domingo, 30 de enero de 2022

Pólvora mojada

 Solo y recordando tu piel en mi piel como tatuaje eterno en el corazón. 

Montse Mon.

Las palabras convertidas en pólvora, al igual que tus labios, que cuando se mojan, es cuando más peligro llevan, parecen inocentes, inocuos, frágiles. Pero pueden llegar a ser tan traicioneros como una de esas noches, que el amor no entiende de razones. Todo está relacionado de tal manera que al sopesar cada metáfora uno mismo siempre sale perdedor. Por mucho que muerdas los labios, acabarás acordándote de ese primer beso. Por mucho que mire a otra, me acordaré de ti. Por mucho que agonice, siempre hay una sonrisa en el kilómetro cero. Y si, llega un momento en la vida que uno se desencuentra de tal manera que las palabras son su salvación y al final uno se siente como pólvora mojada. Con las mismas ganas de estallar... De amor, pero solo.



Arte delicado

 Nuestros cuerpos entrelazados serán una obra de arte que nunca estará en los museos 

Óscar Sejas

Y es que puede llegar a ser tan delicado este arte. ¡Sí!, el de desnudarte. Puede ser tan delicado que tengo miedo a romperte en mil pedazos de poesía. Es que el arte de tocarte se tiene que hacer a fuego lento y de memoria, sin libro de recetas. Cada prenda que roza tu piel es un aterrizaje en toda regla al amor. Hay una blusa, donde cada botón que se desabrocha es una llamada. Hay una falda donde cada movimiento de cadera, es un pasaporte al túnel del deseo. Y todo es un suma y sigue. La ropa interior es tan sensual, la mirada tan revolucionaria como las ganas de caer sobre la alfombra, cuando ella es tan directa en su lenguaje. Como decir quitarme de una vez, que tengo ganas de que me comas. Y así, hasta llegar a las prendas más íntimas que lleva una mujer. La piel y la poesía que lleva dentro.



Quiero que me muerdas con canciones directas a la yugular

 En este apartado podréis leer unos poemas que mientras escuchaba las canciones de varios amigos me han salido. He aprovechado el título de la canción para los poemas. 

Mediante el codigo QR podréis acceder a la lista creada con dichas canciones. 

Dar las gracias a todos los amigos cantautores por formar parte de mi vida, además de ser buenos amigos con quien he compartido escenario, vivencias, creado alguna canción junto a alguno de ellos pero sobretodo dar las gracias por dejarme formar parte de su vida. 

A continuación dejo la lista de las canciones, el artista y del álbum donde las podéis escuchar. Manuel Blanca: Canción Una vez más. Del álbum En este momento. Javi Sotos: Canción Vente. Del álbum Después de desaparecer. Kike Marcos: Canción Me invitabas al desastre, Del álbum Norte. Jorgito Kamankola: Canción Ametrállame. Del álbum Hasta precisar el aire. Bruno Sotos: Canción La vida. Del álbum Para respirar Danieme: Canción Ojalá. Del álbum Luz de nevera. Fran Fernández: La vida es lo que pasa mientras te desnudas. Del álbum Afectos secundarios. César De Centi: Canción: Silencio. Del álbum La luz de los gigantes. Luis Cadenas: Canción: Al otro lado del mundo. Del álbum Amores de película. Cristian Tano: Canción: Ella, del álbum El amor se riega todos los días. Desiguales: Canción: Una canción para Diana, del álbum Canciones asimétricas


viernes, 28 de enero de 2022

Mi "muso"

 Después de la entrada anterior, por si alguien tiene dudas, con Javi no ha cambiado nada. Hablo de mí, siempre hablo de mí porque soy la autora de mi blog, obviamente. Sigo queriéndole más que el primer día y para mí es mi vida. Mi vida es él y todo lo que él representa. Sino no me hubiera casado con él el día que hice un año de relación, no lo hubiese tenido tan sumamente claro. Y no me arrepiento de nada. Volvería a elegirle a él. Como dije un post anterior, volvería a pedirle que se cara conmigo, porque es la mejor persona que conozco. Y me gusta escribir sobre él por una razón. Bueno, por varias. Primera, porque es él. Es mi "muso" si es que existe esa palabra. Segunda, porque se merece todas las palabras bonitas del mundo y tercera porque en el pasado le pisotearon, le destruyeron e hicieron que se perdiera olvidándose de quién es. Y es el ser más maravilloso que he conocido en mi vida con el corazón más grande que existe. Y eso lo veo cada día en todo momento, nunca lo dudo. ¿Cambiaría cosas de él? Como él de mí, estoy segura, pero el amor, los planes de futuro y el día a día nos une aún más.

Mirar si discutimos, pues en ningún momento me he planteado dejar mi relación. Jamás. Nunca. Prefiero discutir con él cien veces que hacer el amor una vez con cualquiera. Es así, es él, que me tiene loca, enamorada, llamarlo como queráis pero es así. Y ahora con Maya, siento que hemos dado otro paso más, un paso más que nos une. Y eso es genial, una sensación que nunca había vivido. La estabilidad emocional vale oro, no tiene precio, por eso me parece tan injusto que otros se metan y acabemos como acabamos ayer. No nos lo merecemos, ninguno. Así que, que nadie dude jamás de estas palabras...



Paseos nocturnos

 Os quiero contar el día de ayer, pero sin entrar en detalle puesto que tendría que mencionar a gente y no quiero.

Ayer me fui de mi casa un par de horas a pasear sola porque odio las provocaciones, teorías como la del ladrón se creen que todos su condición, y como me conozco, y aún no sé controlar mi pronto, me voy. Al final las cosas de cada uno ha de resolverlas cada uno.

Hay temas de mi marido he que jurado no meterme. No quiero, no me renta y mi opinión es muy diferente a la de él la mayoría de las veces. Y como es un tema ajeno, muy ajeno a nosotros que nos afecta, pero no es de pareja, pues... me voy. Prefiero no escuchar nada ni entrar en nada ni contestar como me saldría en ese momento a nada, porque creo fielmente en el dicho de más vale una vez rojo que ciento amarillo. Así que... decido ir a pasear como he contado.

Mi móvil está siempre en funcionamiento. Mira que no me gusta nada hablar por teléfono, ni estar atenta al móvil, odio que la gente me llame, pero ayer parecía mi día. Hablé con Ana, hablé con mi mejor amigo, hablé con Sonia... Y me quedo con una cosa de Sonia, que en teorías es brillante, muy incompatibles conmigo, pero tiene toda la razón: Pasa, pasa de todo, que les den a esas personas, no te tocan ni con un pie. Piensa en Javi y punto. 

