domingo, 31 de mayo de 2020

¿Habrá más? ¿Apostamos?

Me está costando escribir esta entrada mucho porque no encuentro las palabras adecuadas para describir la quedada de ayer. Fue como un sueño. En las que cuatro personas sin conexión ninguna entre ellas, quedamos para tomar unas cervezas (yo no, yo mi coca cola zero).

Bueno, pues sí, llegó el día en el que vi al "Enigma" en persona después de tantas y tantas conversaciones. Se vino a Fuenlabrada con Belén y conmigo. El reencuentro fue frío en el sentido de que ahora mismo no te puedes abrazar, ni besar con nadie. Pero a él le dio igual, me plantó dos besos cogiéndome de la cara, con decisión e iniciativa. 

Antes de seguir con el relato. Belén, gracias por estar en cada uno de mis momentazos y formar parte de ellos. 

Seguimos. Luego llegó mi amigo Dani, y la verdad es que todos estábamos muy bien, cómodos y metidos en las miles de conversaciones que se liaban unas con otras, que saltábamos de tema en tema. 

Os cuento un secreto... En persona, él, también me hace olvidar. Esta entrada no se la voy a mandar. Jugaremos con fuego, si lo lee... Estupendo. Pero sino, casi mejor porque me moriré de vergüenza. Estuve un poco tímida para lo que soy yo. Me lo ha dicho Belén, y me lo ha repetido Dani. 

Supongo que quedar con una persona que no veía en diez años, pues... Es impactante, aunque haya hablado con él estos meses mucho, pero anteriormente... No sabía nada de él. La última vez que le vi, se estaba graduando en cuarto de la ESO conmigo. Ha llovido mucho... Muchísimo.

He de confesar que me gustó, aunque estuviera un poco... observando la escena. Pero me encantó como lo pasamos y lo integrados que nos sentimos todos. Después, hoy, para ser más concreta, he preguntado a mis chicos (Belén y Dani) y también lo pasaron muy bien. Nos costó levantarnos de la silla, y creo que hubiéramos continuado allí si las obligaciones de cada uno... nos lo hubieran permitido.

Un primer contacto... Y ha sido de 10. 
¿Habrá más? ¿Apostamos, ventanitos?

Patri Izquierdo Díaz


Los 20 mandamientos del Imbécil en el siglo XXI

1. Lo importante es aparentar ser feliz. Da igual si lo eres o no.
2. Si no acumulas miles de seguidores en tu cuenta de Instagram, no eres nadie.
3. No hace falta que pienses mucho sobre las series, la ropa o la música que te define. Los influencer lo piensan de ti.
4. El amor sólo se busca en Tinder, aunque luego te sientas de un "polvo y adiós".
5. Hay que vivir en función de conseguir "me gustas". Que te guste a ti es lo de menos -recuerda el mandamiento 1-.
6. Debes opinar sobre todos los temas posibles, posicionarte a favor de una postura y defenderla a muerte, aunque no tengas ni idea sobre él.
7. Viaja por las fotos, no por explorar ciudades o conocer nuevas culturas -revisa el mandamiento 5-.
8. Tienes que creerte cualquier noticia que leas en Facebook o veas en televisión, dando igual que sean verdaderas o falsas mientras favorezcan a tus ideales -este mandamiento combina muy bien con el sexto-.
9. Tienes que subir fotos de postureo sobre cualquier cosa que hagas a tus redes sociales, porque si no es como si no hubieses vivido esa experiencia -en especial si hablamos del mandamiento 7-.
10. En los conciertos olvídate de disfrutar del espectáculo, lo importante es centrarse en emitir vídeos en directo y grabar los mejores momentos para enviarlos a tus grupos de WhatsApp.
11. Deséale lo mejor, de corazón, a ese amigo o familiar que se va al extranjero de Erasmus o a ganarse la vida. Al mismo tiempo mira por encima del hombro a los inmigrantes que hay en España. Esa gente es inferior a ti, ha venido a quitarte el trabajo y a robarte.
12. Critica a todo aquel que tenga éxito o logre alguna gesta importante. Lo suyo no es para tanto y tú no lo consigues porque no quieres.
13. Que alguien sea inocente o culpable no lo dicta un juez en un juicio, sino los tertulianos de un programa de "prensa" rosa.
14. No respetes las opiniones. Tú y sólo tú tienes la verdad absoluta.
15. Odia al que no piense igual que tú -ampliación del mandamiento 14-.
16. Compra, aunque sea a plazos, un teléfono que cueste más de mil euros "porque son los mejores", pero no olvides comprar también funda protectora con agujerito para que se le vea la marca.
17. Dile continuamente a los de tu alrededor lo que tienen que hacer con su vida. Tú lo sabes mejor que ellos. Y no te olvides del "ya te lo dije" si no te hacen caso.
18. Quéjate de los políticos y de la corrupción. Luego, cuando lleguen las elecciones, vuelve a votar a los que han robado. 
19. Si una chica te rechaza, es una puta.
20. Siéntete ofendido por todo. Eres el mesías encargado de defender a las minorías sociales y a los políticamente correcto.

*Por si algún imbécil lee la lista de mandamientos y no lo pilla:
todo lo anterior es IRONÍA.




