Pero el amor no se piensa, o no es amor. No se busca ni se controla. No se decide, no se equilibra, no se ata ni se domina. No puede analizarse ni estudiarse. Ni puede ser predicho ni anticipado. El amor no sabe de reglas de juego. No es inteligente. A veces, ni siquiera es sano.
Jesús B. Vilches
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.