Y me hizo una pregunta: "¿Qué cambiarías de Javi?". Esta pregunta viene a colación de una conversación en la de si las personas cambian, si puedes pedirlas que cambien y si debes pedírselo. La pregunta era fácil, sólo cambiaría una cosa. ¡Una! Que es la que más nos está afectando. Que diga lo que tiene que decir a quien se lo tiene que decir en el momento que debe decírselo. Porque desde fuera parece que le debes pleitesía a esa persona, o que la tienes miedo, o que algo no lo tienes solucionado del todo o tanto como te crees. Desde fuera, la actitud de callarte y bajar la cabeza ante una persona... A mí es lo que me da a entender. Que seguramente esté equivocada, pero, es mi opinión y como todos tenemos una, pues yo escribo la mía.

De todas maneras la reflexión final de Sonia fue: "Bueno, si solo quieres cambiar una cosa de tu marido, vas muy bien. De hecho, vas genial. Generalmente, todos queremos cambiar más cosas de nuestra pareja, así que... lucha por él, por lo que habéis formado y por lo que está por venir".

Y pensándolo en mi largo paseo, es cierto. Llegué a casa sin estar enfada con Javi, lo prometo. Me fui para no escuchar gilipolleces varias. Sin más. Juro que con Javi no estaba enfadada, pero sí con la situación de que por unas o por otras, tengamos que estar así entre opiniones, miedos, acciones que nos perjudican. Y, mirar, si hacen daño a mi marido, me lo hacen a mí. Sino, lo nuestro no tendría sentido y por mi carácter no puedo pasar como dice Sonia. ¿Qué me iría mejor? Posiblemente, casi sí. Pero que no puedo evitarlo, también. Por los míos soy como una leona, arranco la cabeza a cualquiera que se meta con ellos o se porte mal, es que me da igual quien sea. Y sé que voy sin frenos. También sé que a veces esto pasa factura pero en el momento del calentón no lo pienso. Así que me voy... A andar, a conocer Valdemoro.

Sonia también me ha aconsejado que me quede a ver cómo va la conversación, como actúa cada una de las partes y tome medidas cuando lo vea por mis propios ojos, que huir muchas veces no es la solución, aunque me entiende porque me conoce. Pero es que no quiero verlo, porque saltaría y se armaría la de Dios es Cristo y paso. También hablé con mi mejor amigo, y al conocerme tanto, entendía que me fuera, porque la verdad, es que sin necesidad de insultar puedo llegar a hacer mucho daño. Él lo sabe de primera mano. Además, él tiene un pronto parecido al mío. Me hizo gracia hablar con él de esto, le salió su vena del colegio de protección. Pero es mi marido... No es el motero. Es mi marido y le quiero como a nadie he querido antes y al final es cosa de dos.

Una pregunta que últimamente he hecho es: "¿La familia puede romper un matrimonio?". La respuesta mayoritaria es "Sí", y sabiendo por experiencia propia que el amor no lo puede todo, y bajo esta reflexión estoy segura de que a la siguiente, que no será dentro de mucho me cargo al que se meta a decir hasta que el agua es trasparente (aunque lo que diga sea cierto). Al primero que llame por teléfono, voy a ser yo quien lo coja, porque no voy a permitirle a nadie ni una más. ¡Ni una! Y hablo por mí, Javi, él verá... Al final una pareja está formada por dos individuos diferentes. Pero apostaría que opina como yo por lo que vi ayer. Nosotros somos los importantes, nosotros somo la familia por la hay que luchar.



¡Bienvenida a casa, Maya!

 ¡He recuperado mi ordenador! Hace unos días me lo dejé en Leganés y qué ganas de escribir tengo.

Os tengo que contar algo. Un día dije... "podría llegar a acostumbrarme a un perro". Y la vida que es así de graciosa, me escuchó. Pues el perro ha llegado, ¡perrita, mejor dicho! Y se llama Maya. Son tres meses de gran gran hermosura, porque la muchacha es enorme. Yo que me imaginaba un cachorro pequeño, bueno, pues es más grande que muchos perros adultos. Es una Golden súper peluda.



Cuando quisimos dar el paso Javi y yo de hacernos con una, había algunas dudas, sobre todo mías. La familia, viajes, mi vida entera... Ya sabéis, los cambios, que no los llevo bien. Luego me dijeron "tener paciencia, el primer año es complicado, la primera noche también". Pues debe ser que tengo la mejor perra del mundo, porque no ladra, no llora, duerme como un lirón y es muy hogareña. Se pone en el suelo a ver la tela entre siesta y siesta y no hay perra en casa. 



¿Sabéis con lo que me quedo del día que la recogimos? Con la cara de Javi, de cómo la cuidaba, cómo la trataba... Mientras yo no me acercaba por si la hacía daño o no sé... Quizás miedo e incertidumbre al momento, aunque Maya me lo puso fácil, me dejó cogerla desde el primer momento... Si es que lo mío son los niños, no los perros, pero bueno, es adaptarse a todo.



Hoy hemos hecho pis y caca fuera, ya que se ha acostumbrado a hacerla en el empapador (bueno, para ser sincera, en el empapador solo hace pis, la caca... es otro tema). No tenía ni idea de los piensos que había, de todas las cosas que tengo que aprender. ¡Es un mundo! Pero es un mundo monísimo de cuatro patas. Javi que es un especialista (porque siempre ha tenido perro) es un pilar fundamental en esta pareja de tres (sí, lo digo por la película, muy recomendable por cierto). Maya ha llegado así, de un día para otro, en un momento difícil en el que ella se ha encargado de borrar todo. De darme otras preocupaciones, pero por lo menos, son distintas, diferentes... Más bonitas.



Me quedo mirándola atontada, y de los dos, me prefiere a mí, ¡já! Me sigue a todas partes, se ha convertido en mi sombra, pero es normal, soy la que pasa más tiempo con ella achuchándola. Nos hemos convertido en un pack. Y hoy mirándola, se lo he dicho a Javi, "qué bien hemos hecho". Ya no hay dudas. Del mundo canino, pero de ella, ninguna. Tengo ganas de que crezca un poquito para llevarla a todas partes porque no todo es bueno, es tan hogareña que odia la calle. Le enseñas la correa y se hace la loca o se esconde. En la calle, no anda, no quiere... Se tumba, se sienta y te mira como diciendo, "¿qué? Eres tú la que querías salir, yo no". Y siempre andando hacia atrás, buscando el portal, la puerta a su casa que tanto reconoce.



Es una perra tan bonita, y no sólo lo digo yo, me acabo de conocer a todo el barrio, en Nassica todo el mundo nos paraba, y es que la muy cerdis llama la atención por sí sola. Tiene una cara que te invita a pararte, pero como dice Javi... No es una perra que se vuelva loca por la gente, tiene carácter de gato, si tú vas, guay, si no, paso de ti, o sea como yo. Es una pedazo de rancia. ¡Sí, es de la familia! Una rancia antisocial más. 



