Dos de octubre. Qué fecha tan señalada en mi vida, en mi calendario. Qué fecha tan bonita, y qué fecha tan triste a la vez.
No soy creyente. No creo que estés en un mejor sitio, porque el mejor sitio era estar aquí con nosotros. Y sé también que es parte de la vida. Morir... Es una etapa más, pero... Nadie muere hasta que es olvidado.
Viene una nueva generación. Viene pisando fuerte. Y haré todo lo que esté en mi mano para que tu recuerdo se mantenga tan vivo como lo siento yo.
Es verdad, que para mí, sigues presente. Hay gente que se desahoga en las iglesias, mirando una foto o simplemente con un momento de silencio. Yo lo hago contigo. Sé que estás presente en esta nueva aventura en la que me he embarcado, como en todas. Espero que lo estés disfrutando. Tómalo como un regalo de cumpleaños tardío.
Muchísimas felicidades, abuelo. Un año más que no te olvidamos.
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