Hay momentos en la vida en los que piensas ya nada te va a volver a emocionar. Incluso piensas que será así siempre. Sin retorno.
Pero la vida también te sorprende y te lo pintan de nuevo mejor de lo que esperabas. Lleno de colores. Supongo que es cuestión de destino. De estar justo ahí en el sitio, en el lugar. A esa hora. Y que el destino haga el resto.
Aparece tu rumbo. Tu brújula. Alguien que te apoya aunque algunas veces quiera "matarte".
He dejado de soñar para cumplir. Incondicional.
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