Hoy la he llevado a Leganés por primera vez. Ha sido el juguete todo el día. Los tiene a todos metidos en el bolsillo, ¡hasta a mi madre! Que temblaba de miedo cuando la tocaba. Ha sido un día increíble, de los que no recordaba... Y en comparación con el de ayer... ¡Maravilloso! La Mayita ya ha empezado a hacer magia.

¡Bienvenida a casa, Maya!



miércoles, 26 de enero de 2022

Te quiero, macarrón

 Te quiero. Y puedo decirlo más alto pero no más claro. Te quiero cada uno de los días incluso en los que discutimos. Porque cada día volvería a pedirte que te casaras conmigo, que formemos lo que estamos formando. Que contigo, Javi, lo quiero todo. Todo y mucho más.

¿Sabes por qué? Porque eres la mejor persona que he conocido. Con el corazón más grande que existe. Porque haces todos y más por los tuyos. Porque lloras con las pelis de perritos y no te importa enseñar cómo eres de verdad. Lo que te gusta, lo que te hace sentir, lo que piensas... Porque aunque eres un macarrón (el macarra más sexy del mundo) dentro llevas a una personita mucho más grande de lo que muestras... Porque si eres guapo, por dentro lo eres más.

A tu lado, mi mundo pasa de ser de color marrón, a tener todos los colores del arco iris, porque nosotros no somos solo de una cosa. Nosotros nos hemos convertido en ese arco iris... Unos días azul, otro rosa y otro naranja, pero somos uno, vamos a una, somos preciosos y brillamos... Una imagen vale más que mil palabras y las nuestras suelen ser increíbles. Y no por nosotros, sino por lo que hacemos, lo que creamos, lo que sentimos y lo que estamos viviendo.

Te quiero Javi, te adoro. Mi compañero de vida. Qué fácil pones lo difícil, ¡qué suerte poder ir de tu mano presumiendo de ti ante el mundo! Porque, señores, tengo al mejor. Y es mi marido.




sábado, 22 de enero de 2022

¡Paren el mundo! ¡Que me bajo!

 Hoy es un día de los que te levantas con pesadillas, de los que cuando has cogido el sueño, escuchas los pasos de Cuquito que ya se ha despertado. Que es sábado y tu marido está de tarde, así que nada de planes, ¡en casa! Que te habías hecho ilusiones sobre un tema (que aún no puedo contar) pero es que no. ¡No! No, ¡No! Absolutamente no. Esa es la única palabra que tiene el destino para mí: No. Quizás debería ser ese el título de esta entrada... "No". Queda muy negativo, pero así como me siento, negativa. Negativa plus, como diría una compañera.

Me he levantado con dolor de cabeza, he visto que todo el salón estaba lleno de juguetes tirados por todas partes, que la lavadora se paraba... otra vez. Que por más que limpio, la mierda crece, florece y se expande. Que todo son prisas porque Javi se va a trabajar. ¿Sabéis a qué hora he terminado de limpiar desde esta mañana? ¡A las 16.27! Sí, os digo hasta los minutos exactos. Ponte a comer, lo que sea, que ni ganas tenía. Limpiando, he medio roto una figura de las que colecciona Javi. Dúchate, corre al chino a por pegamento... Y una vez que he salido a la calle... ¡Oh, dios! A la mierda el mundo y todo el que habita en él. He corrido hasta el polígono con ganas de gritar lo cansada que estoy de que nada salga bien, de que a mí me cueste todo el triple, ¡el cuádruple! que a los demás. ¡Estoy cansada! Estoy agotada mentalmente.

Y no. No he llorado. No soy de las que lloran tan fácilmente. La última vez que me sentí así, tuve que ir al cementerio a romperme del todo. Ese sitio es lo peor, pero es el único sitio donde me siento cerca de ellos. Pero esta vez no, estoy un poco lejos de Leganés. Lo que sí he hecho es sentarme, como si esperase a alguien, con mis cascos en las orejas con la música más alta que los problemas. Después de la panzada a correr (que correr me sienta fatal), he pasado por el Aldi a ver qué tenían. Y me ha llamado Javi. Al ver su llamada del descanso he pensado "ojalá estuvieras aquí", realmente no sabría decir para qué. Pero estar acompañada me hubiera venido bien. A todo este jaleo de día, en el que me escapo de todo, tengo amigos muy pesados a los que no puedo querer más. Ellos saben como soy, no cojo el móvil ni a tiros, así que ya cogen ellos el suyo. ¡Ay! Dani y Ana, siempre están, de una manera u otra, pero están. Como dice Ana, piensa en los amigos que tienes... Y que tanto me ha costado tener. Pero sí, sin ellos... Me siento coja, manca, tuerta... Falta algo de mí. Con Ana he estado dos horas de charla, ¿sabéis lo que hace genial? Distraerme. Me cuenta sus cosas y eso es maravilloso, amplía mi mundo más allá de mi horizonte. El horizonte que siempre me pongo a modo de freno.

Me siento enjaulada, y no por mi marido, sino por los límites que me pone la vida, las piedras en el camino, los problemas, las preocupaciones, etc. "¡Dame un respiro!" Le grito al cielo, como si alguien estuviese allí para escucharme. No, no soy creyente, y en estos momentos ojalá lo fuera porque sería mucho mejor explicarme a mí misma que Dios nos pone piedras en el camino para hacernos mejor, o Dios aprieta pero no ahoga o cosas de esas que aprendí en el colegio. Ojalá pudiera encomendarme a un ser superior al que culpara de todo mientras finjo que es él quien lleva las cuerdas de mi vida.

Al llegar a casa y sentarme ante el ordenador, he sentido el cansancio que llevo encima. Me duele todo el cuerpo de nuevo, como hace unos meses, la cabeza siento que me va a explotar. No se me quita la preocupación por mi padre entre otras cosas. Pero esta vez, no consigo quitarme de encima todo lo que me atormenta. Me pondré una serie de fondo, empezaré a trabajar, a estudiar hasta que Javi venga... Me pondré esas tiritas que duran lo que duran y fingiendo que cada día cuenta. No cuentan nada... Ese es el problema... 



jueves, 20 de enero de 2022

Hablemos de amigos

 Llevo unos días hablando con mi mejor amigo. Sí, a veces nos da por ello, y otras pasamos temporadas y temporadas largas sin saber nada el uno del otro. Y hoy, me he levantado con ganas de tomar un café con él, y la vida es así de caprichosa, que cuando he ido a ver a mi abuela, ahí estaba él... El barrio, Leganés. Mi casa y su magia. Como decía, la vida es así, te da sorpresas cuando más lo necesitas.

