Ser testigo de lo que no has visto,
sentir que pierdes cuando nunca has tenido,
salvar al que apenas está herido,
matar salvajemente a tu enemigo.
Un vasco profesor mío,
nos contó de la insociabilidad
de nosotros mismo.
Personas disfrazadas de amigos.
Aquellas que tocamos y sentimos,
que juraríamos luchar por ellas,
estar a su lado, sin recibir nada a cambio.
Es mentira, decía un filósofo.
El hombre solo busca su propio beneficio,
el hombre solo busca, atacar al otro,
el hombre solo busca su destino,
dejando al margen a todo el que ha querido.
Patricia Izquierdo Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.