Te observo a esa hora en que te atacan los recuerdos y se te clava la mirada en los fantasmas del pasado que habitan tu hoy más preciado.
Yo, que he aprendido a cubrir mis palabras con versos silenciosos, te observo, y maldigo al olvido porque en la noche del reparto pasó de largo por tu cama.
Yo te observo, me hago la dormida y te dejo ir, quizá cuando despierte vuelvas a este año nuevo que hoy nos regala tardes de orgasmos y noches de insomnio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.