Hoy ha sido mi último día en la CEMU, y tengo que agradecer un montón de cosas. La primera al cole por hacerme sentir en casa y en familia.
A mi profesora, María Jesús por haberme enseñado tanto en tan poco tiempo, como persona y como profesional.
A mi compañera Cristina Leon Jimenez por haberme hecho esta etapa tan fácil y por haber encontrado una amiga, mil gracias de corazón.
Gracias a mis niños, a todos ellos, a los 25, por haber sido lo mejor de estas prácticas, por haberme enseñado tanto, por hacerme ver que la inocencia es algo maravilloso que tenemos que ayudar a conservar a lo largo de nuestra vida. Espero haberles dejado un trocito de mí porque ellos me han dado muchísimo cariño y muchos momentos que me llevo y que será muy difícil que olvide.
Y por supuesto a los papás, que han sido estupendos conmigo, me he sentido querida y es un lujo poder trabajar así, con personas tan grandes.
Por último, a mi tía Ana por estar siempre ahí, en cada paso y en cada etapa de la vida, concretamente en esta que está llegando a su fin.
Esto no será un adiós, esa palabra es horrible, hasta pronto suena mejor y así será, no acabamos aquí porque está profesión es vocación, y el cariño y el amor que se siente por unos niños no finaliza al acabar unas prácticas, simplemente no acaba.
Gracias a todos los que habéis compartido esta experiencia a mi lado, gracias de corazón.
Patricia Izquierdo Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.