Hoy es un día importante, 2 + 1. Dos años de nuestra boda y tres desde ese primer beso en nuestra cita.
Quiero compartir algo que leí hace poco y me hizo reflexionar.
No es cierto que cada día quieras más a alguien. Hay días de todos los tipos. Hay días que sí, que le amas más intensamente que el anterior, pero luego, hay otros que parece que te alejas. Y luego vienen los días en los que el amor se mantiene estable. Y así, sucesivamente.
Lo que he aprendido estos años con Javi, es a no temerle a la inestabilidad del amor, a la rutina, al sentimiento de rechazo o de frialdad que puede aparecer en algunas épocas.
A enfrentarlos como el piloto que se encuentra una nube y sabe que debe atravesarla porque, una vez lo consiga, las turbulencias cesarán.
A saber que, cuando se cultiva el amor día a día con pequeños y casi imperceptibles actos, al llegar a los tornados emocionales, se convierten en el suelo firme al que agarrarte con fuerza y seguridad.
A entender que puedes vivir una vida maravillosa con tu pareja pero que, sin tener con quién celebrarla, no es tan bonita y de tantos colores.
Y a que las personas NO son perfectas, por tanto, el amor tampoco lo será, pero la bondad y la voluntad de cambio, de mejora, de progreso y de cuidado son sumamente importantes.
Gracias mi chico, por estos tres años de amor incondicional y por el mayor regalo que me has hecho... Helena.
Eres el amor de todas mis vidas.
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