No te engañes,
no escupas fuego
hablando de nosotros
y deja de decirme de una puta vez
todo lo que podíamos haber sido
y no somos.
No te engañes, mi vida,
no me eches de menos
si sabes que estoy a tu lado,
que yo siempre estoy aquí
aunque no me veas,
que yo siempre estoy aquí
aunque siempre me esté yendo,
que yo siempre acabo quedándome
y agradezco que existas.
Agradezco que existas
aunque a veces duela,
agradezco que existas
porque el amor que no quema
no mata
y no quiero morirme contigo.
Agradezco que existas
porque pusiste todo
donde no había nada,
porque te hice inmensa
y aprendí a amarte
en todas las cosas de este mundo.
Igual que tú me amas
en todas mis versiones,
con todos mis gigantes,
igual que amaste mi isla,
igual que amaste diciembre
y el sol más ardiente de Mayo.
Así que no te engañes,
que tú y yo ya encontramos
el misterio de ese lugar
donde no hay ayer ni mañana,
y la vida,
nos escogió
como únicos protagonistas
de esta historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.