miércoles, 26 de febrero de 2020

Yo te ato a la vida

- Tú no me vas a dejar.

- Tú me has dejado a mí.

- No seas injusta.

- Preferirías estar con cincuenta antes que conmigo.

- Porque a ti te quiero demasiado para hacerte daño.

Le he agarrado del cuello llevándomelo a mi boca. Besándole como hacía meses que no lo hacía, desde Nochevieja exactametente. 

- Déjame que me meta en la boca del lobo, y me enamore de esa cueva.

Me ha cogido en volandas llevándome a la mesa de su taller, retirando todas sus herramientas y ha empezado a desnudarme. A quitarme prendas que sobraban, a tocarme, allí... donde muy pocos llegan.

- Dijimos que no volvería a pasar - le susurro mientras le muerdo el lóbulo de la oreja.

- Pues yo no voy a parar - responde pasando su lengua por mi cuello.

- Yo tampoco.

Le he despojado de su ropa, he abierto sus pantalones y ahí estaba, esperándome. Le he mirado a los ojos, un momento tan intenso como corto. Y me he lanzado de nuevo a sus labios, a los que he mordido y maltratado. He he hecho su lengua mía y su sabor lo he mandado al mundo de los recuerdos para llevarlo grabado. "No voy a parar" me ha dicho, ni quiero que lo hagas. Solo escribiendo se me pone la piel de gallina, sentirlo es otra historia.

- Date la vuelta... - me ha susurrado mientras su aliento me hacia cosquillas.

Me ha llenado de besos por la espalda, me ha tocado con sus yemas de los dedos haciendo temblar mi cuerpo, me ha agarrado del pelo...

- El primero te va a doler...

¡Qué duela! Hazme sentir de nuevo. Hazme vivir. Es la mejor RCP que podía tener.

- No me vas a dejar, ¿te queda claro? - pregunta haciendo aún más fuerza desde atrás - ¿Me has oído? Yo te ato a la vida como haga falta. Tú no me vas a dejar - su sudor corre por mi espalda - Te quiero demasiado como para dejarte ir... - apenas le escucho entre jadeo y jadeo...

Mi pelo se vuelve más rizado, despeinado, nuestro sudor se mezcla y los mordiscos vuelan. Quiero hacerlo mío. Quiero veinte asaltos más... Una vida llena de asaltados, de batallas y guerras, una vida de sobresaltos, de mariposas y de enfados... Quiero supermanes y bollos, el número dieciséis va sumando... 


La vida es para los fuertes

¿Alguna vez habéis echado un polvo y en medio de él, se os han caído las lágrimas de los ojos?

Sí, es una pregunta extraña. Ha parado el coche porque necesitaba pensar en ello. Sí, culpable, me ha pasado. ¡Un gatillazo en toda regla! Esta mañana, he escuchado una canción que me ha calado, y eso que de momento no soy capaz de escuchar nada romántico. Parece que en la "Ke buena" también hablan de echar de menos. Esa canción, lleva todo el día dándome vueltas en la cabeza, más aquello que su letra me ha hecho sentir.

He tenido un "flash" mientras estaba con el ingeniero pollito. Un recuerdo que dolía. No un recuerdo bonito. Una micro-pesadilla. Y mis ojos han llorado como hace meses que no lo hacían... El pollito solo se ha percatado de que no estaba centrada... en el tema. En nada más. La oscuridad ayuda mucho en estos casos. Sigo estando tan rota como en el verano. Sigo tragándome unas lágrimas que por orgullo no van a salir, sigo cayendo en los mismo recuerdos, en las mismas pesadillas, en los mismo flashes. Pero nunca me había pasado estando en un momento tan íntimo con otra persona. 

Me siento que le he fallado, pero no soy consciente de lo que mi cabeza recuerda, de adónde va a parar en cada momento. Estoy muerta en vida. O eso dicen mis pruebas del médico que he recogido hoy. ¡Por fin, he encontrado un día para poder ir a por ellas! No voy a entrar en más detalles, porque hay alguien a quién quiere contárselo en primera persona. ¡Me va a matar! Pero él es Superman... Y un superhéroe puede con todo.

