Me marché sin saber si le volveré a ver
sin pedirle las señas porque sé
que al final lo de ayer, solo ocurre una vez
y que a veces te empeñas...
en creer que dar la vida es la mejor de las rutinas,
y también, que puede ser él,
el que alegre cada día dando luz a cada esquina
y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer, he aprendido a lamerme las heridas,
a poner el mundo bajo mis pies.
Levantarme y correr, cada vez que una herida me lastima
sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo, yo...
que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo... yo puedo volar,
vivir en libertad.
Nos volvimos a ver unos años después,
el destino lo quiso y así fue.
Debería volver a marcharme otra vez, pero a veces te empeñas,
en creer que es el destino el mejor de los caminos
y también, que puede ser él,
el que alegre cada día dando luz a cada esquina,
y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer, he aprendido a lamerme las heridas,
a poner el mundo bajo mis pies.
Levantarme y correr, cada vez que una herida me lastima
sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo, yo...
que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo... yo puedo volar,
vivir en libertad.
Malú
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