viernes, 27 de febrero de 2015

A mi gran amor

¿Sabes esa sensación cuando no puedes evitar sonreír de felicidad? Esas ganas de gritar, de saltar, de dejar que el mundo sepa que nada puede hacerte sentir mejor que él. Así me sentía yo, así sonreía en secreto, mientras todos se preguntaban quién es él. Eufórica, dedicaba mi tiempo a mirarle, no importaba el ángulo, siempre era perfecto. Furioso o en calma, nada despertaba en mí más sensaciones.
Hace mucho le prometí amor eterno, incluso antes de poder estar juntos. Solo le veía una vez al año y rara vez me hacía demasiado caso. Cada instante que pasaba lejos, sabía que renunciaría a todo por él, mi vida, mi trabajo, incluso los amigos que me acompañaban en las tardes de soledad en que soñaba despierta con una vida junto a él. 
No negaré que sé que siempre hubo otras y nunca me importó demasiado, lo nuestro era especial.
Pero ahora estoy aquí, frente a él,  sonriendo, con los pies descalzos y dejando que me abrace.

Por fin estamos juntos, mi amor, por fin podré mirarte al despertar y soñar con vivir así siempre. Prometo seguir sonriendo cuando sepa que me voy acercando a ti y el aire huela a sal. Prometo dejarme envolver entre tus olas. Prometo volver, porque sé que me esperas. Prometo amarte para siempre.
A mi gran amor, el mar.
Noelia Brox

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