Reconozco que desde el verano me he abandonado completamente... El gimnasio me pierde. El mundo de Pof, hizo una versión de mí hasta entonces desconocida, menos mal que ya se acabó. Aunque hay chicos que aún me siguen encontrando en Instagram porque lo dejé puesto en mi perfil. De hecho, uno de ellos, de los últimos, conoce al motero. Sí... quise pegarme un tiro. Me hubiera encantado contárselo, porque yo ese Instagram ya lo había cotilleado, con Samu. Un chico fuerte, de gimnasio, y dudo que tenga algo de cerebro la verdad... Y por los audios que me manda... Le entiendo bastante poco. Me dijo que en verano hizo una entrevista con un chico bajito para EnBici, para cubrir los fin de semana... Y yo le recuerdo, juraría que hablamos de él. ¡Y ahora está intentando ligar conmigo! Y yo que me alegro y se lo agradezco, pero no somos... ¿compatibles? En fin, era una pequeña anécdota que no pensaba contar, pero que ha salido así...

Pues eso... Estoy jodida de verdad. Mental y físicamente. Según mis análisis, podría morir mañana mismo. Así que empezaré con el millón de pruebas que me han mandado. La vida es para los fuertes, y yo en julio dejé de serlo.

Patri Izquierdo Díaz


La magia de las tartas

Hoy os voy a confesar un secreto...

Hay una compañera en del cole que a parte de matarse a currar, ser mami (con todo lo que eso conlleva), cocina de maravilla. ¡Os lo digo yo, que lo he probado! Y no soy muy fan de lo dulce. Pero es que hace unas tartas impresionantes. ¡Mirar, mirar!



Cocinar, es todo un arte. Ya sabéis que es una de mis cosas pendientes en la vida. Se me da genial el microondas y poco más. ¡Y a veces se me queman las palomitas! Realmente... Y siendo sincera, ¡soy un desastre! Pero ella lo disfruta, crea, elabora, diseña.... ¡Es una máquina! Se llama Sara Jurado. Está en Instagram.



Y quería darla un espacio aquí en mi blog, en "Desde mi ventana" porque como ya he dicho mil veces, es un blog abierto para todo. Para lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que nos da pereza, lo que sentimos y dejamos de sentir... 



"Desde mi ventana" se caracteriza por ser un blog en el que interviene todo el mundo y se abre a todos los temas. Nunca pensé que dedicaría nada a la cocina, pero Sara obra milagros.



Os dejo su Instagram: @lamagiadelastartas

¡Acepta pedidos! Echarle un vistazo y me contáis vuestras opiniones.

Gracias por estar al otro lado de la pantalla, ventanitos.

domingo, 23 de febrero de 2020

Niña

Me gusta porque llora como una niña pequeña y ama como una mujer, porque es la más cobarde a la hora de ver una película de terror y la más valiente cuando se trata de apretarme la mano en las dificultades, porque cuando ve una abeja reacciona como si la persiguiera un dinosaurio y cuando la vida la amenaza de verdad aguanta de pie sin la menor dubitación.


Las heridas que más duelen

El motor V8 ruge bajo el capó de mi Mustang mientras continúo acelerando. La carretera no tiene fin. La noche es infinita. Nada nos podrá parar. 

La luz de los faros ilumina los esqueletos burlones de cientos de cactus. 

Estamos rotos. No tenemos salvación. 

Frente a nosotros la tormenta ilumina la noche. El infierno nos espera. Pero una eternidad de sufrimiento no me detendrá. 

Me rompiste el corazón en mil pedazos y cada uno de ellos siguió latiendo por ti. 

¿Te amo? ¿Alguna vez te he amado en realidad? No quiero contestar a esas preguntas y acelero para ahogar mis pensamientos. 

Tu mirada está fija en el horizonte. Tus ojos azules, enormes, sin vida, maravillosos. No parpadeas. Por tus venas no corre la sangre. Acaricio tu amoratado cuello y me quema el contacto con tu gélida piel. 

No hay vuelta atrás. No hay salvación. 

Tus pecas, tu pelo rojo. Mi corazón galopa sin control. 

¿Estarás esperándome en el infierno? Mi dulce tortura eterna. 

Suena nuestra canción en bucle. Nada se rompe como un corazón. En silencio pero profundamente. Las heridas que no se ven son las que más duelen. Nunca se curan. Te envenenan lentamente. Cada mañana. Cada noche. Cada madrugada sin dormir. Para siempre. 