Perdí apenas lo que nunca fue mío.


jueves, 28 de mayo de 2020

Verdad verdadera #2

¿Sabes por qué hay tanta gente que va diciendo a los demás que no pueden conseguir lo que se proponen?
Porque el cobarde se siente mejor cuando el valiente se asusta.


Lo más bonito que puedes conseguir en la vida es ser el mejor recuerdo de alguien

Quizás porque vas ligado a todo lo que me gusta en la vida: a los libros, a la libertad, a los viajes, al estudiar y aprender, a Nunca Jamás... A Disney, a lo que busco y no encuentro. Y es que después de ti, hay un vacío muy grande. No esperarás estas palabras después de tanto tiempo, pero es que no hace falta verbalizar todo, a nosotros no. Lo demostramos, con cada mirada, cada caricia y cada acto.

Eres el hombre del que mejor recuerdo guardo, la relación más perfecta que he tenido, mi ex que se convirtió en amigo. Y tras tres años separados, no puedo decir que te he dejado de querer. Creo que te quiero mucho más, de otra manera, pero muchísimo más. Te admiro, te respeto, y te quiero, sí. ¿Por qué no decirlo? 

Se me cae la baba contigo. Y me duele mucho que no termines de encontrar a la chica que te haga feliz al completo. Yo tampoco lo he encontrado. También sabemos que tú y yo, no somos los correctos, aunque a veces se nos pase por la cabeza, cometer una locura, una vez más. Mi príncipe azul que no se pasa de moda y que tiene enamorada a mis amigas. No sabes cuánto te echo en falta...

Patri Izquierdo Díaz


El tiempo pone a cada uno en su lugar

Hay una expresión por la que siento amor y odio a partes iguales: "El tiempo pone a cada uno en su lugar". Yo creo firmemente en ella, pero a la vez creo que no lleva nada de razón. ¿Por qué? Muy sencillo, hay que pensar que el tiempo es una carretera, una herramienta, un medio... algo que, a mayor cantidad, mayores posibilidades. Pero el tiempo por sí sólo, sin trabajo, sin esfuerzo y sin tesón, no es nada.

El tiempo no pone a cada uno en su lugar, o bueno, pensándolo bien sí. Al que trabaja duro lo pone donde merece, y al que no, aunque piense lo contrario, también.



¡3.000 seguidores!

¡Mamma Mia!

3.000, y parece que empecé ayer con mi blog. Quería agradeceros por enésima vez, vuestra confianza y fidelidad. Empecé siendo un proyecto de novelista, quería escribir muchas novelas que a día de hoy se han quedado en el cajón. 



Pero esto es algo tan emocionante que me he quedado sin palabras. Gracias, y mil veces, gracias. Somos un montón y eso me encanta. Sois geniales. Gracias por leerme, por estar ahí, por vuestros mensajes, fotos, problemas, audios. ¡Gracias, gracias y gracias! Es que no puedo decir otra cosa.

Agradecérselo especialmente a todos lo que han escrito alguna vez en el blog o los que han sido personajes de alguna de mis historias, porque sin ellos, no hubiera sido igual.

¿Vamos a por los 4 mil? Os espero como siempre en Facebook, Twitter e Instagram (@pid92)




De los que aprietan

Recuerdo que, de pequeño, al dibujar con lápiz era de los que apretaban demasiado. Cuando me equivocaba y quería borrar algún trazo, no lograba borrarlo, no del todo al menos. Y por eso siempre me decía a mí mismo que sería la última vez que iba a dibujar apretando fuerte, pero, cuando de nuevo intentaba dibujar algo, me dejaba llevar y nuevamente apretaba demasiado. Al final, tras innumerables dibujos que tuve que volver a empezar una y otra vez, un día comprendí que, sencillamente, soy de los que se dejan llevar, de los que aprietan.

Han pasado muchos años. Demasiados quizá. Siempre tendré envidia de ese niño que un día fui y cuyo principal problema era que cuando dibujaba, al equivocarse, tenía que comenzar de nuevo por apretar demasiado.

Ahora no dibujo, pero he aprendido que el amor es parecido a dibujar. Conoces a alguien, te dejas llevar, lo das todo en cada momento junto a esa persona, incluso la vida con el paso de pocos meses. Y cuando te quieres dar cuenta, el dibujo que es tu vida no se concibe sin los trazos que has realizado por esa persona.

Y, a veces, por desgracia, esa persona desaparece. Quizá por su culpa, por la tuya, porque te haga daño, porque te falle o porque, simplemente, se vaya. El caso es que tú quieres que desaparezca todo rastro de ella. Volver a ser el dibujo que eras antes de conocerla. Pero inmediatamente compruebas que los trazos que has hecho en el dibujo de tu vida, inspirado por esa persona, no desaparecen cuando intentas borrarlos -no del todo, al menos-. No eres capaz de borrarlos porque has amado demasiado, como si amar fuese igual que dibujar con un lápiz.

Por eso dibujar es muy parecido a amar. Si amas demasiado, luego es imposible borrarlo todo.

La única diferencia es que, en el amor, no es tan fácil empezar de nuevo.


lunes, 25 de mayo de 2020

El pollito... voló

Hoy he cerrado una etapa más de mi vida. He tomado una decisión, la que os dije que después de la cuarentena iba a tomar. He terminado definitivamente con el pollito. Nuestra relación, a mi modo de ver, se había estancado precisamente porque... por motivos X, no hemos sabido reanimarla. 


