Un pez que sobrevuela los tejados,
un beso que se estrella en una copa,
un cúmulo de amantes despechados,
así me siento yo frente a tu boca.
Tu cuerpo se parece a una autopista,
y yo con mi carnet de autos de choque,
no sólo eres muy rubia, eres muy lista,
provocas sin dejar que te provoque.
Y yo siempre detrás como un pelele,
como un adolescente pagafantas
espero a que el infierno se congele.
Si digo que te quiero te atragantas,
por eso me lo callo, aunque me duele
saber que no sabrás cuanto me encantas.
Luis Ramiro
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