Los jinetes del apocalipsis cabalgan con nosotros. Gritan nuestros nombres. Nos sonríen. 

Aprieto el volante hasta que se me duermen los dedos y hundo el acelerador. El mundo que conocimos se queda atrás. No hay camino de vuelta. 

Una sonrisa adorna mi cara. Todo es culpa tuya pero no lo es. Todo es por ti. Mi vida es por ti y mi muerte será contigo. 

¿Soy un demente? ¿Tú me volviste loco? El cinismo de echarles la culpa a otros no va conmigo. Las mentiras son cadenas que atan tu mente. Asfixian tu libertad de movimiento. 

Nuestros demonios nos señalan la ruta al infierno. No quiero decepcionarles. 

La carreta se convierte en camino. El polvo refleja las luces traseras. Ojos rojos en la noche. 

Por el espejo retrovisor veo las primeras luces. Rojo y Azul. Rojo y Azul. Sirenas. Dos. Tres. Cuatro. El final está cerca. 

Grito. 

Canto. 

Rio.

Nunca he estado más feliz. 

Cada vez están más cerca. Ambos lo sabíamos. Nada nos puede salvar ya. 

Suelto el volante y abrazo tu cuerpo inerte. Belcebú abre sus brazos y nos fundimos en él para toda la eternidad. Bienvenidos a casa. Mi dulce tortura eterna.

David Castellanos Monroy




Hola, ¿qué tal?

Otra de esas noches en las que apareces vía WhatsApp después de mucho tiempo con un: "Hola, ¿qué tal? ¿Qué haces? ¿Nos vemos esta noche?" y una carita guiñándome un ojo.

Eso significa peligro. Catástrofe inminente. Mi piel se eriza al instante y comienzo a sentirme igual que a quien le ofrecen tabaco cuando recientemente ha dejado de fumar. ¿Y yo qué respondo aquí? ¿Que sí o que no? Si sé que hoy quiero y que mañana me voy a arrepentir de haber querido. Si sé que vas a ser sólo una noche perfecta y muchas más en la mierda. Si sé que eres vuelo con destino a accidente seguro. Si sé que tú tienes alergia a la estabilidad mientras que yo estoy deseando encontrarla.

Entre tanta duda me da por imaginarme lo que yo le aconsejaría a un amigo. Sí, en este caso lo tendría claro: Ignórala. Sólo te va a traer disgustos.

Lástima que el mayor de mis problemas es que nunca he sido de seguir consejos.

""Hola, ¿qué tal, C?", respondo".


Cómo no

Es que ni siquiera quiero escucharte, ¿qué son esas idioteces? Cómo no vas a poder, niña.

Si yo te he visto detener el apocalípsis.
Si yo te he visto domar a monstruos gigantescos hasta convertirlos en cachorros, si yo te he visto susurrar a mis demonios y enamorarse de ti.

Cómo no vas a poder ahora con esto.


A ver si la vida al final se va a tratar simplemente de reír y estamos aquí buscándole otras explicaciones...


Apoyo para ellas

Aparte de eso, es importante encontrar maneras de apoyar en sus luchas a las mujeres que nos rodean. Eso incluye las luchas contra el machismo, los hombres machistas y una cultura machista. Hay varias palabras para designarlas: feminismo, lucha contra el machismo y simplemente ser una persona decente. Todas se reducen a reconocer que las mujeres se enfrentan a problemas en nuestra cultura a los que los hombres no tienen que enfrentarse. Es importante corregir ese desequilibro y apoyar a las mujeres.


Vas a conseguirlo

Vas a conseguirlo. Y yo voy a estar a tu lado.

Te abrazo, y te rompes en mi pecho.
Quizás era esto lo que necesitabas. Estallar. Hacerme ver que no eres perfecta. Claro que no eres perfecta, idiota.
Las chicas perfectas duran dos asaltos antes de convertirse en unas cosas feísimas.


Siempre será mejor que estés rota a cobárdemente ilesa.


Pirómana

Volvería a elegirte. Una y otra vez.

Porque vuelvo a enamorarme cada vez que veo que prefieres incendiar el mundo antes que morirte congelada.

