Ya no estás aquí, no puedo verte,
pero sigues dentro.
Igual que el puñal está dentro del asesinato,
igual que la moneda lleva implícita
la estafa y la caridad.
Así estás tú. Dentro.
Por eso me abro paso entre mis carnes
y voy apartando músculos y tendones -fascias
esquivo huesos y te busco
porque te llevo dentro.
Igual que un lápiz esconde en su mina
una carta de amor o un retrato de la amada.
De ese mismo modo te llevo yo.
Por eso retiro vísceras, traspaso nervios,
buscando dónde, en qué lugar estás oculta.
Y no sé lo que tardaré en dar contigo
pero cuando así sea- y eso sucederá-
te diré la verdad: que te sigo amando,
que ha sido así cada día
desde el mes en que te fuiste
y después te arrancaré,
-no habrá tiempo para más-
saldrás de mí igual que
un adolescente se va de la niñez,
sin avisar, sin remedio,
para siempre.
Marwan
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