Hoy, en Polvoranca, hemos hablado largo y tendido sobre todo lo que teníamos que aclarar. Todas sus dudas, que siempre tiene alguna. Sobre, el personaje de mi vida que no me deja avanzar, y mil temas más. Aún así, me ha quedado buen sabor de boca. Creo que desde el inicio estábamos abocados al fracaso. No es mi persona, puesto que no eclipsa un pasado tan duro como el que tengo a mis espaldas, ni un presente con el que convivo. 

No es culpa de nadie. Simplemente, no salió. Así que, quiero escribirte esto para ti. Recuerdo la primera vez que nos vimos, yo iba con mis palomitas para ver lo que me deparaba esta cita, una más entre los mil pof con los que había quedado. Solo que él, venía con recomendación de una amiga. Me quedé boba mirando sus ojos, y como él se escondía detrás de su jarra de cerveza en los Montaditos. Como apenas hablaba. Me hacía gracia, ¡un pollito!

Hemos quedado siempre que hemos podido, hemos profanado yo creo que todos los descampados y parques que hemos tenido a mano. Lugares que se quedan para nosotros. Y llegó el primer viaje, Valladolid. Y el segundo, Granada. Creo que ambos, los recordamos con mucho cariño. Fueron alucinantes. Me lo he pasado genial. Hemos tenido baches, casi desde el inicio de la relación, por eso digo lo de que estaba abocada al fracaso. Baches que han hecho mella, y que nos lo han puesto muy difícil.

También los diferentes caracteres de ambos. Un terremoto hiperactivo como soy yo, y él que es más sereno que la marea en calma. ¿Qué ha pasado? Que no encontramos el equilibrio. Que a mi todo se me quedaba pequeño, rutinario, lineal. Y si sumas una cuarentena, lo poco que hay, se acaba apagando. Podría escribir mil cosas más, pero, por una vez, ya que mi blog lo lee tanta gente, me las voy a quedar.


Concluyendo, necesito que sepas que no has sido uno más en mi vida, sino alguien especial, al que no se puede obligar a que te quieran como uno quiere, que hay cosas que simplemente deben salir, y no han salido, y yo, tampoco me puedo obligar a quererte, porque no se puede obligar a nadie a querer a nadie. No voy a meter a nadie más, esta es una historia de dos. Y tampoco es un final, yo no voy a desaparecer, y tengo entendido que tú tampoco. Aunque quede muy típico, podemos ser amigos, o intentarlo, quizás se nos de mejor, aunque sabemos que nuestro concepto de amistad no es el mismo. 

Creo que todo se puede resumir en que somos incompatibles, y que a veces las cosas pues no van y ya está, y forzar, está de más. Pero quería que supieras que siempre vas a tener un espacio en mi mente y en mi corazón, incluso en mi álbum de fotos, y que ha sido un placer compartir estos meses contigo, que al final, quiero quedarme con eso. 

Así que... Nos vemos.

Patri Izquierdo Díaz



Para eso es tu vida

Tienes que comprender que la vida son decisiones. Una detrás de otra, sin posibilidad de rectificar en la mayoría de los casos. Muchas veces ésta nos pone dos caminos delante y tenemos que escoger uno. Esto o aquello. Ganar y perder al mismo tiempo, elijas el que elijas. Y no hay truco, atajo o manera de pillarlo todo. 

Hay que escoger, pero ¿qué se hace cuando no quieres escoger? ¿A quién puedes recurrir? ¿Quién puede aconsejarte sin estar dentro de tu piel? 

Tienes que ser consciente de que la única realidad es que no existe una decisión que sea completamente correcta o que te asegure que no te vas a equivocar -menos aún alguien que pueda dártela-. Sólo hay eso, decisiones tomadas y por tomar. Una detrás de otra. El camino que elegimos continuamente. Nuestro camino.

Te voy a dar un consejo muy sencillo: si tienes dudas a la hora de tomar una decisión importante, escoge siempre la que te haga más feliz, por mucho que destroces tu vida.

Porque para eso es tu vida.


Soy imperfecto

Soy imperfecto. Soy jodidamente imperfecto. Y raro. A todo esto, hay que sumarle el encanto de que me gusta ser así. Tomo decisiones que nadie entiende, a veces pienso que tengo ideales que nadie comparte y mis gustos serían calificados por la mayoría como "extraños".

Me ahoga la idea de vivir según lo que piensen los demás, la vida monótona, las personas grises de mente y carentes de chispa. Odio trabajar si es por un sueldo, y amor hacerlo si es por algo que me apasiona. Sólo me importa ser feliz; despertarme por las mañanas y sentir que lo único malo del día es el sueño que tengo, y no todo lo que debo hacer desde que salga de la cama hasta que vuelva a ella.

Me declaro un apasionado de los cruces de miradas, de los que no debo, pero me apetece y lo hago, de los planes improvisados, de las locuras que posiblemente salgan mal, pero que se cometen, de hablar sobre lo maravilloso que me parece el universo y todo lo que nos rodea y de crear miles de teorías sobre cualquier tema. De soñar por las noches y tratar de cumplirlo al día siguiente. De ser la oveja negra que pelea constantemente por no volverse blanca, evitando así convertirse en una más del rebaño.

