Mi Superman

Buenas noches a todos... 

Acabo de llegar a casa desde las 8:30 de la mañana que salgo de casa. No está mal, ¿eh? El día ha empezado maravilloso. He sido escoltada a la M40 por mi bollo. Es que te como, en plan tranquilos, ¿verdad? ¡Qué raro en nosotros! Pero a esas horas no se puede correr por esa carretera, a este paso voy a echar merienda, vaya atascazos que me como... Empezaré a salir antes, no vaya a ser que en algún día no llegue... ¡y más si llueve! La gente no sabe conducir si se nubla un poco...

Bueno, a lo que iba... Escoltada por el bollo. Bollo 24 horas tengo ahora. Y bollito mío... Tantas horas juntos luego pasa lo que pasa, jiji - jaja, beso viene beso va, puñetazo, el saco se me va un poco, te vacilo, me vacilas... ¡y a las duchas! Supongo que nadie se está enterando de lo que estoy contando, pero yo me entiendo... y tú, amigo mío, también. La vamos a liar un día de estos... Y a estas alturas de la película, ¿nos merece la pena? No. Creo que ya hemos crecido, pero sinceramente, y te lo confieso a modo de exclusiva... ¿vamos a morirnos sin probarlo? Dieciséis años haciendo el bobo, que es lo que hacemos... y seguimos haciendo. ¡Me estás liando y llevaba unos días cuerda! Por favor, ¿eh?

Mamma mia, a mí un día me va a dar algo. Tan rápido estoy arriba como abajo, dándolo todo como escondiéndome tras mis murallas... ¡la virgen bendita! Como dicen mis lectores... No te aburres en tu vida. Pues no, la verdad es que no. Ya me gustaría algún día, decir, pues... no me ha pasado nada de nada. Pero no. Y vais a flipar con la siguiente entrada que tengo preparada... Pero a flipar de verdad... Solo me pasan cosas raras... Venga, ¡allá vamos!

P.D. Ay, bollo, que me pierdes... 

Patri Izquierdo Díaz