domingo, 23 de junio de 2024

23.06.2024

Es domingo, muy domingo. 

Hace una semana. Estaba sentada en la terraza de la tasca del barrio, en una mesa de 11 personas, en la que la musica eran las risas, recordando la boda de una de mis mejores amigas, del dia anterior. 

Esta semana, como siempre que vuelvo de casa. Ha sido una semana de mucha resaca emocional. De mucha nostalgia. De tener el cuerpo aqui. Y la cabeza y el alma, alli. De sobre pensar la cosas. De recordar mucho... y de pasarlo un poquito mal.

Encima he estado sola en casa y eso me ha dejado tiempo y espacio, para encontrarme a mi misma en los recuerdos. Para que no se me olvide donde estoy y porque. Para mirar atras y ver, que si el pasado hubiera sido bueno, lo llamaria presente. 

Las bodas son motivo de celebracion. Y porque no? De reencuentros. Y la semana pasada, los hubo. 

Me reencontre con mi familia. Me reencontre con la familia de mi amiga, que desde que tengo 6 años, me ha hecho sentir que soy parte de la suya. Me reencontre con esa familia que he elegido y nos demostramos los unos a los otros, que estamos mas unidos que nunca. Porque aunque hubiera dos huecos en nuestra mesa, estaban con nosotros. Y lloramos y reimos por ellos.

 Y me reencontre con esa historia de amor, que aunque parecia olvidada, nos demostramos que aun no esta cerrada. 

Y hoy, domingo. Sigo estancanda en los momentos que vivimos hace una semana. El discurso que di, con el que nos emocionamos todos. La putada a los novios, que hicimos con tanta picardia. Las mil fotos para que salieramos todos guapos. Las cervezas. Las risas. Los abrazos. La felicidad por los novios. Y por los amigos de los novios. Los bailes en la mesa. Y en la discoteca. Las copas y los chupitos. Las canciones seleccionadas para cada invitado, aunque las bailaramos todas como si se fuera acabar el mundo mañana. Y esos ojos azules que me buscaban sin parar... 

Y hoy domingo, estoy molesta otra vez contigo. Estoy indignada. Me enervas, como has hecho siempre.  

Tu te crees que puedes venir despues de 5 años sin vernos, buscarme para bailar y decirme al dia siguiente que no te acuerdas de nada ?! Y si no te acuerdas, para que vuelves como si nada... tu, y toda la gente que me conoce sabe que no soporto no entender las cosas. No soporto hacer como si nada. No soporto que se tire la piedra y se esconda la mano... 

Esta semana me ha dado tiempo para revisar conversaciones archivadas. Para recordarme que paso. Y como hemos llegado hasta aqui. Y solo saco la conclusion.. de que despues de tanto tiempo, solo esperaba ver que habias crecido, como lo he hecho yo. Y que tu tambien serias capaz de decir las cosas q te quedaron por decir en ese momento. Tendriamos la conversacion que cerraria ese capitulo de nuestra vida juntos, para dar paso a uno nuevo en el que pudieramos estar en el mismo sitio sin que nos axfisiaran los recuerdos. Pero no... tu sigues siendo esa persona que prefiere que piense mal de ti a ser sincero. Una persona a medias. Esa persona que por mucho que le duela, prefiere quedarse solo.. 

Pero es domingo, me he dado una semana para recordar. Te he dado una semana, para hablar. 

Adios, otra vez. Igual dentro de 4 años nos volvemos a ver. No creo, ya no tenemos la excusa de la boda para reencontrarnos...



miércoles, 19 de junio de 2024

Así que bye

 Quiero dedicar mi energía a lo que realmente me importa.

Llega un momento en el que, por mucho que lo intentes, sabes que hay personas con las que no vas a tener ese buen rollo que desearías.

¡Está bien! Admito mi culpa en algún caso, pero ¡Ya está!

Que no puede ser, no puede ser. Mejor me alejo, me aparto, me desentiendo, pero al igual que yo lo hago, déjame tú también.

No congeniamos, no nos entendemos... Eso está claro, pues entonces... No toques los cojones si no vas a cambiar.

Qué... ¡Ojo! No quiero que cambies. Cada uno es como es... Yo no quiero hacerlo por nadie y que nadie lo haga por mí.

Lo intentamos, no hubo manera. Fin del asunto. Suéltame, porque si no lo haces es complicado que pueda seguir adelante.

Me quita mucho tiempo y energía intentar comprenderte y ¿Para que? Para nada.

