Esta vida no se trata de superar a éste, a ése o a aquél, sino en intentar superarse a uno mismo. Se trata de conseguir lo que tú quieres, independientemente de lo que hagan o quieran los demás. Tener la suficiente humildad para reconocer que somos unos seres imperfectos que nos equivocamos a menudo, por omisión o por comisión, y que la grandeza de una persona no radica en acertar siempre, sino en rectificar inmediatamente cuando se yerra. Rectificar para construir un mundo más libre, justo y generoso.
Eso es el éxito.
El éxito que nos acompaña siempre. Siempre está ahí, solo hay que saber guiarle por el buen camino.
El éxito de que, en el futuro de nuestro futuro, la mera mención de nuestro nombre inspire recuerdos dignos de ser recordados en la memoria de las personas que tuvieron el privilegio de conocernos y gozar de nuestro amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.