Monseñor Rouco Varela, cómo puede usted hablarnos sobre el sexo y el amor si no tiene usted experiencia? Cuénteme cómo supera un desengaño, cómo afronta usted un fracaso, si ha tenido alguna vez un gatillazo... ¿Con quién se ve alguna noche de luna llena y su cuerpo no obedece y se revela?
Monseñor Rouco Varela dígame usted que familia es la normal, si nunca pudo formar ninguna de ellas. Sin pareja o descendencia, ¿cómo puede usted hablar de los demás? ¿Cómo se atreve a juzgar lo que nunca llegó a probar? Ni ha llorad por amor, ni ha tenido la sensación de una piel que se estremece por el roce de su voz.
No se atreva usted a hablarme Monseñor, hablar, hablar, hablar, hablar y no saber de nada, prefiero mis pecados a la luz de su ignorancia. Habla, hablar y hablar y no saber de nada, me quedo con la vida terrenal, no creo en cielos de palabras.
Luis Ramiro
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