Así que bye.



lunes, 17 de junio de 2024

Del cuál, no sé salir

 Voy a ir al grano. Agradezco a mis padres, por primera vez en la vida, que me estén dando el espacio que tanto necesitaba. Qué estén ahí sólo cuando lo necesito... Y es muy puntualmente. Gracias por darme el espacio para pasar todos los ciclos que tengo que pasar. La pena, la frustración, la apatía, la indiferencia, la tristeza, la decepción, la impotencia... Etc., etc...

Estoy pasando por otra etapa de mi vida, no tan dura como las anteriores, pero llena de preocupaciones y culpa. Mucha culpa. De tener grandes ambiciones y planes, y que la mayoría no se lleven a cabo o no vayan al ritmo de mi exigencia. Me preocupa la salud de mi padre, la de mi hija, la de mi marido y la mía. Y el orden me da igual, pero son demandas cosas las que nos están pasando en poco tiempo. Me preocupa mi trabajo en septiembre y de nuevo, mi hija en su nuevo cole. Me preocupa el dinero que es mi cruz en la vida. Mis ataques de ansiedad en Mercadona... Mis ataques de ansiedad ante las facturas. Y aquí tengo que agradecer a una persona tantísimo que no quiere ni que la mencioné que eso la hace grande. Mi ejemplo a seguir... Al que nunca llegaré. Yo no seré jamás como ella. Pero no quiere ni que diga a nadie ni que comente cómo me ayuda o me deja de ayudar. La echaba de menos... Hay amores que deben ser eternos e infinitos. Y para mí lo es. He comprobado que la necesito más de lo que pensaba. 

Tengo cierta incertidumbre sobre mi marido, cómo estará de aquí a una semana, sus preocupaciones que las hago mías en silencio. Le conozco tan bien... Qué conozco sus caras, sus actos, sus preocupaciones... 

Mi padre, con su COVID persistente... Y todas sus complicaciones. Qué cada vez son más.

Y tantas, tantísimas cosas... Qué yo soy de llevarlas yo. Y en silencio, apartada del mundo. Tomando distancia dentro de la frialdad que me caracteriza... Porque todo eso, duele. Te quiebra. Te hace llorar. Te hunde. Y sí, a veces, inconscientemente eres la que tiras del carro secándote las lágrimas y dejando de lado tus objetivos, planes o a ti misma. Y claro que duele. Ellos son mi familia. Por eso, una mano que te diga... Lo que necesites, y te lo haga sentir... Me hace sentir hasta que no soy digna de ello. Qué yo merezco tal ayuda, ni siquiera quejarme. Sentir que me olvido de mí, me entristece mucho y pensar en mí me hace sentir egoísta. 

Y la única solución es la rabieta y llorar. Dando una imagen muy distorsionada de mí, la de una inmadura que se enfada por no ir a la feria. Pero la gente necesitamos hacer pequeñas cosas que nos hagan felices para poder sobrevivir a esta vida que nos toca. Son las cartas con las que debemos jugar. Pero yo soy la que ayuda a ganar a otros, incluso al contrario. Y eso no es ser buena, es ser una idiota en todo su esplendor. 

Llevo años prometiéndome mirar para mí incluso alejándome de todos para que no me influyan pero no soy capaz. Y menos desde que soy madre. Helena es mi mundo, mi vida, mi motor y mi corazón. Y cada vez que no sale algo bien, la culpa me come por dentro. Un círculo vicioso del que no sé salir.



sábado, 15 de junio de 2024

16 de junio de... ¡2024! ¡Feliz Cumpleaños!

 Mañana domingo... Será un día muy, muy especial.

Somos ya cerca de 38 mil personas en Facebook. Y solo tengo palabras de agradecimiento para ti que me estás leyendo. Tras once años. ¡Once! Que llevo tras estas letras, siento que mi sueño está un poquito más cerca. Escribir como todos sabéis me llena, y ojalá pudiera ganarme la vida así, con todos ustedes detrás leyéndome cada día, ya sea a través de Instagram, Facebook o Blogger.

Once años contando mi vida, mis historias, mis altos y sobre todo, mis bajadas. Mis sueños, mis fracasos y errores. En estos años, también he contado con muchos colaboradores, he recopilado escritos admirables de escritos y ejemplos a seguir. Me he dejado llevar por un popurrí de sentimientos.