Si hablamos de amigos, él es el mejor del mundo. Él es lo más opuesto a mí y a la vez una parte de mi persona. Siempre me ha costado definirlo y más siendo chico, parece que la amistad entre chico y chica está prohibida o es algo tabú. He perdido la cuenta de los años que llevamos juntos... ¿dieciséis? Puede ser... Prefiero no contar años que me hago vieja. Bueno, lo que iba diciendo... Tomar un café en ese bar que tantos recuerdos tiene nuestros, me ha hecho volver al pasado, a una nochevieja... distinta, a nuestras noches de verano, al juego de la botella incluso, no sé, faltaba uno que se nos ha ido al norte, pero ahí estábamos, los dos entre tantos y tantos recuerdos. Me ha dado mucha nostalgia, y pena al ver que el tiempo vuela y que el pasado nunca regresa.

Como os contaba, él es... como una parte de mí. Como un brazo. O una pierna. Que a simple vista no es importante porque está ahí. En tu vida está y estás acostumbrada a que esté, y de vez en cuando si te haces daño, eres consciente de esa parte y de la importancia que tiene en ti. Y que a veces, eres muy injusta por no reconocer la importancia de lo que te rodea. Pero es mutuo... Somos como hojas movidas por el viento (me río). Es que un café siempre es insuficiente. Él es capaz de transmitir lo que la conciencia no llega y el corazón no revela. Él con una mirada o una "no mirada", con una palabra o un silencio, es capaz de interpretar el pentagrama que mi cara dibuja con mis expresiones. Tiene truco, claro, son muchos años juntos. Muchas cosas vividas. Es la gasolina del motor que a veces me falla. Es el... "espabila, Patri". Es mi juez, mi abogado y mi guardaespaldas. Es sentir que compartes más que sangre. Sentir que formas parte de una familia, y que por él matarías, pero es que él por ti también.

Los años nos ha dado paciencia y tranquilidad. Los años nos ha dado un poquito más de mecha, pero solo un poco. Sin embargo, somos igual de dejados, igual de broncas, igual de luchar por lo nuestro hasta morir, somos impredecibles, caóticos, despistados, alocados y en el fondo, muy de los nuestros. Y eso con cada una de las palabras que me has dicho, una vez más, me lo has demostrado. Está bien saberlo, pero está mejor oírlo de alguien que te conoce, te valora, que incluso a veces sin comprenderte, te escucha y te apoya.

Nos hemos hecho mayores... Me he casado y tú vas camino de ello. Pero lo nuestro no cambia, vive en el tiempo. Aceptamos los caminos que hemos elegido y a las personas que nos acompañan, los respetamos y los hemos incluido en nosotros, un nuestro núcleo. Pero un café a solas, un momento de desconexión, un momento de ponerte en modo avión, con un amigo siempre te pone el contador a cero. Creo que eres el mejor en lo tuyo, de verdad que lo creo. Eres el mejor en eso de ser amigo, en ser familia, en querer. Eres el mejor en enseñarme a mejorar, en pulirme a base de broncas, pero es nuestro estilo... Eres el mejor amigo que se puede tener. 

Esto bien parece una carta de amor, y sí, lo es. Hay muchas clases de amores, hay muchos sitios en mi corazón para todos. Gracias a él, a sus conversaciones, a su ánimo, a forzarme casi a quedar con chicos, conocí a Javi. Si si yo hablara... Podría hacer un libro de él, de nuestros momentos, de una de las historias más bonitas que hay, tendría hasta banda sonora... (muy a mi pesar, sería flamenco, otro motivo para discutir). La historia tendría sitios emblemáticos como "La casa de Papel", el nuestro sería el gran cartel de "Porcelanosa"... Ay, mientras voy escribiendo, me voy riendo.

Bueno, aquí lo dejo que es tarde. Si hemos venido a hablar de amigos... Eres tú.




Así funcionan las cosas

 Últimamente cuando me levanto por las mañanas tengo un montón de visitas en mis entradas (escritas por mí) y un montón de mensajes directos o privados a través de Facebook y Twitter. Lo de Instagram se pasa un poco de la raya. Mis cuentas son públicas (me refiero a Instagram, Twitter y la página de Facebook que lleva el nombre de mi blog, no mi perfil personal) pero no para ligar. Es más, si os metéis en mi muro, en Instagram, así de primeras encontraréis a mi marido. Y si bajáis más, son fotos de mi reciente boda. Y me hace gracia, de aquella manera, el "bueno... podemos ser amigos, ¿a qué te dedicas?". No habéis pillado nada, o... ¿no queréis pillarlo? Mi álbum de "fotopenes" por lo menos se ha quedado estancado. Vaya temporadita, majos... Aún me sigo preguntando si eso le ha funcionado a algún hombre. No sé, vas como enseñando (literalmente) la sorpresa por ahí, no dejas ya nada a la imaginación. Bueno, dejo ya este tema... Que quiero ir al lío de hoy.

Me habéis preguntado cómo manejo las redes sociales. Si he bloqueado a alguien, quién puede ver esto. Supongo que muchas (y sí, hablo en femenino porque son mayoría ellas) habéis probado a escribir y os ha gustado. No sabéis lo que me alegro. Solo os pido que cuidéis las faltas de ortografía.

Bueno, pues en Blogger escribo para todo el mundo. Solo tengo capados los comentarios por un problema que tuve en 2019 y no quiero volver a tener. Pero es de acceso público a todo el mundo y no puedo bloquear a nadie.

En Facebook, para las que os habéis centrado en esa red, no es que publique en Facebook nada, de hecho, en mi página personas ni siquiera hago mención a las entradas que publico en "Desde mi ventana" de Facebook. Es también público, el único cambio que veo (hasta donde yo sé porque las tecnologías y las redes sociales las uso en plan usuario, nada más), es que si bloqueas a alguien con tu Facebook personal, él o ella podrá seguir viendo tu blog, a ti te aparece como un usuario sin foto y sin nombre, pero vamos, que si has bloqueado a alguien, blanco y en botella, aunque también te puedes confundir, ¡ojo!

Y en Twitter e Instagram no publico tampoco nada, quizás el enlace y ya está. Porque donde más me explayo y donde más me gusta expresarme es en Blogger, las otras vías son como focos de luz, una manera más de darse a conocer mi blog.

Así que cuando me habéis preguntado si mi madre lee ciertas cosas... Os digo que no. Hace mucho tiempo, llegamos a un acuerdo. Ni ella lo quería leer ni yo quería que lo leyese, puesto que todo empezó como diario y como una terapia que hice con una psicóloga. Era un experimento que nadie sabía que de aquí iban a salir tres novelas y bueno, que llevara escribiendo desde el año 2013. Y... que vosotros, me respondéis a todo. La verdad que es maravilloso la magia de esto. Y las historias que me han llegado me parece increíble.

