a veces no queda más remedio que poner un punto y final en nuestras vidas, que es mejor empezar de nuevo con el corazón roto que alargar el sufrimiento con dos corazones que no laten a la vez.



Día 1

 Ayer fue un día mágico. Gracias a los míos... A los que elegí, a los que se quedan siempre, en las malas y en las peores.

Te esperaba a ti, Ana. Pero no a tus chocolates y chucherías para endulzar el momento en el que me encuentro. Sonó el portero, la verdad es que no esperaba a nadie. Y allí estaba ella, siempre con un As bajo la manga. No pude elegir mejor amiga, testigo y compañera de vida que tú Sonia. Y Sergio, que siempre los meteré en el mismo pack puesto que son el equipo perfecto.

Y con más bollos, ésta vez sin nada de gluten porque no os he contado mi última novedad sobre mi salud. ¡Oficialmente soy celiaca! Para más inri... Me quitan el pan. 

Gracias por llenar mus huecos vacíos, por sanar mis heridas y dibujarme sonrisas cuando se me olvidó coger un lápiz. Gracias por quedaros hasta que Javi vino para hacerme la mañana más llevarea.

En medio de ésta sorpresa, de ver a todos mis amigos entrando por la puerta, Fito sigue atento al trance en el que estoy. Es que se me acaban las palabras contigo y con tu mujer. Solo puedo deciros a todos, que más afortunada no puedo ser. Que con los años me he creado la mejor familia que hay, y no os cambio por nada. 

Hoy, me he prometido, por vosotros y por mí, que será mi Día 1. Ya se acabó estar en casa, hay vida, diferente, pero la hay tras esto y... es algo que se me escapa de mis manos, yo no controlo esta situación, no he decido nada por tanto, no puedo seguir castigándome por algo que yo no he hecho.

La música volverá, las cenas, las comidas, la navidad volverá a brillar con su brilli brilli... Las cosas volverán a su sitio, porque tengo los mejor a mi lado. Porque vivo rodeada de gente que más no me puede querer y sus hechos lo dejan muy claro.

Ana, Sonia, Sergio, Fito, Míriam... Y porque muchas aún no lo saben... GRACIAS. De todo corazón.

P.D. Sonia, gracias por una cena Gluten Free y por abrirme los ojos en tantas y tantas cosas, por hacer mi vida más fácil. Es que no te puedo querer más.



No quisimos revancha cuando nos ganó el amor

 La ilusión siempre debe superar a la realidad. Una sonrisa siempre vale un amanecer. Una mujer despeinada es pura poesía. Tú eres la estrella de todas mis revoluciones. Vivo en un sueño y no quiero que despiertes. Las derrotas son el juego más jodido del amor. Tengo una cicatriz en tu corazón. El mundo se paraliza cuando hay mariposas en el estómago. Valórate en positivismo. Y lo bonito de despertar es vernos sonreír con esa carita de tontos. Tú ten claro que la vida es solo para ser feliz.



La existencia

 La existencia es un segundo mal curado en nuestras vidas. Si no ponte a pensar que desde el día que nacemos, ya tenemos fecha de caducidad. El resto ya es cuestión de improvisar y vivir. Cada cual lo hacemos a nuestra manera, pero todos estamos hechos de sentimientos y un poco de sangre para subsistir. Luego ya es cuestión de saber caminar con los pies descalzos y piedras en el camino. Dicen que lo bonito es pisar fuerte, y si es acompañado, mucho mejor, pero luego llega ese momento en que toca cerrar los ojos y joder a las personas que hay a nuestro alrededor. Hacerles llorar de tristeza, mientras la muerte hace del mundo y su superficie un espacio-tiempo, donde hace recordar que nacer es sinónimo de vida y muerte al mismo tiempo.



Grandeza

 ¡Qué grande es mi mundo! Aun siendo tú tan pequeña. Pero es que la grandeza se valora desde el día que naciste hasta tu última sonrisa. La grandeza es la felicidad desde que diste tus primeros pasos hasta llegar a correr sin mirar atrás. Debes tener claro que tú eres más grande que cualquier problema. Que no hay ni un solo problema que no se pueda solucionar. Solo tú debes saber ¡que ser grande es ir pasito a pasito! No debes correr porque los demás corran. Debes saber que correr es ahogarse en uno mismo, que no hay mejores pasos que los que da uno mismo, con la seguridad de que un día llegaremos a nuestro destino. ¿Y sabes qué? Que siendo grande también se puede llorar, se puede aprender, se pueden pedir consejos. Y no por eso dejarás de ser grande.



