Siete vidas mínimo

El blog no cierra por vacaciones. Al mando se queda el capitán del velero. Me presento, me llamo Alejandro (Peter Pan, para vosotros). Mi historia ya la conocéis o parte de ella porque Pati se ha encargado de ir narrando las cosas que nos pasaban, pero aún así, yo también quiero dar mi opinión y escribir ya que es mi trabajo. Soy editor, entre otras cosas. Conocí a esta maravillosa mujer cuando era una niña, apenas tenía veinte años cuando entró en mi despacho porque había escrito su primera novela. Vi potencial en ella cuando la leí, y sabía que pertenecía a alguien que tenía mucho que contar. Eso te lo da la profesión y la experiencia. 

Al hablar con ella, era muy dulce, muy tímida, nada que ver con lo que es ahora. Me encantó, simplemente me enamoré nada más verla. Esa chica era mía aunque era muy joven para mí, tenía algo que la hacía mayor. La pregunté por su cuento favorito... "Peter Pan", casualidades de la vida supongo, porque el mío también lo es. Llevo a Peter Pan tatuado, a los niños perdidos y al país de Nunca Jamás. Ella, no sé si lo sabéis, lleva tatuada a Campanilla. Esto, no sé cómo lo veréis, ¿son cosas del destino? Si la preguntáis a ella, no. Ella no cree en los cuentos de hadas, ni en nada... O eso dice. En el fondo, sé que es una princesa esperando a ser amada. La invité a salir, y nada más que recibía rechazos. Fue duro el quedar con ella. No me dejaba. Pero insistí. La quería y lucharía por ella, yo no abandono. Tras siete años, yo no abandono lo que quiero y lo que es importante para mí.

Ahora mismo se está duchando porque pienso en sacarla a comer antes de volver a Valencia. Y éstas cosas, salen solas. Y porque mi trabajo me obliga a irme, sino disfrutaría de su compañía eternamente, siete vidas mínimo.

A Pati, hay que conocerla, hay que entrar en ese corazón en que hay sitio para todos, pero que no es fácil. Sólo entra quien se lo curra. Quien está día a día. Bueno, recientemente se le ha colado uno que no debería, pero ya estamos los demás para echarlo. Ella es intensa, es de todo o nada, crea dependencia en los demás, no sé explicarlo, nunca he sabido, pero si la conoces, te quedas, a su lado, es increíble, es la única persona que siendo borde, siendo un cactus, la abrazarías, te pincharías por ella. Es fascinante para los que la conocemos.

Hay algo de lo que me gustaría hablar y espero que no se enfade. En julio, casi la perdemos todos. Fue un domingo... Ella jamás hablaría de ello en su blog, y tampoco la he escuchado volverlo a mencionar el tema, pero voy a hablar de mí. Ese día supe que la amaba con todo mi corazón y recé, recé a Dios, al cielo, a todos los santos... A cualquier cosa que haya ahí arriba para que me la devolvieran con vida. No me gusta correr con la moto, y menos con un coche. Pero el trayecto que hice de Valencia a Madrid, fue un suspiro. Aún me cuesta a mí expresar todo lo que sentí aquella noche. Esa noche... Esa mañana de después, solo lo sabremos las cinco personas que estábamos allí con ella. En mi opinión, creo que Pati debería comentárselo a sus amigas, a las más allegadas, por lo menos. La amo con todas mis fuerzas, y yo tampoco puedo seguir con relaciones que no van a ninguna parte. Si me acuesta con otra y estoy pensando en ella.

¿Sabéis lo más alucinante de acostarse con Pati? No es el sexo en sí, yo soy de los que van más allá. Es su despertar. Pocos lo han visto, se levanta preciosa... De buen humor, de ganas por iniciar un nuevo día, con toda la fuerza, que no sé de donde saca... La admiro. 

Os voy a dejar de hablar de ella, porque al final alguno se enamora y me sale más competencia de la que tengo ya. Aunque estoy seguro de que esa competencia, se reduce a un motero y éste no va volverá. Él es así. No voy a escribir sobre él. No le conozco, no voy a juzgarle, cada uno es libre de actuar como quiera, pero que no ha dado ni una, eso lo tengo claro. Eso se lo dejo a otro Alejandro... 

Vamos escribiendo, disfrutar del día tan soleado que tenemos en Madrid. No os quedéis en casa.

Peter Pan