Respecto a las dudas de protección de datos. Tengo el permiso de mis amigos y de mi marido. De mi gente, no tengo problemas en publicar ni sus nombres ni nada. De otras personas, compañeras de trabajo, niños, familia política ni se lo he planteado ni lo haré. Siempre evitaré publicar nada precisamente por mantenerlos en el absoluto anonimato. Es decisión mío ya que os digo que ni siquiera lo he hablado con ellos, pero es mejor así, porque luego empezamos es que dijo, es que puso, es que publicó, ya me entendéis, ¿no? Y pasando de rollos. Al final, el blog siempre queda muy abierto al público y no hay necesidad. Además, en eso estoy de acuerdo con mi marido, en que cada parte de la familia es de cada uno. Yo con los míos los podré llamar de todo y podré escribir de ellos lo que yo crea, las consecuencias de ese acto serán exclusivamente para mí. Y hablar de todo lo que me corresponda a mis pensamientos, mis sentimientos, mis puntos de vista, mis opiniones... Parece egocéntrico pero es que mi blog lleva mi nombre, no de nadie más.

Es más, hace mucho que no hay, pero ha habido invitados que han querido escribir como hicieron Belén, Peter Pan o Carles. Y lo han hecho de lo que ellos quisieron sin ningún tipo de condición, y es que así debe ser. Escribir desde el corazón, lo que te dicte en ese momento. Será erróneo, será complejo, será quizás perjudicial por lo que puedas decir... ¡Puf! No podemos estar a todo y pensar que al habitante de China que llegue el blog de una manera remota y casual, le pueda ofender. Es bastante absurdo si lo pensáis. Es como decir, no subiré una foto al Instagram de esta manera, porque puede ofender a... Pues mire, sintiéndolo mucho, la gente no debe ofenderse tan fácilmente y menos cuando no le toca nada.

Así que esa es la reflexión de hoy, seguiré contestando más mensajes lo antes posible. Gracias siempre por estar al otro lado de la pantalla.



Perdido en tu mapa mundi

 Cuando la elegancia de unos pasos se contonean en el movimiento celoso de mis ojos, no me queda otra cosa que suspirar y seguir caminando al lado de ellos. 

Manu Melero

No hay camino recto tan soberano como el que lleva a tu boca. Aunque yo, si te soy “sincero”, fui más de curvas peligrosas, de hojas en blanco entre una palabra y otra, sin margen de error, ni de perdón por un desliz en poemario ajeno. Hay curvas tan dulces y a la vez tan peligrosas, donde una pluma no sabe poner el punto y final. Que si describo tu sonrisa, me comes a besos. Que si describo tus ojos, tus miradas me dejan ciego. Que si agonizo al describir tus pechos, los vistes de palabras. Qué si describo tu pubis, quieres que te coma el co... Cómo quieres que no resulte peligroso quitarte el invierno de tu poesía, si solo pensar en curvas, me pierdo en tu mapamundi.

Que si giro a la derecha, me abrazas. Que si giro a la izquierda, te desmelenas. Que si sigo recto, freno en seco a observar el precipicio de tu boca. Y me paro, dejo que cada semáforo de tu sonrisa sea en rojo. Y así distraerme entre semáforos en verde a nuestro amor.



¡La conciencia ha hablado!

 Tras pasar por urgencias hoy, he tenido a la conciencia hablándome todo el día. 

Para los que luego me preguntáis, ha sido algo leve, en menos de una hora estaba de nuevo en casa. La verdad que increíble la atención en el Hospital Infanta Elena, he tenido hasta un celador acompañándome por todo el hospital y en todo momento. Pues eso, genial dentro de lo que cabía.

Sabéis lo dura, extremadamente dura que soy con los miembros de mi familia. Y no hablo de mi marido, sino de mi familia de sangre. Pero este mes, este dichoso mes, en el que me encuentro como he expresado en varias ocasiones tan mal, me han ayudado de una manera que jamás hubiera ni esperado ni imaginado. Para empezar, mi hermano. La relación con mi hermano siempre ha sido de hermana mayor a hermano pequeño, pero Pablito ha crecido, ha roto la hucha y me ha dado todo lo que podía, sin pedir nada a cambio ni siquiera un "¿para qué?". Mi madre, compras y más compras de comida para que no nos falte de nada. Compras que después me he enterado que muchas cosas venían de mi abuela, que se ha dejado su pensión en ayudarnos. Comprándonos cosas que se nos han roto. Mi padre haciendo de taxista para todo lo que he necesitado.

Y pensaréis, lo normal de una familia. ¡Ay, si supierais...! No voy a decir nada más, porque las cosas de familia, de familia son. Pero igual que decimos lo malo, también hay que resaltar lo bueno. Ojalá esta etapa dure lo que tiene que durar y salgamos adelante... de nuevo. 

También hay otro tema que me ha venido a la cabeza mientras miraba la hora en la sala de espera. La salud de mi padre empeora cada día, ya sabéis, el covid y sus secuelas... Y toda la familia me llama, para decirme "oye, ¿has visto a tu padre? ¡Qué mal está!" Sí, la verdad es que suelo verlo, porque intento (dentro de mis limitadas posibilidades) ir a verle todos los días. Ante esto, no tengo mucho más que añadir. Lo he dicho en más de una ocasión, ante el miedo o la preocupación, mis emociones se van, mi cuerpo absorbe el frío sin dejar que exprese nada. Es más, ni siquiera me sale por escrito.

Así que... Aquí lo dejo por hoy. No estoy muy inspirada la verdad, y hay muchos temas que no quiero contar ni entrar en detalle. Está como muy esquematizado todo, pero solo escribo lo que quiero contar, ni más ni menos. No dejo nada al azar, por eso me parece tan mágico escribir, porque al hablar, puedes patinar y decir algo que no debas, pero cuando te sientas ante tu ordenador, a ordenar tus pensamientos y a dejarlos escritos, es diferente. 

Solamente quería... Quizás, hablar conmigo mismo y ver el lado positivo de las cosas, que a veces se nos olvida. Y lo injusta que soy a veces, o posiblemente no, posiblemente de quien hablo también son personas y fallan, o simplemente opinan diferente o vaya usted a saber... No voy a ponerme a estas horas a dar clases de psicología y comportamientos de cada una de las personas a las que he nombrado, me da un poco de pereza. Como diría Scarlet O´hara, después de todo, mañana será otro día.

P.D. Infinitamente... Gracias a mis amigos... Siempre, siempre, ellos. No fallan ni queriendo.



miércoles, 19 de enero de 2022

No lo sé

 Tu sonrisa dulce me hace retroceder a tiempos donde el futuro solo era una playa atardeciendo a fuego lento, sumergido en púrpura. 

