Clarita, apunta.

Tras casi hora y media hablando contigo, que tengo la oreja planchada, hemos llegado a varias conclusiones. La primera y la más importante es saber reconocer los errores que has podido cometer. 

El primero es no saber llevar tú, y siempre tú, las riendas de las situaciones. Que nuestro mundo no se entrega a manos ajenas, Clara que no. Ya hemos pasado por eso. Nuestro mundo se comparte, y se comparte con mucho cuidado y mimo porque nos ha costado mucho llegar a donde estamos. Lo hemos reconstruido de las cenizas varias veces, nos ha costado sudor y muchas lágrimas para que ahora venga a jugar alguien con él. Tu mundo es solo tuyo.

Segunda cuestión. Para dar, tienes que recibir, si no recibes, cierra el grifo. Nadie se merece amor porque sí. Tu mejor versión de ti, hay que currársela, no es para todos. No puedes darte al primer piropo, al primer acto de cariño, ¡no puedes! Ellos van con una cosa en la mente, en general, y son capaces de hacerte especial para robarte todo lo posible y utilizarte. Sentirse utilizada es la peor sensación del mundo, lo sabemos. No hace falta que te diga más.

Tercera cuestión. Hazte diva. Mete zascas, sé borde, sé la peor versión de ti. Ponte una armadura y escóndete tras una muralla. Quien aguante tus malos modos, tu malos días, incluso tus desprecios y sepa esperar, e intente cruzar esos obstáculos que le impiden conocerte, quizás y solo quizás, se merezca el que te pienses dejarte mirar desde lejos lo que hay dentro de ti. Pero sólo quizás. Hay algunos que se saben hacer muy bien su papel.

Cuarta cuestión. El sexo. Sí, parece el final, el objetivo, pero es solo sexo, y suele estar vacío de emociones y sentimientos. Y acuérdate, que aquí jugamos dos. Tú puedes sentir todo lo que te salga de ahí, estás en tu derecho. Pero él puede no sentir todo lo que tú sientes. También está en su derecho. Sé que sueñas con tu cuento de hadas, con que te valoren, te quieran, te aprecien, se enamoren de ti... Pero si buscas eso, aléjate del sexo. Sólo lo confunde todo, y no te deja pensar con claridad. Hace ponerle etiquetas a las cosas, y estas cosas, huyen asustados. No tengas prisa Clara. Todo llega, si tiene que llegar... Este no es el primero, y lamentablemente, no será el último, tal y como están las cosas.

Quinta cuestión. Aléjate, cierra puertas y ventanas, porque ¡atenta! Todos vuelven. Todos. Y vienen arrastrados porque saben lo que han perdido, y vuelven, ¡atenta otra vez! ¡Cómo amigos! Resulta que te pueden dejar hecha una mierda, pero no pasa nada, tía, podemos ser amigos. Eso sí, no me cuentes tus problemas porque no me interesan, no seas coñazo, pero ¡oye! que sí, somos amigos.

No quiero ir de lista, no quiero ser super inteligente en materia masculina. Ojalá no lo fuera, porque eso significaría que me ha ido mejor de lo que me ha ido. Pero la experiencia es un grado, y se paga caro. Se paga en el siguiente que te suelta un piropo, en no saber cómo confiar de nuevo, no saber cómo empezar, encontrar "peros" por todas partes, o simplemente salir huyendo porque es el camino fácil... Clara, está en tu mano, los siguientes... y tú. Tú, solo estás en tus manos, así que llora, porque te han dejado, porque han salido huyendo por miedo, y eso es muy feo, inmaduro y triste. 

Llegará la persona que no se planteé si tiene miedo o no, y te querrá simplemente porque le nace. Quedará contigo simplemente porque prefiere pasar ratos a tu lado que estar solo. Pero eso nace, no se fuerza. Igual que te sale a ti. Pero es cuestión de tiempo, el tiempo nos da todo, nos da nuevas oportunidades y ellas, personas nuevas. Pero eso sí, tú siempre detrás de una armadura donde nadie toque ese corazón tan grande que tienes y que ha sufrido tanto... 

Siento si he sido dura contigo, pero es justo que te diga que el otro no tiene la culpa de todo. Muchas veces la tenemos nosotras exigiendo más y más, y si no nace... No nace, lo único que podemos hacer es aceptarlo y seguir nuestro camino, porque llegará, y si no llega... Tenemos lo más importante del mundo: AMIGAS.

Patricia Izquierdo Díaz