Algunas noches
son como un circo abandonado
entre tanto bloques de cemento,
como el reloj del vigilante nocturno
de aquella urbanización
en obras de tu barrio,
como un colegio vacío,
como el aire de una habitación
donde una pareja se acaba.
Entonces, le hago un torniquete
a los recuerdos
y
apago
la luz.
Diego Ojeda
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