Para mí no eres todavía más que una persona
semejante cien mil personas. Y no te necesito.
Y tú tampoco me necesitas.
No soy para ti más que una persona, semejante
a cien mil personas. Pero, si me conoces, tendremos
necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el
mundo. Seré para ti única en el mundo.
El principito
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