miércoles, 3 de abril de 2019

Estoy más perdida que un pulpo en un garaje


No sé qué me pasa. Simplemente siento necesidad de desaparecer.

Pero esta vez no puedo salir corriendo donde siempre. Esta vez, no me es suficiente. No es válido… esta vez, ir a allí, también me da reparo. Por lo que, no sé que hacer con mi vida.  Me pongo a pensar y creo que no hay nada en su sitio. Reconozco que soy un poco desastre pero mis cosas las procuro llevar ordenadas, y por eso siento este agobio.

Normalmente escucho los problemas de los demás, los analizo y opino de ellos, siempre son más interesantes, siempre aprendo de ello y es una manera de no pensar en lo que me pasa a mí. Pero es cierto que en este momento, todos los problemas me parecen aburridos. Siempre me parecen las mismas historias. No sé, me estorba la gente y sus cuentos.

Mi vida últimamente es rutina. Soy una persona a la que el asustan un poco los cambios pero me adapto enseguida. Y prefiero vivir asustada a estar acomodada en lo mismo. Creo que eso también me agobia, el aburrimiento de todos los días. Vale si, estoy a disgusto con todo.

Nadie lo entiende. Y nadie sabe del todo que me pasa. Me molestan las opiniones y cierro el grifo. No es que me enfade porque no escucho lo que quiero escuchar, simplemente es que me molesta que cuestionen todo.  Todo el mundo tiene consejitos, todos leemos frases de autoayuda… ¿pero hay alguien que lo lleve a cabo? Siempre buscando un culpable, una víctima… según esta la sociedad de hoy día, que somos monotemáticos, sin pararnos a buscar el porqué de las cosas. Sin respetar lo que se piensa. Sin valores. Nadie se pone en el lugar del otro, solo vemos lo que nos hacen. Pero y porque te lo hacen? Ah no, eso no es importante. No es importante los sentimientos de los demás. Es mejor echarle mierda al otro. En fin… Que aburrimiento de vida, que gente tan pesada!

Me siento estancada en muchos aspectos, no avanzo. Y eso me frustra. Me he dado cuenta que necesito mas. Principalmente de mi misma. Pero de todo lo que me rodea también. Obviamente, no voy a pedirlo. Lo primero porque si tengo que pedirlo, no lo quiero. Y lo segundo, porque no se ni lo que quiero.

 Quizás el tic de la cuestión es que estoy cansada de la vida que tengo, si puede. ¡Cambiala! Diría algún listillo de turno… pero no puede ser. Esto es lo que hay y lo que debo hacer. Y no creo que cambiar tu vida sea cuestión de levantarte una mañana y cambiar lo que te aburre. No se. Quizás es cobardía. Pero me siento realmente atada. Me sale estar enfadada. Si si, dilo, estoy en plan insoportable.

Bueno y ya en plan, vida sentimental, no hablemos. Tengo un corazón que va a perder la cabeza. Pobre. Es un tema que me frustra y me da pereza. No opino que todos son iguales, de verdad que no. Creo que todos tenemos una historia y que ya somos mayores para actuar en base a nuestras experiencias. Simplemente me incomoda el tiempo perdido. Dicen que compartida la vida es mas, y me gustaría experimentarlo. Sentirme importante para alguien. Pero si lo piensas fríamente… no me aguanto ni yo, no me imagino aguantar a otra persona. O que esa pobre persona me aguante a mí. ¡Seria de locos!

En definitiva, siempre he sido una chica soñadora, desastre y que ha sobrevivido a lo que venía. Y supongo que esto es solo una etapa mas. De la que saldré. Pero mientras tanto, mejor no me tosas, porque pueda que te muerda. Sácame a bailar y ponme una cerveza, que puede que la vida, se vea de otra manera, aunque te proteste porque no tengo tiempo… te juro que a partir de la segunda canción, se me olvida.



Belén Triguero Guijarro

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