Lo que más puedo destacar de mi padre es que es una buena persona. Parece poco, pero si lo piensas es la mejor virtud que puede tener alguien. Es algo que sin duda la inculcaré a mis hijos. Más allá de tus errores y defectos, la nobleza es una cosa que deja siempre marca.
No quiero imaginarme que un día pueda faltar. Quizá nunca hayamos sido los más unidos del mundo, pero cuanto más avanza el tiempo, más te das cuenta de lo que antes no valorabas. He notado la ilusión en sus ojos. Y siempre ha estado ahí para lo que necesitara. Dándome lo que seguramente no tenía si me hacía falta.
Humilde hasta decir basta.
Papá, te quiero.
1775 calles
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