A ti, mi dulce pirómana.



27

No sólo me quedé contigo. Me quedé contigo y con tus circunstancias.
No eres tú. Eres tú, tus sonrisas, tus problemas, tus sueños y tus mierdas.
Tu cielo y tu miseria.

Y yo me quedo con todo, porque me quedo contigo.


ELLA

Que para dar guerra es la primera. 
Y para dar paz es la mejor.


sábado, 22 de febrero de 2020

Amenaza

Él dijo:

- Te amaré, te amaré
y todas tus defensas 
las derribaré.


Solo quiero a alguien que...

Sólo quiero a alguien que me quiera tan y como soy. Que se ría conmigo de los ridículos que he protagonizado a lo largo de mi vida. Que le proponga un plan y no ponga de excusa su rutina. Que esa persona sea la excusa para no quedar con la mía. Que me levante sin importarle mancharse de pena, cuando fracase en algo y no pueda o no quiera levantarme. Sólo quiero a alguien que se sienta orgullosa cuando vaya conmigo de la mano, ¿sabes? Que se le note en la cara que es feliz a mi lado. Que entienda que algunos días no me apetece sonreír por los dos. Que ella sea en mi día a día lo que es un viernes a la semana. Que me abrace todo el rato: en las penas, en las alegrías, en la cama. Sólo quiero a alguien que me diga: "yo confío en ti", cuando me propongo luchar contra imposibles. Sólo quiero a alguien que esté dispuesta a declarar una república independiente si la forman dos personas y yo soy la otra. Sólo quiero a alguien que no repare en alturas cuando hable conmigo de sueños.

Sólo quiero a alguien que me quiera tal y como soy, sin que tenga que esconder nada.


Hoy solo necesito un abrazo de esos que te rompen por fuera, pero te edifican por dentro.


Hoy me hiciste falta, pero no te llamé ni te escribí. Suponfo que lo estoy haciendo bien, supongo que esto ya es dar un gran paso.


Maravilloso mundo, sí

El otro día, durante las siestas de los niños, le enseñé a una compañera que acaba de quedarse soltera el maravilloso mundo de Pof. sigo llevando la aplicación en mi móvil, ¿por qué? No lo sé. Y os digo una cosa, no ha cambiado nada desde que me metí la última vez. Nada. ¿Queréis una prueba? Aquí la tenéis. Por cierto... Recordar, que este tipo de personas está buscando el amor, el amor de verdad. 

Ánimo a los que de verdad están en esa búsqueda.


Sonríe, joder

A veces el mundo quiere que estés cabreado. Como si todo y todos estuviesen en tu contra. suerte que el tamaño de "nuestro mundo" se puede reducir con unos auriculares, un abrazo o una pizza.

Sonríe, joder, que de peores has salido.


Te invito a una cerveza

Qué viernes y qué sábado más bonitos. ¿Por qué? Porque a pesar de tener la vida que tengo, estoy rodeada de los mejores amigos que existen. 
Ayer necesitaba más batas para el cole, y le lié a él. ¡Al Bollo! "Venga y te invito a una cerveza si quieres", no se pudo negar. Él acabó invitándome a una cena en su casa, una barbacoa para alimentarme como dice él, que me estoy quedando en los huesos. Este tema prefiero no tocarlo porque ni él sabe que gran verdad soltó ayer.

Estuvimos con la manta en el jardín, mirando el fuego como se iba consumiendo poco a poco y como yo me iba quedando dormida hecha un ovillo sobre su hombre. Sentía como me besaba en la frente pero no me movía, no quería, necesitaba justo eso tras el viernes por la tarde. Las cosas en casa no es que mejoren. Y eso sí que lo sabe él.

Me quedé dormida hasta que me despertó y me echó en la cama. Me abrazó por atrás, y me pegué a él lo más que puse. Estaba a salvo. Esa noche dormiría muy bien por lo cansada que estaba y por tanto amor que me da. 

Y pensaréis... ¿el pollito? El pollito aparte de tener boda el sábado y de estar liado el finde, le fui sincera, necesitaba pasar tiempo con mi mejor amigo. Sincera es un decir, pero no le iba a contar mi drama familia, aún no, y a este paso, nunca. Me he despertado con un ojo hinchado y una ceja amoratada. No es momento de ver a nadie, ni siquiera de contarlo. Y estoy pensando que de ni escribirlo porque es la puta historia interminable de mi vida. No quiero narrarla más. Me aburre y supongo que ti que me lees, también.