José González

No lo sé, Tal vez, me esté diluyendo entre mi memoria, pero hay algo que me hace agonizar, no sé por qué. Le desgarro a cada uno de los poemas que escribo las ganas de versarte otra vez. No sé, ¡Si es la afluencia de distancia, que me ruboriza cada poro del miedo, del sin sentido a verte y temblar de emoción, como esa primera vez! Tal vez, no sea yo, el que busque besos pluscuamperfectos, ni abrazos esdrújulos entre tu sílabalengua y la mía. ¿Y si se te ocurre buscar el significado de cada una de estas palabras? Quitando, el, invierno, a, la, poesía, el significado sea el mismo: Tú, conmigo. No sé, si un sinónimo de feliz, puede llegar a ser, duda, miedo, cobardía, pero con peor significado posible, llamado amor. ¿Qué es amor? Te preguntas. Cuando tú, revolucionas diccionarios, bombardeas la Wikipedia, sin más sentido que encontrar la variante perfecta al placer sin sexo, al sexo con letras, al orgasmo perfecto en este poema No sé si olvidaste, que ayer nos conocimos y hoy tal vez, nos volvamos a ver.



Dices tener miedo

 Ojalá todo lo que dejemos sea por amor y no por miedo. 

Aida Davinia

¿Y tú? Que dices no saber cómo entrar en los bares, que tienes miedo, que tu única arma es la poesía. Dices tener miedo a la barra del bar a la barra de labios que un día perdiste al poner tu firma, tiemblas nada más oír el murmullo de la gente. De esa gente que te quieren escuchar recitar cada verso, aún sin saber que ese día, ese día, estás más jodida de lo habitual. Ellos no saben que has perdido el último tren, que has rasgado el billete de metro a la felicidad. ¿En ti? Ahora solo hay razones, sopesar hechos ahora es inevitable. ¿Y cómo decirles ahora a esa gente?, que solamente tienes ganas de echar el cierre a ese bar, de romper copas, de saciarte de soledad, de emborracharte sentada en un taburete, de pedir siempre una última copa, de acostarte con el camarero de camino a su casa. Y al fin decides, dejar de escribir ese poema para otra ocasión y salir a versar cada suspiro que te dedique tu público.



Sabes

 Vuelve, y tráeme de nuevo el verano. 

@LopezZara

Sabes que no volverá. El tiempo pasado, las risas, las últimas copas, el humo de los porros que nos fumamos después de follar. Sabes que no volverán, los besos, los abrazos, la distancia que tanto hizo querernos. Sabes que no volverá, ese espacio de tiempo en que solo eras una. La única. La de, por ti moriré, la de que solo tú me harás el amor. Ahora sé que no volverás, ni volveré. Aún sabiendo que dormimos en la misma cama. Que yo leo a Elvira Sastre y tú te lías con Grey. Que yo soy un cortavenas y tú solo ves el mundo al revés. Pero eso sí, yo, sé una cosa. Qué te quiero, qué te quise, y joder, qué siempre te querré.



Quise entender tus emociones

 Te quería así, demasiado, tanto que mi cabeza llegó a dudar si invitarte a pasear y pisar las hojas secas de mi otoño. 

César Poetry

A veces quise entender por qué Borges te desnudaba en cada uno de sus libros pero sin nombrarte, sin mencionar que eras su musa cuando deseaba leerte entre líneas. Quise entender por qué él quería desnudar cada una de tus estaciones. Tu sonrisa primavera, tu ardiente verano, tu romántico otoño y tu invierno melancolía. Me fascinaba pensar, que cada soneto era un día en que un amanecer era pecado de besos, un huracán de razones por vivir, un punto y aparte entre la rutina y tu poesía. Intente razonar con cada uno de sus poemas, sonetos en que los lunares de la vida eran el reflejo de tu luna de poesía, el camino entre un verso dedicado a ti y un beso con latigazo de pluma, la cual bordeaba tu nombre en un sinfín de razones a quitarle el invierno a la poesía. Pero por mucho que uno intente entender tales desnudos de sentimientos, solo se puede llegar a la conclusión, que a la poesía, solo se la puede desnudar de una manera y es, queriéndola hasta la muerte.



Comerse la luna

 La palabra circular de la infancia para salvarnos la mirada, para devolvernos la vida. 

Mayte Albores

A veces quisiera volver a ser un niño para poder comerme la luna a pedacitos. ¡Lo mejor de comerse la luna es volver a viajar a Nunca Jamás! Volver a ser imprudente abriendo sobres de sonrisas, de inocencia, de prudencia con su debido descontrol. Comerse la luna es llegar al infinito, donde tocarla con la punta de los dedos no es un sueño, Ni una ilusión, ni un equívoco. Comerse la luna es poesía, es sed, es mar, es todo, si ese sabor conlleva la felicidad. A veces quisiera volver a ser un niño, deseando no saber escribir poemas ni versar a la luna ni hacer de ella una canción de cuna.

¡Ser un niño! Solo quisiera ser un niño y mandarle cartas de amor, sin matasellos, ni distancia, ni agonía. Ni excusas baratas para tenerla cerca, siempre cerca para que la punta de mis dedos rozara su contorno en cada sonrisa que ella dibujara. Para quitarle el invierno a la poesía.



No quiero que amanezcas

 Eres el mejor insomnio que he tenido nunca. 

Raúl Parra Versos Nómadas

No quiero que amanezcas soñando con otros, no dudes que soy tan cabrón que mal pienso que lo haces. Que esos gemidos a media noche mientras mi cuerpo duerme, son orgasmos provocados por esa última página de Mi Chica Revolucionaria. No culparé a Diego por la poesía, ni a la luna por la distancia, ni a Pedro Andreu por escribir Laura y el sistema. Sí, está claro. Que ellos saben seducir con la lengua y matar de orgasmos con la boca. Pero es que no soporto que te corras con otro que no sea yo. Ni que un juglar recite entre tus piernas ese poema titulado La manzana prohibida. Y claro está. Cómo no saber que el invierno con su poesía no es frío, si al amanecer tiemblas de poesía. ¿Pero sabes una cosa? Que lo entiendo. A veces, la poesía, es mejor que el sexo.



Cuando salgamos de aquí

 Lo malo del frío es que lo congela todo menos las ganas de ti. 

María Givernau

Cuando salgamos de aquí, te invito a recorrer intimidades rincones escondidos entre este último poema y Madrid. Te invito a tomar esa última copa de poesía en cualquier bar ni que esté a la vuelta de la esquina. Porque sabemos que la felicidad está en cualquier esquina contigo. Dejaremos el violín aparcado, pero no su melodía, ni su fragancia del aroma que desprendía mientras devorabas los versos que yo lanzaba. Te enseñaré callejones nunca vistos, lunas por amenizar, bancos llenos de historias. Y si me dejas destriparemos aceras, cruzaremos los semáforos en rojo, comeremos nubes, fotografiaremos portales con el número 69, pero siempre con poesía. Cuando salgamos de aquí, si lo que quieres es perderme de vista deja que al menos mi último verso te acompañe toda la vida.



Tiras la piedra

 No es complicado, tú, solo abrázame, hasta que sientas que los latidos de mi corazón, bailan al mismo ritmo que los tuyos. 

