Quiero el desayuno hecho todos los días, una flor cada mañana, un abrazo después de almorzar, un beso en cada hora, un perro al que mimar, un avión para que no haya distancia, una ciudad entera para nosotros, un paso de cebra con nuestros nombres, una mirada que diga "siempre estaré aquí...", un libro en blanco donde escribir y mucha nieve donde hacer ángeles y muñecos con nariz de zanahoria. También un viaje a la luna, una vuelta al mundo, trepar en los árboles de la selva, tirarme con paracaídas y un ordenador que me diga que no publique esto...
Lo quiero todo, incluso a ti.
Y nada de lo anterior me vale, si no es contigo.
Patricia Izquierdo Díaz
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