Despertar con un cola cao, dos tostadas con mermelada y un zumo de naranja está bastante bien. Pero despertar con alguien a quien adoras por encima de todo, está aún mejor. Y si encima te besa, te mima, te arropa y te cuida, no tengo palabras. En este momento, me he callado y he desayunado con él al lado... y mi corazón de nuevo ha vuelto a bombear. Pensé que jamás volvería a sentir eso, pero el calor ha vuelto a mi cuerpo. Pero me he callado. Le miraba a través de mis pestañas como encendía la tele para poder ver algo. Y me he callado, pero creo que podría despertar así el resto de mi vida. 

Cuando me ha mirado, me he sonrojado. Me he sentido como una niña a la que han pillado haciendo lo que no debía, en este caso, pensando lo que no debía. Pero supongo que no se puede ocultar todo. Ni aun cerrando la boca. Estoy cambiando, ya no digo todo lo que pienso. Ya me lo guardo, ni siquiera lo escribo. Creo que es mejor llevar cosas dentro para que nadie pueda jugártela nunca.

Es el Bollo de mi vida. Y no quiero sustituir la palabra Bollo por ninguna otra. Es él, así, tal cuál. Matándonos y queriéndonos como nadie. Somos de extremos, siempre lo he dicho. Y aquí estoy, en su casa y que no me saquen de aquí, que tengo mucho trabajo... Informes que no acaban... y todo para el día 9 de marzo, pero entre semana es imposible hacer nada.

Espero poder cambiar un poco mis rutinas ya que he dejado el trabajo de los lunes y miércoles. No podía más y mi salud ya estaba pasando factura.

He recibido mensajes sobre cómo estaba tras las anteriores entradas. No lo voy a compartir esta vez, porque los resultados no son buenos. Sólo lo sabe una persona, y es Belén, y no lo sabe todo. Esta vez me ha dejado mi espacio. Esta vez la cosa es grave. Pero bueno, hasta aquí puedo leer. Voy a seguir disfrutando de mis informes, de mis niños y de mi Bollo... Con que poco puede ser un fin de semana perfecto.

Patri Izquierdo Díaz


Dicen que uno lee poesía cuando le han jodido en serio, y yo, yo sólo espero que después de ti existan suficientes poemas para arrancarte del pecho.


martes, 18 de febrero de 2020

El pollito

Un día intenso como os decía, o una semana, y ¡sólo es martes!

Estamos celebrando en el cole el carnaval. Cada día vamos de una cosa disfrazadas, y ser tutora de 20 enanos cambia todo. Tienes que estar pendiente de absolutamente todo. Repetir a los padres las cosas mogollón de veces, reuniones, camisetas, pinturas, disfraces, rincones, carteles, decoraciones, ¡para una semana!

¡No me da la vida! 

Y hace dos días estaba tomando el sol en mi Granada, esa ciudad en la que sí encontré el color especial hace dos años, y esta vez aún más. He ido con el ingeniero. ¡Mi pollito! El pollito que ya me declara su novia a los cuatro vientos. Y... No sé si debería hablar de esto en el blog, aunque sé que ni lo lee, ni tiene intención. Y yo no he vuelto a sacar el tema, prefiero que sea así y que crea que todo lo que escribo son los pies de fotos de Instagram. 

Como os decía ha sido un viaje bonito, simplemente por el hecho de que Granada lo vale, y viajar es mi afición favorita. Y bueno, la compañía no ha estado mal, de hecho, me ha sorprendido mucho para bien. 

Pero ha sido llegar a Madrid, a mi mundo, a mi rutina, a mi vida, ¡vaya! Y me he caído del guindo. No sé, ya no lo veo tan bonito como lo veía en Granada... Me pareció ver un unicornio de color rosa a lo lejos y pequeñas mariposas revoloteando por la Alhambra, pero... ¡serían mosquitos!

