Milito en el arco de tu espalda, en el humo que expulsas tras cada calada.
Doy mi voto incondicional a la guerra de cosquillas bajo las sábanas, a las noches de sudor en la cama.
Cedo toda libertad de movimiento a cada escaño de mi cuerpo, mientras declaro moción de censura ante cada noche sin ti.
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