Haces un poco más bonito el mundo con tus silencios y tus gritos cuando no te sirve ya ese vaquero.
Lo haces precioso con tus virtudes y defectos, cuando te dicen sin saber que te estás quedando muy delgada, si estarás comiendo bien.
Lo haces espectacular cuando te sonríen los girasoles, los días que en el espejo no te encuentras y tienes que cambiarte el peinado para salir de casa.
Haces brillar las noches, dejando a un lado la luna, cada vez que te sientes un poco más bajita.
Te comes el mundo mandando a la mierda a esos kilos de más que se quieren quedar de alquiler en tu piel. ¿Quién dice que se tienen que ir de okupas?
Te crece la nariz cada vez que desearías cambiarla por otra. Ya no serás tú. Tu sinceridad te hace peón que deslumbra.
Haces reír al mundo cuando sonríes, cuando te da igual el mundo. Haces bailar a los pájaros cuando bailas sin darte cuenta entre los coches. Cuando te repasas el maquillaje en el ascensor. Cuando haces el amor en el trastero. Cuando suena Andrés Suárez y lo cantas como si no hubiera un mañana en la ducha.
Haces más bonito al mucho cuando eres tú misma, con tu imperfección que lo hace especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.