"Nada sale como esperas, nada está sujeto a un guión. Hay a veces que nos comemos el mundo, y otras en que viene el mundo y nos come. Hay días que sientes que has llegado a tu límite, pero te levantas al día siguiente, y ves que tú límite aún está lejos. Piensas en que debes quitarte de en medio a esa gente que te estresa y que te hace la vida más complicada, porque al fin y al cabo, tú eres el que vives contigo mismo toda tu vida, los demás son puros pasajeros de tu entorno, que quizás dentro de unos años, no los vuelvas a ver. Y es entonces cuando tu reflexión llega a la conclusión: Nadie es imprescindible para nadie. Ahora toca reflexionar sobre si merece la pena dar algo por alguien que sabes que se puede ir..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.