- Llegas tarde.
Y zas. El bofetón impacta en la cara sin censura, con toda la fuerza del mundo. Las patadas no paran, el estómago que lleva desde esta mañana sin funcionar, se para, se enfría y sientes que parte de ti se hunde, incluso se muere.
Belén, con su mensaje, avisa de que cuando llegues a casa, te vas a encontrar lo de siempre. Gracias, de verdad, por avisar.
Y otra torta cruza de nuevo tu cara cuando estás en el suelo. Mientras oyes de fondo insultos sobre cómo eres, sobre qué eres, sobre tantas cosas que solo consigo escuchar un pitido... Me duele el oído, no era consciente hasta que dejé de escuchar. Y las piernas me tiemblan... Y grito en silencio "socorro", y nadie escucha, nadie llega a salvarme.
Tengo un mensaje de Superman en el móvil preguntándome cómo estoy... Y le mando un audio, estoy cansada de escribir. Y llega como siempre en plena noche y me salva. Me salva de una noche más o de una noche menos, de un golpe más o de un golpe menos.
Patri Izquierdo Díaz
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