He decidido no mojar más
mis heridas en alcohol;
sin han de hacerlo,
que se sequen al sol.
Las quiero cerradas,
cicatrizando.
Con el alcohol voy a brindar.
Por los polvos mordidos
y echados sin consciencia.
Por no creer en nada salvo en mí.
Por las noches en vela
haciéndome poema.
Por las voces que claman
y los oídos sordos que hago.
Por los refugios construidos
entre versos y prosas.
Por los muros derribados
y los saltos al vacío.
Por resistir.
Por reinventarme.
Por buscar sin descanso
el camino para encontrarme.
Por hacer hogar
sólo allá donde descanse mi piel.
Por las idas y venidas.
Por los besos robados
y el calor de los abrazos regalados.
Por todas las mudanzas hechas,
por todas las que vendrán.
Por el mar que todo me da.
Por el sol que todo lo llena.
Por la luna, eterna musa.
Por las danzas hasta el amanecer.
Por una sonrisa.
Por mí.
Brindo.
María Guivernau
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