Lo estoy intentando. Estoy intentando llegar al nivel de sus sentimientos, a sentirme cómoda haciendo planes de futuro. Hablamos de Semana Santa y mi cabeza voló a Lisboa. ¿Soy yo? ¿Es él? ¿Somos los dos? Sé que soy yo. Que no estoy centrada en nada ni en nadie. Que he conseguido tener una rutina donde los meses y el tiempo vuelan pero sin ningún tipo de sentido. Me he conformado, me he sentado a ver qué pasa, a tener una vida estable, sin más. Y yo no soy así. Soy una loca. Me gusta viajar, aprender, descubrir sitios, salir, entrar, subir, bajar... ¡sentir! Soy de extremos, de tristezas enormes y de alegrías infinitas, de sentir intensamente... Y hace mucho que dejé de hacer cosas con emoción. Soy un robot que hace los planes establecidos por otros... ¿Quedamos? Pues sí. Que no te dicen nada, pues oye, casi mejor. No sé explicarme...

Pero acabo de llegar a casa de estar con él, y solo asoman dudas a mi cabeza. No sé si es el día que lo tengo torcido o... ¡no sé! Pero mi cabeza está que echa humo. ¿Serán los resultados de mañana? Y he terminado en casa del Bollo... Se supone que tu "pareja"debe ser tu mayor apoyo, y cuando tengo un día así, acudo a mi amigo de siempre. Porque es cierto que el pollito sabe nada de la misa, la media. Prefiero mantenerle al margen de los problemas familiares, por ejemplo. Ya que su respuesta cuando le conté algo, sólo algo... fue...: "cuídate". OK. Gracias... (imaginaros mi cara). 

Todo el mundo apoya esta relación porque es un buen chico, ¡y es cierto! Tiene lo suyo como todo el mundo, pero... no soy capaz de sentir nada más allá del cariño, respeto y bueno, que me aporta tranquilidad y estabilidad. Quizás necesito tiempo, pero estoy con él desde noviembre... son unos cuántos meses ya. 

No voy a darle más vueltas. Por hoy ya está bien. Necesito descansar. Necesito que el Bollo me de cenar y me de los regalices rojos del mes... Y prepararme para lo que viene mañana.

Buenas noches, ventanitos.

Patri Izquierdo Díaz


¡Otro más!

Mañana va a ser un día especial, un día muy intenso... ¡otro más!

Mañana voy a recibir los resultados de unas pruebas que me he estado haciendo y que podrían cambiar mi futuro. No se lo he dicho a nadie. Ni siquiera al Bollo. Belén... Mi blog ya no es lo que era antes, ya no quiero contarlo todo, porque como tú bien dijiste, es un arma de doble filo.

Estoy nerviosa, pero sé que esta noche dormiré. Me encuentro cansada, agotada mental y físicamente. Siento que voy a petar en cualquier momento. No como, y si como es de forma desordenada. Duermo poco, me exijo mucho y cuerpo me está pidiendo que pare. Mi jornada como bien sabéis empieza a las 7.45 saliendo de mi casa, a las 8.30 entrando en el cola hasta las 5.00. Después a las 6.00, extraecolares en Loranca hasta las 8.30. Ya las 9.00 de la noche, empieza el gimnasio, que es lo que me está sacando adelante, pero lo que me está hundiendo definitivamente. 

Para mí, un gimnasio es como una casa de tragaperras para un ludópata, un bar para un alcohólico. Entro y siempre necesito más y más y más... Tengo una tendinitis en un pie que no cura. Esguinces en las muñecas de coger demasiado peso. Los brazos reventados, y cada articulación suena en cada movimiento.


Mentalmente necesito eso. Necesito seguir adelgazando, necesito seguir dándole al saco como si no hubiera un mañana. Y por supuesto, necesito estar ocupada y el mayor tiempo fuera de mi casa. Pero todo tiene un límite. Todo. Absolutamente todo. Y mi mente y mi cuerpo me están pidiendo socorro. 

Mañana es el gran día, esas pruebas me dirán qué pasará de ahora en adelante. Ya os iré contando... O no. 

Patri Izquierdo Díaz



miércoles, 12 de febrero de 2020

Larga vida a estas noches de adrenalina

Hace mucho tiempo que no le tenía entre mis manos.

