Es la persona perfecta, lo sé. Es el príncipe que todas esperábamos, lo sé. Es el chico con el que compartir un viaje, una anécdota, una locura, una noche... o varias, es él, con quien compartir una vida.
Es él de quien estoy enamorada, sí. Pero todo eso no es suficiente, no lo es todo, no es lo que quiero. En este caso, pesa más lo malo que lo bueno.
Es fácil, creerme, ¿cómo explicar que te quiero, pero no me gustas? No es tan raro ahora, ¿verdad? Es difícil destruir todos los planes de futuro, el verte a ti junto a mi peinándonos las primeras canas, pero más difícil es quemar los recuerdos, olvidadlos, dejarlos volar para que no vuelvan más.
Esto es un amor recalentado, un amor circular, un amor que se pasó de rosca... Es un amor sin final feliz, monótono, agotador.
No, no voy a dejarme llevar por mi corazón. El corazón es pasional, pero la cabeza es racional, y me dice que tú no eres bueno, que no seremos felices. Que no es cuestión de darnos una semana o un mes, es cuestión de querer ser feliz, y tú y yo, jamás lo seremos, y aunque note como algo se rompe entro de mí. Es lo mejor.
Patricia Izquierdo Díaz
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