Soy imperfecto. Soy jodidamente imperfecto. Lo sé.

Pero a mí no me importa.


domingo, 24 de mayo de 2020

Absurda teoría

Tengo la absurda teoría de que todos necesitamos vivir teniendo siempre a alguien en la cabeza. Como si cada persona especial marcara cada una de las diferentes épocas de nuestra vida. En mi caso, sólo he podido decir que he olvidado a alguien cuando ha aparecido alguien nuevo. Quizás es una tontería, pero eso explicaría el que estemos siempre enamorados u olvidando. Recorriendo sin parar una especie de línea de metro, creada por nuestros sentimientos, y en la que únicamente dejamos atrás a la parada anterior cuando hemos encontrado a la siguiente.

No sé... me pongo a pensar y nunca he conocido a nadie que no siga algo por alguna persona o que no esté marcada por alguna relación anterior. Nadie. Y esos que dicen que están muy bien solos, menos todavía. Porque esos, precisamente, lo dicen porque alguien les dejó una huella tan grande que no son capaces de borrarla.


sábado, 23 de mayo de 2020

No me puedo sentir más afortunada

Estoy muy emocionada por todos vuestros mensajes tanto en Facebook como Blogger. ¡Me habéis dejado sin palabras!

Ayer cuando ocurrió todo. Llamé a Dani que iba hablando con él, y como no me daba para escribir, andar, mantener la calma y el equilibrio sin caerme, opté por el comodín de la llamada. Necesité a mi Belén, pero era su día de reposo, que vaya susto nos dio a todos, ya está mejor, no os preocupéis, que sé que tiene muchas seguidoras aquí.

Rocío... Con la que parece que habíamos escrito el futuro de aquella tarde, habiéndolo comentado antes. Gracias por tu cariño incondicional. Sandra, Patri, Sonia, Paula, os enterasteis a la vez, y no os puedo decir más que gracias por vuestros mensajes de anoche, de esta mañana, los audios con tanto amor y tanto cariño... Que me vais pegando los trocitos. Gracias a Cristina y a mi Clara, Cris por una vez fue rápida, sabe del tema... Y Clara, por tu llamada a las nueve de la mañana donde más zombie que nunca me has estado "cuidando", una vez más. Las Lauras, Nines, Débora... Gracias por recordarme que en esta historia quien merece la pena, soy yo... y no un niño que monta en moto o bici como los de verano azul (Peter Pan, me ha gustado la frase). 

Gracias al señor Enigma (quizás algún día ponga el nombre), porque no me esperaba para nada tu respuesta, fue como una RCP en mi peor momento de la noche, donde el aire me faltaba y la presión hacía que me doliera el pecho. Me has sorprendido como siempre para bien, así que mil gracias. 

He ido por orden para que no se me olvide nadie. Belén... Que te quiero, siento que te hayas enterado por el blog, pero ahora la que me importas eres tú, más que nadie, quiero que te recuperes para ir a verte en cuanto puedas. Te quiero un mundo, ya lo sabes. A mi Bollo... Que me traes por el camino de la amargura, pero que siempre haces que pese más lo bueno que lo malo. Que toda una vida se nos queda corta... Y ojalá encuentre a alguien como tú, porque eres lo más... 

Por último, mi Peter Pan... Mi valenciano. ¿Quién dijo que dos ex no se podían llevar bien? Contigo es todo tan distinto, conviertes mi vida en un cuento de hadas, me encuentras el zapato perdido, me cambias la manzana envenenada por un día en la playa y la rueca por un billete al país de Nunca Jamás. 

Y por supuesto, gracias a los ventanitos, por estar ahí leyendo todos los días, por formar parte de mi vida, por vuestros comentarios y por tanto cariño que recibo a cambio de escribir unas cuantas letras. No me puedo sentir más afortunada. 

Patri Izquierdo Díaz


No he visto a nadie que sepa gritar como tus ojos

Yo sí soy de los que creo que la vida pone a cada uno en su lugar. Y que en esta ocasión, está de tu parte, querías verle para quitarte esa espinita que tenías, de cómo actuaría. Pues ha actuado como el gilipollas que es, y que ha sido siempre. ¡Un niñato! No sé muy bien qué esperabas de él. Si lleva desde que le conocimos actuando sin cabeza.

No me gustó verte ayer como te vi. No merece la pena llorar de esa manera por alguien que está haciendo su vida sin ti, y por lo que viste bastante risueño y pasando de todo. Y te pregunto, ¿quieres a alguien que pase de todo en tu vida? ¿Qué siga actuando con su chupipandi y sus bicicletas como si fueran los de verano azul? ¿Alguien, a más no poder, tan ridículo? Porque es un ridículo, un inmaduro, un cobarde, un interesado, un inculto, un falso... Y podría seguir así con su techado de virtudes. Creo que nadie quiere eso a su lado, por muchos ojos azules que tuviera ni porque te llevara a ver castillos. Te mereces más. Te mereces a un hombre. No a un niño del que ser madre con casi treinta años. 

Es una pena que no te llegara a conocer. La chica que se alimenta de libros, de saberes, que le gusta conocer el por qué de las cosas, que estudia y se cultiva, que ansía más conocimientos porque cree fielmente que el saber es poder. Que a ti, una respuesta como la que te dio no te iba a servir y más cuando esa respuesta estaba llena de mentiras. Por ser un cobarde, como te he dicho antes.

