domingo, 28 de agosto de 2016

Advertencia

No vengas otra vez con tus historias
tan siglo diecinueve de tristezas.
No jures y perjures que perdiste
tu zapato en mi casa, Cenicienta,
pues bien sabes que perdiste otra cosa:
la cabeza tal vez, algo de pasta, un par de bragas
que voy probando con todas
las que prueban mi cama
sin dar con la que vuela.
Que ni yo soy azul ni tú princesa, 
así que apaga y vámonos, y vuelve
a ser mi perra callejera, mi musa en celo,
mi luna de dormir la borrachera,
mi billete de avión a la locura,
mi Blancanieves puta y harapienta,
mi vino y la resaca; el frío y mis palabras.

Y déjate de cuentos y dame mucho sexo
y poco poquito poco
abominable falso esclavo imbécil
desvergonzado amor.


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