He conocido a alguien,
soy yo.
Voy a darme una oportunidad.
ELVIRA SASTRE
A veces me muero de mí
porque me falto por dentro,
como si me hubiera vaciado
como un vaso en la boca de otros,
tal y como a menudo sucede.
Me falto a mí mimso
y me echo a ala calle a buscarme
y nunca acierto
porque intento
encontrarme
en las palabras amables de los otros,
en las piernas que conquisto,
en el amor que otros me muestran,
en las cosas que me compro,
en el elogio encendendido
hacia el cantante,
en muchos sitios.
Y nunca estoy,
aunque pueda parecerlo,
nunca estoy.
Abatido, regreso sobre mis pasos
de nuevo hasta mí,
y desde allí observo el mundo
intentando comprender,
miro afuera desde mí
como un niñi de ojos tristes
asomado a la barandilla del universo.
Así sueño estar horas y horas
días, semanas.
A veces esperando un amor que no recibo,
y otras esperando elq ue recibo y no me sacia.
Un tiempo después,
cansado de buscar afuera,
me doy media vuelta
y comienzo a observarme:
mi forma de comportarme,
aquello que busco,
mi insatisfacción al cuadrado,
mis inseguridades en fila india,
hasta que comprendo que solo mis propios ojos
pueden darme lo que busco.
Entonces decido ir a mi encuentro,
quedar conmigo,
darnos una oportunidad
y lo raro es que funciona, siempre funciona.
Esto es algo que sucede cada tanto,
siempre el mismo mecanismo,
el mismo funcionamiento,
la misma secuencia de morirme de mí
y buscarme fuera
hasta que consigo dar conmigo dentro.
Así es como voy y vengo de mí,
mi viaje de ida de ida hacia el cansancio
mi viaje de vuelta hacia la calma,
así llevo mucho, mucho tiempo,
esa es mi vida.
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