En los días que llueve siempre hay luz, en el silencio más absoluto siempre hay un corazón que late interrumpiéndole, en la bondad más grande siempre hay algo que la corrompe, en la pobreza siempre hay alguien compartiendo su pan.
Nada es extremo, nada es absoluto, nada es perfecto, nada tiene todos los colores preciosos de un arco iris. El mundo es así. Y si eres capaz de encontrar la felicidad en medio de esta peligrosa selva de gente egoísta que jamás te mirarán a su paso, eres muy afortunado.
Confórmate con salir adelante, con ser tú, escucha, ser siempre tú, luchar en cada batalla, porque así es como se ganan las grandes guerras, no te rindas jamás, recuerda, en los días que lleve siempre hay luz, y en el silencio más absoluto, escucha a tu corazón.
Patricia Izquierdo Díaz
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