Hoy ha sido uno de esos días grises de otoño en los que la lista de cosas pendientes se acumulan, los problemas se amontonan junto a la taza de café.
Uno de esos días en los que una sonrisa tuya sería capaz de borrarlo todo, de curarme los fracasos... Tal vez todo se arreglaría con un puñado de besos, alguna que otra caricia y una absurda promesa de que juntos salvaremos el mundo.
Todos los días en los que no me haces el amor sin cautela... son esos días.
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