Mujeres como tú ya quedan pocas. Estáis en peligro de extinción. Y dan con gentuza como la que has dado. Nada bueno se puede sacar de los que te hablan por internet ya que ellos se basan en fotos, en un físico. Son gente superficial, sencilla y simple, como lo era él. Quien te quiera y se interese por ti, te querrá recién levantada, gorda, peinada, delgada, con celulitis, con pijama o sin él. Te querrá por lo que hay detrás de cada foto. Y si te escucha hablar, perderá la cabeza como hemos hecho todos en algún momento. Porque no he visto a nadie que tenga ese ejército de amigas que tienes detrás, ni de esa devoción que sienten todos tus amigos por ti. Me sorprende aún más, que también se haya quedado el chico nuevo, tu compañero del colegio, cuando supongo que no le habrás contado nada de lo que tienes encima. Intenta evitar ciertos temas, Pati. Pero, me alegro de que no te hayas cerrado.

Te recuerdo el secreto que tienes y que trasmites a toda tu gente. Sientes como nadie. Tanto toda la pena que llevas y toda tu carga, como todas tus ganas de vivir, aunque no lo veas. Preparas viajes  y planes constantemente, necesitas vivir. Tiras del carro del que más lo necesita aun estando rota. Te pegas el corazón y escuchas a los demás, sentándote a buscar soluciones con ellos. Eres lo más parecido a un chute de vida, y eso puede ser adictivo. Tu alegría la contagias, tu risa y tus tentaciones... Tientas, y es un juego muy peligroso. Apuestas, juegas a divertirte, y eso gusta. Te pierde el "a que no hay huevos", porque intentas ganar. No porque perder sea malo para ti, no, va en tu forma de ser. En la exigencia que te pides a ti misma, ese continuo intento por ser perfecta. ¿Perfecta para quién? Si tu magia es ser como eres. Enfadarte como una niña pequeña durante cinco minutos con los morros que pones. ¿Perfecta? Ya lo eres, para todos nosotros. Yo no te cambiaría ni el flequillo. Y eres increíble por como eres por dentro, no por como estás dejando que tus huesos se asomen. Siempre diré que tu peor enemiga eres tú misma. Supongo que lo que tienes en casa y lo que llevas viviendo tantos años de comparaciones y exigencias, no ayuda. Pero todas tus amigas, te quieren precisamente por ser una superviviente y en constante lucha. 

¿Necesitas un respiro? Todos. No por eso vas a ser más que nadie. ¿Necesitas llorar? Llora. Toma un pañuelo. Pero tú no te rindes. No lo has hecho en tu vida. No va contigo. Sabes lo especial que eres para mi, que te voy a cuidar toda mi vida, porque has sido la mujer de mi vida, y lo puedo decir con mucho orgullo a día de hoy. Que dejas el listón demasiado alto para las demás, porque nadie consigue eclipsarte de forma total. Porque lo que das... No se puede explicar con palabras, son hechos, innumerables hechos que hacen que nos enamoremos de ti cada día. Hasta verte llorar se convierte en un gran paisaje. 

Nos vemos pronto, Campanilla. Te adoro.

Peter Pan




Hola, ¿qué tal? ¿Te acuerdas de mí?

Iba discutiendo con mi madre en el paseo de la tarde porque mis pantalones eran demasiado cortos, cuando le he visto a él... ¡Al Tinderiano! Con barba roja... Y tres bicicletas más. Una era la de él. Del motero. Justo al lado de la casa de mi Bollo. 

Me he cruzado con él por primera vez en casi un año. Y podría ir de dura, de WonderWoman, pero me ha destrozado, de nuevo... Me ha empezado a temblar todo el cuerpo, y los puntos del corazón se han abierto del latido tan fuerte. No me ha saludado. El "amable". Se ha reído o se iba riendo. Me da igual. 

Después de llegar a casa, y llorar mucho en la ducha. Pegar a la pared con rabia porque me duele, porque sigue doliendo mucho, he escrito a las chicas, ya que he hablado con todas esta semana, y hemos sacado el tema. De que me quedaban dos paradas en este duelo tan largo. Julio... y verle. Tenía intención de ir a verle con Dani cualquier día apoyada en una de las bicicletas de Leganés. Pero la vida está de mi lado. Y mis deseos se han hecho realidad. Quería verle, pues mira, hoy era un buen día.

Me he roto de nuevo. Pero solo será esta noche. Gracias a todas las chicas, ¡a todas! Una vez más, por no dejarme sola ¡ni aun estando en cuarentena! Por comprenderme como nadie. Por estar ahí siempre y acordar una venganza con la que acabar con él. No quiero matar a nadie, chicas. A ellas, será fácil convencerlas, el Bollo es otro tema... Y eso que aún no lo sabe. Si hubiera estado con él en vez con mi madre, le saca los ojos.

Una noche de llorar mucho, de rabiar, pero solo una más.

Patri Izquierdo Díaz


viernes, 22 de mayo de 2020

¡Já!

He estado pensando. 

