Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje, y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno, pues ya estás en una jaula, tú misma la has construido. Y en ella seguirás, vayas donde vayas, porque no importa dónde huyas; siempre acabarás tropezando contigo misma.
Desayuno con diamantes
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