Hoy me puse a curiosear por mi habitación y encontré una carpeta. En ella estaban nuestros recuerdos. Nuestras fotos, algunas notas y la carta que siempre me hizo llorar. Aquella que me diste por mi cumpleaños. Aquella que me hace llorar todavía cuando la leo porque aunque diga que tu te marchaste pero la vida me dio cuatro amigas más, yo no puedo olvidar todo lo que vivimos juntas. Tu siempre me comprendiste, me escuchaste como ninguna lo ha hecho. Tu llegaste a interponer mis problemas a los tuyos, tu siempre hiciste que estuviese feliz, aunque no tuviese motivos para hacerlo.
Por eso ahora cuando leo esa carta donde se habla de la hermandad, la amistad o la confianza me pregunto que donde quedó todo esto o simplemente como pudo esfumarse tan rápido.
Y si tengo nuevas amigas y las quiero muchísimo, pero a día de hoy tengo que reconocer que no he vivido ni la mitad de momento que contigo. Que no les he contado tantas cosas como a ti. Que nunca me han llegado a comprender como tú y que nunca me han escuchado como lo has hecho tú.
Por eso hoy te digo que a veces me muero de ganas de hablar contigo, de poder contarte lo que me preocupa porque se que tu me vas a escuchar. Decirte que a veces te echo de menos, porque se que aunque pasen los años como tu nunca habrá nadie...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.