No quiero ni una lágrima, me has entendido? Ni una! Porque no te mereces llorar por esa gente aunque sea tu familia. Tienes que tirar hacia delante con los que te queremos. Que tienes más camas que culos. Así que deja de hacer el tonto, Patri. Te levantas y tiras como has hecho toda la vida. Que te entre por un oído y te salga por otro, ¿estamos? Sal de esa casa ya, haz lo que seas y no necesitas a nadie para hacerlo. Eres la persona más fuerte que conozco tía. Tienes una fortaleza que más quisieran algunos. 

Y recuerda que no sólo las chicas te quieren. Llevo 16 años queriéndote y 16 años a tu lado. Nunca vas a estar sola pequeña cactus. Aunque te de por pinchar a la gente cuando intentamos ayudarte y esa mala leche que te gastas que te hace tan especial. Patri, puedes. ¡¡¡Coño, puedes!!! Siempre has podido... ¿La ESO? ¿Bachiller? ¿FP? ¿Carrera? ¿Máster?! ¡¡¡No puedo no puedo!!! ¡¡Ja!! Tengo a la verdadera wonderwoman a mi lado. Así que no me seas nenaza... Estoy aquí si necesitas algo, ayer hoy y hasta que nos matemos en alguna de nuestras broncas, maldita cabezota... Pero, qué haría sin ti...? La niña y mujer con el corazón más grande que conozco... No dejes más que te lo sigan rompiendo... Por ti y todos los que te adoramos..... Seca lágrimas y tira, te veo tomorrow.

Ah, y yo también te quiero no solo belén, cris, clara, Dani y Sandra...


Nos vemos pronto

Hoy es la primera vez que me tomo el tiempo necesario para hablar con una amiga. Sin prisas, sin correr, sin pensar en que tengo que entrenar o no. Hoy me he tumbado en mi cama y nos hemos llamado. Estamos en cuarentena, sí, pero mi cabeza solo piensa en estar ocupada, así que me saco quehaceres para estar a tope. Sin tener un momento como el de ahora mismo para escribir unas palabras.

Saber que la cuarentena no hace mella en mis amigas, me ayuda a seguir para delante. Es una pena no poder disfrutar del mayor sueño de mi amiga estando a su lado. Pero hoy con ver su sonrisa y lo guapa que está, ha sido suficiente para saber que está bien, de hecho, mejor que nunca diría yo.

Te voy a hacer llegar este escrito como siempre. Que ya lo sabes, Roci, que da igual mil cuarentenas más, que estés donde estés, vamos a seguir juntas. Que las amistades asentadas en unos buenos cimientos, no se mueven, no se caen, ¡que somos como el Coliseo! Podremos tener alguna fractura, pero ahí estamos, para todo lo que nos venga. Y todo lo que nos viene, es precioso. 

Por las circunstancias, no podemos compartir más momentos, pero sabes que te quiero, y lo que va a venir aún más. Nos vemos pronto...

Patri Izquierdo Díaz


Prohibido el daño

Que parezca de piedra no es una invitación para que intentes romperme.

Que aunque afronte los problemas, también me pesan.

Que aunque haya  marcado el límite de mi dolor demasiado alto, también me quema. Que, aunque no lo parezca, también me duele. Que pueda soportarlo no significa que deba sufrirlo. Que pueda superarlo, no te invita a romperme.

Que es más simple.

Que, en vez de recordar la superficie de piedra, tengas el valor suficiente para picar despacito, con tiempo, paciencia y cariño, hasta llegar a mis miedos.

Y una vez te sientes junto a ellos, entender que yo también soy piel, carne y huesos, y que, aunque parezca insensible, el dolor lo llevo por dentro.


¡Otro motero NO! ¡NO!

Sabéis que estoy hablando mucho con un antiguo compañero del colegio... Y ayer tuve todo un "deja vu" con él. 

Lo hablé con las chicas, y con Dani. Creo que todos aquí sabéis mucho de mi historia con el motero. Bueno, pues creo que se está repitiendo. Empezamos con conversaciones de sexo a full, pero hemos ido entrando en conversaciones un poco más trascendentes. A él le he contado como Samu me dejó tirada como una colilla de un día para otro. Y a él, le ha pasado más o menos igual. Nos sentimos identificados en muchas cosas, solo que él va unos pasos por detrás. Lo que él ha pasado, ya lo pasé yo hace unos meses...

Hace unos días le puse las cartas sobre la mesa. Me gusta hablar con él: de sexo, de historia, de películas, canciones, libros... Me parece que puedo hablar con él de todo. Absolutamente de todo. Y físicamente, me atrae. Se lo he dicho. Creo que es un chico que merece la pena. Pero escuchar como habla de su ex... como si fuera de una hada que está revoloteando a nuestro alrededor... Me hizo recordar a cómo empezó mi relación con el motero. 

Llamarme loca por poner las cartas sobre la mesa tan rápido, pero es que no quiero irme a un viaje como el de Lisboa, para que no ocurra nada... Estar jugando a ser pareja sin serlo. A volver a lanzarme a una piscina en la que no sé si tiene agua... No estoy preparada para pasarlo mal. No lo estoy. Ni siquiera sé si dos juguetes que están rotos, pueden funcionar al unirse. 