Felicidad González

Tiras la piedra en forma de verso y luego escondes la mano, la boca, la pluma. ¿Y cómo quieres que así? Te sienta, te destripe, te odie, con algo de amor de por medio. Te escondes quitando el invierno a la poesía, poniendo el kilómetro uno a Madrid, echándole sal a tus poemas y de vez en cuando le vas contando al viento, que te gustaría que un día la vida fuera feliz poniéndose de tu lado. Que te gustaría hacerme la mujer más diva sin tirar piedras, ni versos, ni medias tintas a musas ajenas que no sea yo. Pero da igual tú sigue así, que tus poemas son más fieles que la distancia.



Cama bipolar

 Dime de qué tienes miedo si esto era solo un poema. Un poema roto para ti 

Pedro Andreu

Esa noche vi el miedo. El miedo de quitarle el invierno a la poesía y no ser capaz de dar un paso adelante para no temblar, para no saber bien el porqué de ese motivo, de esa situación tan escalofriante y a la vez tan tétrica. La intención era quitarle la ropa a la poesía, desnudarla sin prisas, primero una... Una P, una O, una E, una S, una Í, una A. Pero aún así el miedo persistía, ya hacía tiempo que esa cama era bipolar una noche de amor y otra de reproches. Una cena romántica y mil sin mirarnos a la cara. Un día de felicidad y diez de rutina.

Y así, como un calendario en números rojos, cada día, era un día de tener miedo, de encontrar razones para no ser capaz de quitar esa bipolaridad a lo que un día fue poesía. Donde un verso hacía comerse la boca, donde un poemario era un desnudo de sentimientos, donde un soneto cortavenas era un “nada sucede porque sí”. Y ahora el miedo, es tan bipolar como mis sentimientos. Y yo sin ser capaz de ahuyentar al monstruo del armario que me canta una canción cada noche, donde la realidad de mi miedo, es que el deseo es una canción inacabada.



sábado, 15 de enero de 2022

PAZ

 Después de sentir la calma que me rodea, volver al caos no me interesa.

No ha sido fácil, a veces mis demonios hacen mucho ruido en mi cabeza, pero he aprendido a silenciarlos.

Los he adiestrado poco a poco, por eso no me da la gana de aguantar los ajenos. 

¿Qué si soy egoísta? Sí. Tal vez. No. No me importa.

Mi PAZ no está en venta,  mucho menos la regalo.

Manejo mis ansiedades  como toda una sobreviviente, por eso no permito guerras  que no me pertenecen.

Me cansé de dar permiso a que me hagan sentir menos.

Me ha costado sanar, pero lo sigo haciendo.

Me he curado de algunas cosas, me faltan muchas otras.

Estoy cultivando mi interior. Estoy floreciendo.

Sigo alimentándome de amor propio. Y todo lo he logrado, colocándome SIEMPRE en primer lugar.



Dame

 Dame una cita con derecho a roce, a goce y lo que surja.

Dame una tarde que invite a la noche y más allá, para  compartir nuestros vicios y vernos de cerca. 

Dame solo un día, una hora, un lugar, un planeta... para una cita. Y ya no necesitaremos ni el reloj ni los astros, ni siquiera los pies en la tierra, para saber en qué punto estamos.



Ella

 Se cree tímida, pero no sabe ni quiere estarse quieta. Es que teme ser libre, pero no admite ataduras. Salvo algunas noches, cuando su espalda vuelve a ser montura y me ofrece el animal más bello del planeta.



Mis vicios

 Quiero quererte con el temblor de tus muslos... llenos, acomodados a mis expectativas. Quiero quererte con el silencio que desnudas y defines entre gemido y gemido. Quiero enamorarte  envolviéndote con mi lenguaje, con mi morbo, mi soledad, mis rarezas, mis manías...  Quiero que mis vicios se conviertan en los tuyos.



 Quiero quererte mientras me observas desde la cama escribiéndote. Quiero que mis palabras te hagan pensar y que te exciten. Te quiero natural, te quiero tú, con tu pervertida sencillez. Te quiero querer mientras sudas conmigo tus más  intensas pasiones… Sin preguntas, sin horas de conexión. Quiero conversaciones largas sólo con miradas. Quiero orgasmos con sonrisas. Sencilla. Buena. Tú.



Esos momentos

 Reírse tan fuerte hasta que te duelan las mandíbulas. Una ducha caliente con esa chica que te gusta. Una mirada especial. Encender la radio justo en el momento que están poniendo tu canción preferida. Quedarse tumbados en la cama escuchando la lluvia. El perfume a vainilla de su pijama en tus sábanas. Un gol en el último minuto de la final. Un trago de coca-cola. Una llamada de alguien que no esperas. La sonrisa feliz de un amigo. Una bonita conversación. La satisfacción del trabajo bien hecho. Mirar las estrellas a las cuatro de la mañana una noche de verano. Releer aquella carta. Recordar ese beso.



Maravilloso

Maravilloso...

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender... Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los frutos tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte,que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo por de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicadas al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...

J. L. Borges



viernes, 14 de enero de 2022

La persona correcta no levanta muros entre vosotros, te "empotra" contra ellos...

Creo que debo esta entrada a mi marido.

Hemos pasado un bache durante la cuarentena de nuestro Covid, siete largos días. No recordaba que estar encerrado fuera tan malo, de hecho, fui de las que me acostumbré bastante bien cuando pasamos tres meses (creo recordar) encerrados. Me gustó hacer una nueva rutina, diferente y enfocada a mí. Fue la primera vez que me dediqué exclusivamente a mí y ocurrió cuando más lo necesitaba. 

En esta mini-cuarentena, me he sentido estar dentro de la casa de Gran Hermano, llamadas a todas horas por parte de todo el mundo, videollamadas como si jamás nos volviéramos a ver, mensajes del tipo: "cuando salgáis de esta, quedaremos". Nadie ha dudado en ningún momento retomar nuestra vida pasados esos siete días. También he notado "culpas" de haberlo cogido yo, y yo solo fui la que dio los síntomas primero a raíz de mi vacunación, ni siquiera por el mismo covid. He notado dedos apuntándome que en principio, me dolieron. Ahora me río. Porque tras estos días en los que he meditado, me quedo con la parte positiva: he pasado el tiempo que necesitábamos en familia, disfrutando los unos de los otros. Y la familia somos tres como dice mi marido. Al principio, me sentía mal por pensar como él, pero cada día lo veo más claro. Al decir "Sí, quiero" formé mi propia familia, y es así.