La chispa

 Aun siendo tan niña (cuando quieres) no sabes que jugar con fuego es peligroso. Que tú fuiste la chispa que provocó el mayor incendio en mi corazón. Pero no pasa nada, ya que si juegan dos corazones que arden, la ilusión se hace inflamable de pasión y deseo. Y como ves, van pasando los años y seguimos tan inflamables como a los veinte. Cuando cerrábamos bares, cuando los fines de semana eran conciertos hasta el amanecer, o simplemente tardes de sofá y cama. Lo bonito es que aún te gusta quemarte con mi corazón y a mí me gusta provocarte esa sensación de tan alta temperatura. Ahora vamos quemando etapas en la vida, de formas diferentes. Con nuestro hijo, viviendo un poco más pausadamente, pero con nuestra locura tan viva como antes. 

Pero las vamos quemando a la par, que fuego contra fuego nunca se apagarán dos corazones.



Ser ella

 No pretendía ser mejor que nadie y mirad lo que consiguió. Ser ella, simplemente ella. Y así aprendió a ser libre, a ser vida. No es tan difícil ser uno mismo si no haces caso a los demás. Luego es cuando comprendes que la verdadera felicidad es ser uno mismo, sin excusas, sin postureos. A partir de allí, es cuando entra a jugar el amor. Cuando debemos aprender que siendo uno mismo, también es bonito enamorarse. Ese momento será cuando aprenderemos a compartir sueños, alas, a que si uno cae, el otro ayuda a levantarse. Y ahí está, cada día más enamorada que nunca, pero sin dejar de ser más vida, más ella.

Como cuando aprendió que la felicidad es  despertar, mirarse al espejo y sonreír diciendo: joder, sigo siendo yo misma un día más.



Para mí

 Tú eres un tanto especial. Como la vida, que es única. Para mí eres de esas pequeñas cosas que hay que vivir a tope. No valen excusas, hay que vivir(te), para saber lo que significa la felicidad. Que lo especial se tiene que saborear a su tiempo, y su tiempo eres tú y ahora. Así es como se aprende a valorar cada segundo a tu lado, que algo tan insignificante para otros como una simple sonrisa, para un corazón alterado emocionalmente por ti es algo tan explosivo como la vida misma, que desde que naces hasta que mueres hay que vivir(la) a tope. Ya, sé que puedo parecer exagerado, pero no lo creas, que a mí desde pequeño me enseñaron que las pequeñas cosas, los pequeños detalles, son lo que más pueden llenarte por dentro. Y tú, que tan pequeña-mente intensa eres, haces sentirme lleno, de vida.





Reloj

 Llega un día que es demasiado tarde, que se para el reloj y el puto tiempo. Luego es cuando desearías haber aprovechado cada segundo, luego es cuando miras al cielo y querrías haber escuchado una a una, cada una de sus batallitas que él te quería contar, por el simple hecho de estar cerca de ti. El tiempo, el puñetero tiempo y sus ganas de hacer agonizar los recuerdos. No es casual que una persona que te quiere, quiera pasar ni que sea un segundo contigo, con cualquier excusa por muy tonta que sea. Hay que tener claro que si compartes tiempo regalas vida, que lo material no substituye a lo vivido. Hasta que llega el momento que ya es demasiado tarde para arrepentimientos, luego no hay marcha atrás, más que la nostalgia que nos queda.



No jodas

 ¡No jodas! Que has vuelto a poner esa canción que te hace pensar en mí. Sabes que desde mi cama de nubes yo quiero verte sonreír. Que está bien que me eches de menos, pero no por eso quiero que llores. Que aquí arriba no se está tan mal, que en las nubes los ángeles también sirven cervezas, que las prisas quedaron atrás, que mi mejor entretenimiento es observarte, que nos hemos juntado unos cuantos amigos de la infancia y echamos algún que otro partidillo de fútbol. Tranquila, que cuando llegas aquí arriba te ofrecen alas, pero yo ya las llevaba puestas después de volar una vida contigo. Vale más alas conocidas que alas por conocer. Y escucha: que si tienes que acostarte con alguien, lo hagas, que lo entiendo, que nosotros ya vivimos lo nuestro y a ti te toca seguir viviendo lo tuyo.

