El otro día me preguntaron por ti. Sobre lo que sentía. Y me quedé callado unos segundos. Podría decir: «Amor». Podría decir que me gustas un montón. Que me ilusiona poder crear planes y futuros. Que tu sonrisa me encanta y que, los días que estás más seria, intento que la saques un poquito.
Al final respondí que todo lo que quiero es contigo. Y que eso todavía es más que amar. Es esa sensación de que nadie podría darme lo que tú me das... La sensación de que tu palabra va con los hechos y se puede confiar en ti.
El mundo se pone una canción favorita y nosotros somos un concierto. Acústico y bonito. Y me he enamorado de cómo suenas. Y son las diez de la mañana; estos, mis buenos días, y aquí tienes un abrazo esperando.
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