Sentir que el silencio duele más que las palabras, que la ausencia del habla crea una gran herida llena de palabras que jamás serán dichas. Esta ausencia, es lo que hubo y de lo que hoy ya nada queda.
Sentirte lejos, sentir el frío invadiendo cada parte de mi cuerpo llegando a helarme. Ver que ni las palabras más absurdas nos unen ya, que la conexión que teníamos se debilitó hasta convertirse en vapor que se esfumó y del que ya no queda nada.
Saber que nos hemos convertido en dos desconocidos que se conocen muy bien, y es que ya no queda nada... tan sólo el aire frío que pasa entre nosotros envolviéndonos y alejándonos cada vez más.
Muy lindas palabras..hermoso poema.. yo también escribo como una catarsis y me ayuda a ver al mundo desde otro cristal :)
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