En estos once años me he hecho mujer. He conocido a muchas personas que me han decepcionado, que me han aportado y que me han quitado, que me han ayudado y me han arrastrado a lo peor. En estos once años he conocido el lado bueno de la vida y el peor. En estos once años... me he casado, he sido madre. He abierto y cerrado etapas. He hecho mi propia historia. Sigo creciendo, sobreviviendo a la vida, jugando mis cartas en cada partida. Y espero seguir contándolo muchos años más.

Una vez más, gracias por estar ahí y ser testigo de esta humilde niña que creció y que sigue soñando tras su ventana.



viernes, 7 de junio de 2024

Soledad elegida

Hoy es un día en los que retienes como puedes las lágrimas. Hacía tiempo que no estaba tan mal de salud y eso que jamás me he recuperado de mis dolores de articulaciones. Arteritis reumatoide degenerativa causada por la celiaquía entre otras cosas...

Me siento más sola que nunca, y es más, quiero estarlo. Quiero llevar todos mis pensamientos en secreto. No quiero comunicarme. Quiero ponerme los cascos, ver una serie, quiero... Necesito descansar

Eso es lo único que me pide el cuerpo, descansar, que frene, que me relaje, me cuide y no piense en nada... Y eso que es junio, seis... Por cierto Belén, muchísimas felicidades. Sé que en algún momento leerás estás letras y el WhatsApp. 

De momento, solo quiero contar hasta aquí. Hoy, sí busco mi soledad. La que siento últimamente demasiadas veces.



lunes, 3 de junio de 2024

Mea Culpa

 Sin parar de llorar en mi habitación, mientras duermo a Helena. Hacía tiempo que no me caían unos lagrimones como los de hoy. Y es que la culpa me está comiendo... 

He hablado con quién tenía que hablar, y dice que lo que siento es impotencia por querer hacer las cosas bien y la otra persona no. Él es mi marido. Él no sabe que he llorado... Pero sí sabe de la ansiedad que tengo por las noches principalmente. 

Me he vuelto a involucrar demasiado con alguien, quizás a traspasar alguna que otra barrera y por qué no, meteme donde no me corresponde. Sí, con la mejor intención, pero eso no quita que esté mal. 

Me he sentido un estorbo, una patosa... Me he sentido un error en esa vida, ese nudo de familia si es que así se les puede denominar. 

Soy muy dura conmigo misma, tan exigente como lo soy con los demás. Y sinceramente, creo que me va mejor siendo fría y mostrando a la vez que sintiendo frialdad por las personas. Eso hace que yo viva mejor, y creo... Que los demás también. Me he confundido. No me importa decirlo. Y la noche me está consumiendo... Y la tarde que he pasado... Cuando tendría que haber sido una tarde de las que hacen historia ya que mi Lega ha ganado, ha subido a primera y en Leganés se cumplen los sueños. Abuelo... Si lo vieras, hoy te tengo más presente que nunca.

Y es que tengo un cúmulo de sentimientos agarrados a la garganta. Hoy no es mi día, es un día frustrado. Nada ha salido bien. Nada. Y estoy cansada que hasta lo más mínimo, me cueste en doble que a los demás. La desilusión por la vida, por todo en general... Es espantosa.

Por primera vez, en semanas... Han subido a mí casa mis padres a por unas llaves. Hace día les pedí espacio y tiempo para mí y mi familia. Para hacer planes sin tener que pedir permiso a nadie. Les pedí libertad y, agradezco que me lo hayan dado. Cuando han venido, y os hablo de cuestión de minutos, me he hecho pequeña... Me han dado ganas de que me abrazaran a mi en vez a Helena. Pero como siempre, no sé pedir aquello que necesito y que me hace parecer vulnerable.

Hablé con Javi mientras dormía a Helena. Y se fondo... La celebración del Leganés con un Dj... Le dije lo que sentía. No tengo nada que ofrecerle. No tengo dinero, soy un caos. Hay cosas suyas, de él, de su vida... Con las que nunca voy a comulgar y eso nos traerá problemas o discusiones, ambos lo sabemos, y hay miles de cosas que hoy le he dicho porque me siento así, un estorbo, una piedra en el camino de cualquier persona.

Siento el ataque de ansiedad más grande de estos últimos meses. De esos que siente que te vas, te duele todo, hasta el alma. Y va de eso... Me duele el alma de soportar tanto peso.



domingo, 2 de junio de 2024

A pesar de todo

 Estoy ñoña, lo sé. Más sensible de lo habitual. Serán esos días tontos.