Pero, cariño, no te pongas canciones tristes, que tú y yo teníamos nuestra banda sonora que nos hacía bailar hasta el amanecer. Y disfruta todo lo que puedas, que el día que volvamos a vernos nos comeremos el cielo como nos comimos el mundo en su día.



Hasta el final

 Fuiste lucha hasta el final. Y el final, el final es morir como lo hiciste tú. Con dos cojones. Que le plantaste cara a la muerte con la mejor sonrisa. Que vivir para ti era ver a tus seres queridos estar bien. Que mientras a ti te comía el cáncer por dentro, tú no dejabas de comerte el mundo por fuera. Tú, ten claro, que fuiste lucha, fuiste ejemplo, fuiste la batalla, fuiste lucha hasta el final. Que si ese día llovió, fue porque te acababas de marchar a dejarle claro al cielo que un ángel tenía que llegar para enseñar a luchar a los ángeles que un día estuvieron tristes y tuvieron miedo de perder la batalla. 

Poema dedicado a la mejor suegra del mundo. Paquita, tú me enseñaste que debemos luchar hasta el último aliento de vida.



Epílogo

 Resulta que soy de las que cree firmemente que no se puede vivir sin amor, que la pasión es lo que nos mueve, que ningún corazón es capaz de esconderse de la tristeza y que la vulnerabilidad es lo que nos hace especiales y nos conecta con los demás... De pronto aparecen los versos de Carles Campomar, que se ha convertido en el “cicatrizador” de emociones y consigue sobrecoger al lector, penetrarle con cada uno de sus versos. Porque por mucho que algunos nos llamen locos, en esta vida hay que ser valiente y él es más valiente de lo que se pueda pensar. A lo largo de sus poemas se atreve a hablar sin tapujos del amor, ese que te atrapa; de la rabia, esa que busca justicia; del desamor, ese que nos rompe por dentro; del miedo, ese que usa como escudo el aprendizaje; o de la imperfección de una mujer, que es lo que la hace más bonita. Porque el arte se expresa de mil maneras, ningún verso está escrito porque sí, cada uno esconde algo... Algo bonito, algo triste o simplemente algo para recordarte. Por eso detrás de sus poemas, de una manera delicada y sutil, conseguirá que nos emocionemos y soñemos. Ahora te invito a que disfrutes de la lectura, de las palabras, de las lágrimas, de las risas, de los sueños... Te invito a que huyas en dirección al amor y te dejes atrapar.

Y si uno de sus versos sirve para enamorarte o hacerte sentir o simplemente recordar, yo seré feliz de seguir creyendo en el amor, y Carles será feliz de hacer volar con su poesía. 

“Aquí me tienes, preparándote sueños, ahora sólo falta que quieras cumplirlos conmigo”. 

 Patricia Navarro Enero de 2019



Epílogo II

 Un libro lleno de vida y sentimientos. Con historias auténticas que te endulzarán la vida. Una lectura amena pero a la vez adictiva. Una vez empieces no podrás parar hasta acabar. Este libro es como una copa de buen vino, se recomienda saborearlo: sorbo a sorbo, gota a gota, hasta el final. Dulce, amargo, afrutado, colorido, Un placer para los cinco sentidos. 

Tomás Jordi Castaño Graham 

 Enero de 2019



Resiliencia

 Siempre hay un momento en la vida donde el dolor enseña el camino de vuelta a la normalidad. Eso sucede cuando perder a alguien te hace caer a lo más profundo de nuestro mundo, todo eso conlleva a llorar sin parar, a cerrarse en banda, a querer morir y no luchar. Pero el dolor es tan cabrón que quiere tragar todo nuestro mal muy lentamente, quiere que suframos, que odiemos, que deseemos lo peor del mundo a nuestro ser. Pero el dolor puede ser el bálsamo a volver a mirar hacia arriba, porque cuando no sintamos ni las cicatrices que siempre tendremos por tal situación, él será el impulsor a ver de nuevo la luz. Que si un recuerdo duele, es que recordamos cosas bonitas.

Que si una perdida escuece, es que en su momento hubo alivio. Así que no dejemos que el dolor no deje paso a la resiliencia. Que a veces empezar por un final es siempre un acierto.