Querido Javi:
¡Qué poco se utilizan las cartas ya! Con lo bien que nos explicamos a través de las letras. Aunque... Siempre una imagen vale más que mil palabras. Hace poco comparamos mis fotos con otras personas que han pasado por mi vida. Y tú mismo comprobaste que no hay color, que la propia imagen y el lenguaje verbal hablan solos.
Nos vamos a ir a vivir juntos en menos de una semana. Voy a dar contigo pasos que jamás creí que daría. Vamos directamente a dar pasos agigantados: vivir cada día a tu lado, casarme contigo (en trámite) y quién sabe qué más. Y deberías saber por qué contigo sí y con otros no. Porque eres la única persona (independientemente de que seas chico o chica) que tienes todo lo que me hace sentir bien, lo que permite que sea yo siempre sin miedo a decir una mala palabra y que desaparezcas. Y encima chico, ¡qué suerte, eh!
Javi, eres el primero que pone a la relación el cien por cien, tanto o más que yo. Que te has convertido en mi amigo, en mi chico, en mi macarra por la noche, a quien necesito al lado para dormir. Porque tienes todo aquello que ni siquiera sabía que buscaba. Y a veces, cuando me susurras "te quiero" antes de dormir, siento que me agarras tan fuerte como si tuvieras miedo a que me fuera. ¡Fuera inseguridades! Javi, me quedo, me quedo contigo y tus circunstancias, en los días grises, negros y de colores. Me quedo como la canción de Aitana y Lola Índigo. Me quedo hasta que termine nuestra historia, porque... cariño, nada es eterno, ni siquiera nosotros, y esto solo acaba de empezar. ¡Quién lo iba a decir, macarrón! Que vamos camino de ocho meses, un piso y una boda. ¿Quién me lo iba a decir a mí? Que no hace tanto vagabundeaba sin ningún objetivo, meta o sueño.
Los sueños se cumplen. Mírate. Míranos. Justo en el momento que menos lo esperas (creo, que sigo odiando esa frase, pero qué gran verdad). Eres el mejor padre que conozco. La persona que se desvive por los suyos (ya te lo he dicho en alguna ocasión), que tienes sueños y ambiciones, en un cajón eso sí, pero los sacaremos. Te pondré las alas que la misma vida te arrebató, y el cielo... ¡pues ya lo pongo yo! Que la vida es un viaje, macarrón... Que cada día y momento cuenta, y los nuestros son pura aventura.
Porque no tienes ni idea de lo que vales. Si te miraras como te miro yo, no tendrías ninguna inseguridad, no irías por la vida de puntillas, al contrario, pisarías fuerte, como tu carácter, acabarías dejando marca. La señal de que has pasado dejando huella. Y créeme, la dejarás. Te apuesto lo que quieras.
Detallista, culto... ya que contigo puedo ir a cualquier lado y no dejar de aprender. Porque para ser dos asociales, no nos falta la comunicación ni conversaciones. Porque, Javi, todo el mundo del tiempo contigo, no es nunca suficiente. Siempre se queda algo en el tintero para mañana. Y mañana, desde que estoy contigo, es el término que más me gusta. Mañana. Porque lo habrá. Porque despierto y estás acurrucado a mi lado, como haces todas las noches, buscándome entre las sábanas para no perder el contacto.
Eres la relación más fuerte y estable que jamás he tenido. ¡Y tengo una teoría! Ya no somos niños. Venimos con mochilas, experiencias y lágrimas perdidas en caminos nada agradables, en noches de insomnio. Sabemos andar sobre tormentas, lavas y huracanes. Se nos da bien vivir al límite de las emociones. Nuestro estómago lo sabe... Porque somos los "Hulk" de las relaciones. Porque cada paso que damos, no son empujados por unicornios, ni hadas, ni arco iris... Porque cada paso que damos, es movido por el amor más bonito, maduro y verdadero que he sentido nunca. Quizás por eso, ya no tengo miedo de avanzar, es más, quiero firmar lo que haga falta con tal de que te quedes más. Ojalá tuviéramos al dios Cronos de nuestro lado para darnos siete vidas más como la de los gatos.
Y una cosa más, te quiero yo, y mis amigas te han hecho un hueco en sus vidas. Todas aquellas que siempre me avisaron de los malos caminos, de las personas que simplemente no encajaban en mi vida o en mi corazón. Aquellas que supieron sacarme a flote cuando olvidé nadar. Aquellas que te incluyen en nuestros planes, que cuentan contigo porque ya eres uno más. Y mira que son exigentes, que me quieren y me cuidan como si fuéramos una gran familia. De ellas, sabes que me fío a ciegas. Yo podré sentir por ti mil colores y emociones, pero ellas desde fuera... Han visto algo, te han visto a ti, me han visto a mi... Nos han visto. Y supongo que no hay más que decir.
Nunca fuiste un problema, nunca lo has sido. Las miles de discusiones que tenemos a diario, se deben a lo guerrilleros que somos. Nos echamos pulsos, discutimos con las piedras y en muchas ocasiones, nos retamos. Tú juegas a sacarme las palabras y yo a mantener el silencio que siempre nos separa. Las discusiones, me atrevería a decir que el noventa por cien, son sobre nuestras circunstancias o por gente ajena, pero nunca por nosotros, nunca por nuestra pareja. Eso tienes que tenerlo claro. Discutimos por miles de razones, y Javi... Lo seguiremos haciendo porque somos insoportables enfadados, y callarnos, no entra en nuestros planes. Si quieres un punto optimista... La comunicación no nos falta.
Tengo claro lo que quiero. Y te quiero a ti. A pesar de todo, a pesar de lo que nos ha tocado vivir... A pesar de que la vida, hoy en día, no nos lo pone fácil. Y sí, la boda está en trámite, y no, jamás la cancelaría por nada del mundo. Te encontré. Después de mucho, pero aquí estás. Y no, no voy a dejarte escapar.
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