Pero lo que tengo claro, es que no me voy a quedar sentada esta vez a ser elegida entre un montón de "chochis". Esta vez no espero. No espero a nadie por muchos ojos azules que tenga y muchos tatuajes. Esta vez me salvo yo. Ya sé como va el juego, y ya sé quien acaba herida. "Huye" me han dicho todas. Esta relación es igual a la del motero. ¡Igual! Él no me recuerdo en nada a Samu, es mucho más maduro. Muchísimo. No tiene comparación. Y tenemos más cosas en común. Y las horas que paso hablando con él, me encanta. Pero, ¡uf! No, no. Un "Samu" no, por favor. Me niego. Me da miedo. No puedo ni siquiera ni imaginármelo. ¿Me va a arreglar la tele? ¿Me va a llevar a la nieve? ¿A tomar café? No no... Hoy me ha dicho Rocío, que de una oportunidad... Pero es que me muero de miedo. ¿Y si me gusta? ¿Le espero? ¿Para que se recupere y me eche a un lado para irse con otra? Son tan iguales... La situación, claro. 

Belén dice que cuando doy tantas vueltas a la arroz es que me gusta. O sea, que ya no hay vuelta a atrás. No aún no. No. Aún nada. Dios me pille confesada. ¿Es que no aprendo? ¿Y si se va? ¿Y si un día deja de hablarme? Estoy tan insegura... Y eso que me he lazando con la declaración de intenciones y que le he dicho todo lo que sentía. Nunca me había lanzado... Y tan, a lo loco. Sin paracaídas. 

No quiero que me vuelvan a partir en mil pedazos...

Patri Izquierdo Díaz


jueves, 14 de mayo de 2020

Un abrazo infinito

Ocho de la tarde.

El móvil suena. Leo "Baja" en el móvil.

Y le veo apoyado en mi portal enredando en el móvil. No me acerco, no me muevo, me apoyo en la esquina y le miro. Levanta la cabeza y guarda el móvil.

- Hola - es más un suspiro que un saludo.

- ¿Qué tal? - le pregunto. 

- Ven - y me estira la mano.

Le miro la mano, y se la cojo tras una pequeña duda. Me mete entre sus enormes brazos y me abraza fuerte, muy fuerte. Me besa en la frente y en el pelo. Y siento como me huele. Y vuelve a apretarme hasta alzarme. Y me sigue besando. No quiero que me deje de abrazar, y pasa a besarme los párpados, que empiezan a llorar... Lo de hoy, lo de ayer, este abrazo sin fin. Y me seca las lágrimas. 

- Lo siento - me susurra - Siento haberte dicho lo del otro día. Porque te prometí que yo me quedaba a ti lado, siempre... Siempre. Y me voy a quedar.

- Necesitas pensar... - le propongo.

- Contigo al lado es como mejor pienso - y me sonríe. 

- Te quiero tanto - le digo entre hipo e hipo. 

- Y yo a ti... - y vuelve a meterme entre sus brazos.






Si nadie quiere viajar, no esperes a que alguien quiera viajar contigo.


En nuestro sofá, todas las películas tenían final feliz


Uno tan tijera, el otro tan papel. Y en vez de jugar a destrozarse, se hicieron el amor encima de la piedra.


Liquidación por cierre

Acumulo en una bolsa del supermercado todas las cosas que un día marcaron nuestros días en el calendario.

Los tickets de nuestros primeros cines, ya casi borrados, que llevaban media vida enganchados al corcho de la pared.

La camiseta que todavía mantiene un olor que aparece y desaparece en la punta de mi nariz.

El libro que me dejaste, que formaba parte de los dos.

Que era uno más con todos los míos ordenados perfectamente por tamaños.

Las velas de cumpleaños, con el dos muy gastado de repetirlo todos los años.

Lástima que las canciones que ponías siempre en el coche no quieran salir de mi cabeza y meterse en la bolsa. Lástima que todas las promesas que incumpliste sean tantas que no entran

Necesitaría un saco enorme y un cartel enorme en el corazón que ponga: «Liquidación por cierre».


Sin competencia

Nuestro amor va sobre dos que avanzan de la mano. Aunque algunas veces parezca invisible.

Nuestro amor habla en silencio de dos que no siempre necesitan tener algo que decir.

Nuestro amor no entiende de relojes, de cronómetros ni de medidas. El tiempo se para. Nadie cronometra cómo avanza. Nadie sabrá jamás lo que mide.

Nuestro amor no entiende de favores, ni de miedos. Ni pavor ni tensión.

Nuestro amor es como dos piernas que caminan despacio y se apoyan en los brazos del que no puede más.

Nuestro amor nunca compite. Me recuerda a ese atleta que ya no podía más y otro le acompañó hasta la meta.




Un trozo de mi

Primero, dar las gracias a Belén, como siempre, por el día de hoy.

Un día muy duro, que ha empezado bien, ya que una mamá de mis osos me ha comunicad que nada más que dice "Pati", me alegro de ser su primera palabra. Me ha hecho mucha ilusión y... Mi trabajo es el mejor del mundo. En el desayuno es donde se ha empezado a torcer la cosa. He recibido todos los insultos que recoge el diccionario del castellano, entre otras cosas... 

Debería estar acostumbrada, pero no, cada día duele un poco más, cada día te arrancan un trozo de ti y te estás quedando sin reservas. Y duele, claro que duele. Y no me da tiempo a cicatrizar cuando hay un ataque nuevo.

