Esta manía nuestra de encontrarnos
a destiempo.
Esta manía de empeñarme
cuando no puedo.
Estas ganas que me muerdo,
esta rabia de necesitarte
y no poder abrazarte.
Este ahogo de besos
acumulados en la boca.
Esta caja de piel de lagarto
llena de sueños nuestros,
míos contigo,
mezclados con el recuerdo latente
del roce de tus labios.
Esta vida de caminos
que no nos cruzan nunca.
Estas lágrimas que lloran
y mojan,
imposibles de controlar.
Este deseo recorriéndome,
quemándome,
amenazando con abrasarme.
Este mantra que nos repetimos,
en un susurro,
sin atrevernos a mirarnos a los ojos:
"No quiero, no quiero, no quiero".
María Guivernau
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.