viernes, 24 de enero de 2020

Lista de espera

Esta mañana ha contactado conmigo un chico del instituto. Que ha visto mi Instagram, y bueno, que comiera algo porque he adelgazado un montón, pero que me encontraba preciosa. Ahí ya he dicho... ¿qué quieres?... ¡Tu WhatsApp! Anda, qué original. Lo que quieren todos.

"Es para tomar algo si quieres", madre mía, él sí que ha adelgazado... Y le tenía por el friki de clase, no me imagino saliendo con él. Yo no me juntaba con él. Puede que parezca un poco clasista, pero en el instituto había grupos, los frikis, los malotes, las chicas de los malotes, los solitarios... Y este era un friki que quería cuadrar con los malotes. Pero no cuajó su intento. 

No creo que quede nunca con él. Además hay algo que me jode un montón, os lo prometo, y es el hecho, de joder, yo estaba allí en el instituto, vale que con kilos de más, pero era la misma. Volvemos a lo mismo de la primera entrada de hoy. ¡El puñetero físico! ¡Ah! Ahora que estoy delgada, ¡todos a mí! Pues... sinceramente, que os den por culo. A ver si maduramos un poquito en la vida, que ya tenemos una edad. 

Que si nos gusta una persona, da igual si es calva, tiene poco pelo, tiene barriga o tiene las orejas de soplillo. Que cuando llegas a una edad, la personalidad tiene que pasar a ser lo primordial, en lo que te fijes, no en... ¡oh dios, cuántos kilos has perdido! Ahora sí, ahora salimos. Os podéis imaginar mi cara, ¿no? Pues eso... Qué menuda mañana llevamos entre unos y otros.

Desde luego que ni el motero tenía esta lista de espera...

Patri Izquierdo Díaz


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