Tuve un novio cabrón,
justo cuando pensaba
que me había tocado la lotería
y que lo de Walt Disney
no era locura transitoria.
Con él aprendí
que estaba destinada
a darlo todo
para sentirme
vacía
una y otra vez,
y que aquel
imbécil que hizo sangre
era el primero
de muchos otros
que vendría después
a levantar una herida
que aún hoy
mimo cada mañana.
Saray Alonso
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.