Soñando,
soñando siempre,
toda la vida
con poder dar la vuelta a los relojes.
Y que no existiera aquella tarde
en que me dejaron por primera vez con doce años.
Ni aquella mañana en que me dejaron por última vez con veintiocho.
A lo largo de mi vida
he querido rebobinar demasiadas cosas
y no lo conseguí nunca.
Ya no le pido un botón de rebobinar al mundo.
Es más sencillo.
Me conformo con que alguien le dé al pause
ahora que duermes conmigo
y tu cuerpo es un milagro
que flota cada noche entre mis manos.
Marwan
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