He visto fotos de hace años, de cuando empezaba con Javi, de lo perdida que estaba. Y Javi, fue mi luz en mi oscuridad. Seguir sintiendo esas mariposas cuando veo fotos de ese tiempo me da nostalgia y me doy cuenta de lo enamorada que sigo de él.

Haría cualquier cosa por él. Acompañarle hasta el fin del mundo si hace falta. Le miro, y me encanta. Aunque discutamos, aunque haya temas que nos lleven al límite, a pesar de los días malos y su pérdida de peso (pero es que a mí me gusta de todas las maneras posibles). A pesar... a pesar de todo, le sigo queriendo más que el primer día.

Me gusta él y lo que formamos. Me encanta todo lo que me ha dado, mi hija, mi perra y mi hogar. Soy feliz en mi familia, con nuestros momentos, con nuestras cosas. Y no es una declaración de amor para él, un sentimiento que nace solo y que las letras toman su significado. Y es que cuando nace solo, no hay mayor arte y mayor don que hacer las cosas con amor.

Le quiero con locura, y eso me da inseguridad de que él no sienta lo mismo, de no ser suficiente, de perder todo aquello que tenemos por algún motivo. Me llena de inseguridades. El momento que estamos viviendo no es el mejor, y no voy a mentir respecto a esto. Hay caminos fáciles, muchos, y luego está el de elegirnos cada día. 

Yo soy de palabras, pero más de hechos, necesito abrazos, besos, necesito muchas cosas porque me encanta él. Pero nunca he sabido pedirlo, porque el otro, creo, que necesita saber también lo que necesitamos, pero... yo puedo con todo. Quizás es el miedo, quizás las inseguridades, quizás me da pánico el perder o necesitar a alguien, quizás, por algún motivo no me permito ser feliz y tampoco quiero psicoanalizarme, porque no me interesa el pasado ni el resultado que ha dado. Me interesa el hoy, y el mañana también. El futuro a su lado.

No estamos en el mejor momento, pero estoy segura que sin él todo sería peor.



sábado, 1 de junio de 2024

El tiempo no se paga con dinero

Hoy toca hablar de ellos, con su permiso... Los conocí a través de mi marido. A él. Un compañero más de su trabajo, que tengo que reconocer que... No me caía bien. Me pareció el bromista típico de clase. Y yo, que soy así, tan mía (y no es excusa), no me caía fatal.

Con el tiempo, de hecho, durante mi embarazo apareció su mujer. Conocí a Miriam, y ella sí que era más yo. Reservada, más sería, directa y sincera. Me sentí desde el momento uno, como que nos conocíamos de siempre. Sus gestos lo dicen todo, y podrían ser los míos propios.

Con la llegada de Helena, las madres nos juntamos para quejarnos, es así. Nos desahogamos con las que nos entienden y han pasado o están pasando por ello. 

Y con la baja de Javi, han demostrado ser más amigos que muchos amigos que teníamos. Se han convertido en una parte muy importante para nosotros (y creo que puedo hablar por parte de Javi). Son sencillos, llanos, normales... Y en estos momentos, a estas alturas de la vida, encontrar a gente "normal" con la que mantener una buena relación y pasar un buen rato, es un privilegio, un regalo de la vida con la que sentirnos muy afortunados. 

Ambos hacen un equipo envidiable, hacen una sintonía perfecta, crean la magia necesaria para que una tarde se vuelva efímera y que el reloj pierda sus horas. Tienen un corazón de oro, nos comprenden, nos entienden y no nos juzgan. Estar cerca de ellos te hace un poquito más feliz, logras dejar a la ansiedad de lado, castigada contra la pared. 

Para mí, ya lo sabéis, mi medicina siempre han sido mis amigos. Mi familia son aquellos a los que elijo, y aunque vengan de parte de mi marido, los siento míos. Además, son papás de tres hijas tan diferentes como encantadoras. A las que considero parte de mi hogar. A las que echo en falta si no están. 

Hoy, he estado menos triste, menos ensimismada. Hoy ha sido una tarde mágica y no porque haya ganado el Madrid, sino porque me siento campeona al poder rodearme de gente tan valiosa, de las que suman, te enriquecen y te recargan las pilas. 

Gracias, a los dos, por entrar en mi vida.

P.D. Fran, has sido en mayor y grato descubrimiento de estos últimos años. Muchos deberían aprender de ti. Eres una gran persona, quiero que lo sepas y estás acompañado de la mejor. Gracias una vez más por todo lo que hacéis por nosotros. El tiempo que regaláis no se paga con dinero.