Hoy es uno de esos días
en que uno sólo espera
que alguien le diga algo bonito
algo que le saque de sus decepciones circulares
de una historia de amor pasada de rosca
o de la inquietud de esperar sentado
un cambio de viento.
Porque la mayoría de las cosas que terminan
no te dejan cesantía
y a veces resulta agotador
tratar de ser tan fuerte
y sabes las pocas probabilidades
de que este jueves nos deje
un final de cine entre las sábanas.
Uno de esos días en que
uno tiene ganas de cambiar de domicilio
para instalarse en un presente más amable
porque a veces la vida es injusta
y te secuestra un invierno áspero
y el porvenir es sólo un niño mal vestido
al que hace falta solo un gesto
para cambiar de traje,
justo ese gesto
que hoy soy incapaz
de encontrar.
Marwan
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