Estoy cansada. Y le echo de menos... 


martes, 12 de mayo de 2020

Llueve, diluvia

- Si no sabes correr, no corras - le digo apretando más la venda de su tobillo. Y doy gracias por saber primeros auxilios y como medio curar una torcedura. 

- Sí sé correr - protesta - ¡Ay, me haces daño, bruta! - Pongo los ojos en blanco y suspiro, "¡señor, dame paciencia".

- Si no te estás quieto, no me dejas darte la pomada bien, ¡pesado! - le regaño.

Hay un momento de silencio, y me empleo afondo como en mi tarea, hasta que siento una voz en mi interior que me dice que esa tarea no es mía.

- ¿Y ella? - pregunto - ¿No debería estar haciéndote esto, y después darte un caramelo?

- Ha salido a correr - responde secamente.

- ¡Vaya! No corréis juntos - digo casi sin pensarlo.

- Patri - me llama a modo de advertencia.

- Preguntaba por si me tenía que quedar a curar también las torceduras de otras - le respondo, fijando la venga con esparadrapo. 

- Vale, ya está - dice intentando levantarse del sillón.

- Pero, ¿a dónde vas? ¿Quieres sentarte? - le empujo hacia el sillón.

- ¡Vale  ya Patri! - chilla - Es cierto que tenemos una conversación pendiente, pero no es el momento.

- Nunca es el momento... - digo en una especie de susurro.

- Lo siento, pero ahora no - me dice mientras cierra la crema.

Los dos respiramos, cogemos aire. Es una bronca más, no hay de qué preocuparse. 

- De verdad que lo siento - suelta.

- ¿Qué sientes? - pregunto mirando hacia otro lado.

- Que estemos así. No te lo mereces. Pero es que estoy perdido... entre lo que quiero y lo que debo. No te tenía que haber llamado y siempre eres a la primera que informo de todo. Necesito contártelo y se me olvida que puedo hacerte daño.

- No me haces daño - le corto - Es lo que espero de ti, es lo que quiero de ti. Ser la primera, pero en todo. En todo. No creo que sea tan difícil lo que pido.

- No lo es - secunda mi opinión.

- Y más después de tantos años jugando, ¿a qué? - él asiente.

- No deberíamos vernos en un tiempo quizás... - me suelta.

Y a mi se me congela el corazón, no puedo respirar. ¿Dejar de verle? No. No estoy preparada. No, no quiero. Cualquier cosa menos eso. No hace falta que llegar a ese punto. Mi cabeza empieza a ser una locomotora llenas de "No".

- No - y me sale como un pensamiento más.

- Patri es lo mejor.

- No, no quiero perderte. ¿Quieres que seamos amigos? Somos amigos, déjame claro el tema, y no te preocupes por mi. Pero no voy a dejar que te vayas de mi vida, ¿me has oído? Ante todo la amistad que tenemos. No. Se acabó la discusión. 

- El problema es que no te puedo dejar nada claro cuando no tengo nada claro yo y esto nos va a llevar a más líos - me responde. 

- Que no. Que de todas hemos salido. No seas gallina. Ya veremos. Los solucionaremos, como hacemos siempre - le explico mirando por la ventana. Ni siquiera puedo mirarle a los ojos, me voy a poner a llorar solo ante la idea de perderle.

- No me estarías perdiendo - me dice al oído, como si estuviera escuchando mis pensamientos - Solo vamos a reflexionar sobre esto.

- ¡No! Tú vas a reflexionar - le corto - Yo tengo todo claro.

- Vale, pues yo... - acepta. 

- ¿Y así es como acaba esto? ¿Adiós muy buenas?

- ¡Qué cerrada eres a veces! Te estoy diciendo que no es un adiós, que necesito tiempo. Que no puedo pensar si me curas un pie - me chilla.

- Pero tendrás poca vergüenza, ¡si me has llamado tú! - le chillo aún más fuerte cuando la puerta de la calla se abre y entra ella.

Perfecto...

- Hola... - dice tímidamente.

Yo no contesto. ¡Estoy enfadada!

- Hola... - dice él - Patri pasaba por aquí y le dije que pasara, hacía mucho que no nos veíamos.

Mis ojos se abren de par en par. ¿Mucho? ¿Mucho que no nos veíamos? ¡Serás cabrón!

- Sí... Muchísimo tiempo. Casi se me había olvidado su cara, y su voz, por supuesto... He llegado a pensar que era mi amigo imaginario. Sí... - Busco mi chaqueta de cuero y me la pongo - Encantada de verte, por cierto.

Y procedo a salir por la puerta. Nadie me sigue. Esta vez nadie me agarra de un brazo. Nadie me hace volver para besarme. Esta vez me voy sola. Supongo que a nuestra manera, ya hemos aclarado las cosas. 

Llueve, diluvia. Y me mojo, no hay terraza que me tape hasta llegar a mi casa. Entro y me encierro en mi habitación. Me pongo la música más alta que los problemas, y finjo que nada de esto me importa. Ni siquiera voy a contarlo. Ha sido una bronca más. La música más alta. Está todo bien. Está todo cojonudo... Y miro el móvil. Sin mensajes de él... Como siempre. 

A solas nadie se engaña, y quizás, puede que tenga algo de razón. Porque ahora mismo le arrancaría la cabeza. ¡Este hombre me va a quitar la vida!