También en mi meditación, podría haberme sentido culpable de ir a la cena de Navidad con mi abuela, con mis tíos, primos, etc. Pero es que lo volvería a hacer. Lo volveré a hacer hasta que la abuela falte o sea mi abuela (como ocurrió el año pasado) quien diga que no quiere cenas y encuentros de ningún tipo. Y os prometo, y Javi es testigo, que en principio es una cena que me da pereza. Pero son los míos, y la vida tiene los días contados. Y la ley de vida siempre manda. Mientras esté mi abuela y bajo su deseo, cenaré con ellos las veces necesarias, y aun sabiendo que iba a ocurrir, volvería a hacerlo. Hago hincapié aquí porque el señor del famoso número de teléfono 900 que da la Comunidad de Madrid, me dijo que me contagié entre los días 24 o 25 de diciembre (día abajo o día arriba). De la cena nadie más salió con covid, lo más seguro es que ya lo llevara incubando unos días (probablemente un par o un día antes de Nochebuena). Pero como dice Javi, eso es lo de menos.

He sentido mucha presión en un momento donde no puedes coger la puerta e irte a respirar. No. No puedes si eres responsable. También me ha pillado en un momento en el que estoy muy baja de ánimo. Pero gracias a mis amigas, y sobre todo, porque hay muchas cosas que me guardo para mí, a mi marido.

Anoche tuvimos una conversación de esas típicas que solo pueden suceder en la cama con las luces apagadas y yo dándole la espalda. Le conté mis verdaderos sentimientos, con miedo y vergüenza. Me desnudé ante él como nunca lo había hecho. Hay una cosa que me da sueño y me lo quita a partes iguales, y él tenía que saberlo. Lo entendió y creo que él, a su manera, se abrió. Os puedo resumir, muy resumido, que me siento vacía personalmente, es decir, como individuo. Mis objetivos, aspiraciones, sueños están estancados o simplemente se han esfumado. Como ser humano me siento más una carga que una aportación al mundo, y cuando digo al mundo es una forma de generalizar para no entrar en detalles. 

La vida no es como la había pintado, ni diseñado, ni pensado... Creí que al independizarme cambiarían muchas cosas, más de lo que se han producido. Javi me entendió. Le escuché con atención sus palabras. Y por una vez, creo que me entendió. Porque hablar con Javi, depende de qué cosas, es... "bueno, no pasa nada, no lo pienses" o "no te preocupes, ya se pasará". Como si le quitara importancia a todo, absolutamente a todo lo que a mí me inquieta, pero esta vez fue diferente. Creo que a oscuras, yo me expliqué mejor y él lo entendió perfectamente. Entendimos cada uno nuestras posturas, nuestros puntos de vista y llegamos a una conclusión. La conclusión que siempre él ha defendido ante todo el mundo y que de alguna manera, le di la razón sumándome a ella. Nosotros dos somos un equipo que no podemos consentir que gente externa nos cree brechas. Porque al final, nuestras discusiones siempre vienen por alguien de fuera. Nosotros, a decir verdad, no hemos discutido nunca por nada nuestro. Nos toca confiar el uno en el otro e ir superando lo que nos venga juntos. Sin escuchar lo que la gente opine. Sin escuchar esos juicios de valor de muchas personas que encima no se lo hemos pedido. Apoyándonos en amigos de verdad e ir sumando etapas.

La cosa se puso seria durante la cuarentena. Y es que mi carácter me impide callar nada, cosa que aunque a Javi le moleste, finalmente me lo agradece. Por mi parte, también estoy haciendo el esfuerzo de no meterme en nada de sus asuntos, aunque él me lo pida, pero creo que es mejor así. Ayer entendí de que cada uno es como es. Somos un equipo sí, pero formado por dos individuos bastante diferentes la verdad. Yo actuaría de otras maneras, él lo sabe. Es más, es su lugar, he actuado de otras maneras puesto que yo he pasado por esos caminos. Pero es él quien debe tomar sus decisiones tanto acertadas como erróneas y solo él. Si se equivoca, aquí estaremos, si acierta, pues lo mismo.

No sé para él, pero para mí la conversación de ayer marca un antes y un después, porque nunca jamás he sido tan yo con nadie, incluido él. He sentido lo que es estar en pareja y formar parte de esa media naranja de la que hablan. Me cuesta abrirme aunque parezca mentira. Prefiero estar siempre en un segundo plano y para desahogarme siempre está mi blog, aunque algunos lectores después lo utilicen como arma arrojadiza, pero como dice mi marido, aprende a pasar. La libertad de expresión y todo en lo que creemos debemos llevarlo por delante mientras no nos saltemos ninguna ley.

Esta es la conclusión de anoche que quería escribirla y compartirla con vosotros. Está muy resumida y poco detallada, pero creo que se entiende. Que una vez más somos fuertes como pareja. Una vez más cuando uno cae, como es mi caso ahora mismo, el otro lo rescata. Y como última pincelada dejar claro que una pareja es de dos. Solo y exclusivamente de dos. No hay sitio para nadie más, y que esos dos necesitan una intimidad que muchas personas ni piensan ni entienden. 

P.D. Javi, te quiero como nunca antes he querido a nadie.




ENERO

 1. La locura es una de las prendas más sensuales de la poesía.

2. Deja un rinconcito en tu cama y que en ella quepa la palabra poesía.

3. Mientras tengamos recuerdos tendremos poesía.

4. Las chicas listas siempre huelen a poesía

5.  Que los poetas nunca dejen de rabiar poesía.

6. Teníamos dos cosas en común, la poesía y la distancia.

7. El mundo no está tan cuerdo, si no es capaz de entender la belleza de tu poesía.

8. Tienes los labios color poesía.

9. Tú vuela con tu poesía, que yo no te cortaré las alas.

10. La poesía es esa mujer que se deja desnudar sin quitarse la ropa.

11. La poesía es la prenda más sexy que viste a una mujer.

12.  ¡Tú sigue leyéndome! Que al final te haré poesía.

13. Ahora que tus labios muerden mi poesía.

14. Casualidades de la vida, apareciste tú y la poesía.

15.  Deja que te enseñe lo que nadie jamás ha visto en tus ojos... ¡Se llama! Poesía.

16. La gente buscando pokémons y yo aquí disfrutando de tu poesía.

17. En ninguno de mis planes estaba previsto que fueras mi poesía.

18. Su sonrisa era para mí una fuente de poesía.

19. La vida solo tiene dos cosas: colores y poesía.

20.  La sonrisa y la luna van al unísono de tu poesía.

21. Te reflejas en el espejo y solo se refleja poesía.

22. Viajar contigo al unísono es poesía.

23.  No hay artista que sea capaz de moldear tu poesía.

24. Tú sigues tan sencillamente poesía.

25. No hay luz sin tu poesía.

26. ¿Por qué mirar las estrellas? Si la que tiene más poesía está a tu lado.

27.  No supo valorar la poesía cuando la tenía a su lado y ahora pretende comérsela a versos.

28. Quiero recitarle a los poros que queman poesía.

29. Cuando un poeta te comió la boca y jamás supo escupir poesía.

30.  Y es que la vida es simple si se vive con poesía.

31.  Es difícil describir la poesía y no saber recitarte.