La noche cuando llueve duele menos,
tal vez sea el agua por los canalones,
el son de la balada de los truenos,
la gente que se asoma a los balcones.
Las
calles disfrutando con el baño
se frotan con descaro las paredes,
los charcos donde ahogar el desengaño,
la vida que no juzga si te excedes.
Portales
que se mojan con los besos
de gente que no sabe lo que quiere,
parejas empapadas de presente.
Y yo sin ti, calado
hasta los huesos,
le pido a mi esperanza que te espere,
que vuelva aquí tu cuerpo y me caliente.
Luis Ramiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.