Él os podría contar miles de historias, ha pasado por muchas cosas, muy interesante. Hacerme caso. Pensé que jamás le volvería a sacar a correr. A hacer eso que tanto nos gusta. Al Bollo, al gitano y a mí. ¡Vaya trío que nos hemos juntado!

Volver a sentir la adrenalina, volver a cruzarme en las rotondas. Sentirme vigilada por su retrovisor, cuidada por el que va detrás. Acompañada, segura y feliz, muy feliz. La gasolina corre por mis venas. Lo motores mueven mi corazón. Las ruedas y los derrapes me hacen volar... Y el freno de mano, ¡Ais, el freno de mano! La música a tope, pero no muy alta, que suene el rugido... ¡Qué vibre mi mosquetero! ¡Viva Alejandro Dumas!



Los pelos de punta porque el camino se acaba y aún no has frenado. Y frenas, y giras... y derrapas. El coche a dos ruedas y el corazón late deprisa, más deprisa... Más... Mucho más. Y es mejor que un orgasmo cuando las cuatro ruedas aterrizan en la calzada. 

No dejaré que pase tanto tiempo. No dejaré de hacer las cosas que me mantienen viva. Esas pocas cosas que me reaniman, que me devuelven los sentimientos que creí perdidos, que se llevaron, que me quitaron... El coche es mi pasión... 

Y ahora... ¿las motos? 


12 de febrero de 2020


De amor no te mueres
Te deprimes. Lloras por todo. Pierdes el apetito. Estás siempre cansada. No duermes. Te duele el cuerpo. Te duele el alma. Pero no te mueres.
Y el día menos pensado....sale el Sol*. Y olvidas. Y ríes. Y estas más guapa.Y redescubres tu sonrisa y lo bonita que es la vida...
(* siempre, siempre, siempre sale el Sol)


Será nuestro secreto

- Aprovecha el Badoo, el Pof, todo lo que quieras, hermano... Si yo me quedara soltero, haría lo mismo. Me tiraba a todas las de las páginas esas - dice cogiendo un alicate.

- Tú no sabes estar solo - respondo con el corazón un poco dolido por ese comentario.

- Al cabo de un tiempo, sé muy bien a quién volvería - me susurra muy cerca.

- Gracias por hacerme sentir el plan Z, majo - le digo al Bollo algo mosqueada y mordiéndome la lengua.

¿Qué necesidad tenemos de seguir alargando las cosas? ¡Es por este motivo por lo que aún no te he escrito tu carta. ¿Qué te escribo? Que seremos eternos en el tiempo, dos líneas paralelas que jamás se cruzarán, ¿no?

Se aleja de su amigo y se acerca a mí.

- No me jodas, ¿eh, Patri? Eres tú la que está con el ingeniero.

- ¡No lo estoy! ¡Qué manía os ha dado a todos! - respondo enfada sentándome en un taburete.

- Eso no lo opina él. Te llama "novia" - me dice el amigo del Bollo.

- Nos estamos conociendo. Aún tiene el contrato de prácticas.

- ¿Eso lo sabe él? Porque se ha autocontratado - me responde el Bollo.

El gitano se acerca a mí y se sienta a mi lado.

- A ver prima, ¡supéralo! Él lo tiene superado y céntrate.

- ¿En qué? - le pregunto mirándole a los ojos.

- El motero. Deja de vomitar cada vez que le ves. El Bollo está cabreado con ese tema, ya le conoces - suspira mirando hacia el Bollo - Es tu salud la que está perdiendo. ¿Por qué le tienes en un altar, precisamente a ese? Deberías tener en un altar a ese chico, no al motero - dice señalando al Bollo.

- Y le tengo. No sabes lo que le quiero. Es parte de mi vida. Es mi mejor amigo.

- Creo que el término amigo se os ha quedado corto. Eso lo he hablado con él. Y más ahora, todos tenemos ojos. Te estás poniendo macizorra. ¡Estás empotrable! He de reconocer que a mí en el gimnasio se me van los ojos - se ríe y a mí me salen los colores - Porque sé que si te tiro la caña tendría problemas con él... - y me río - Patri, tienes a un chico que es muy majo a tu lado, te trata bien, es ingeniero, no le hagas daño... No le hagas el daño que te han hecho a ti.

- No voy a hacerle daño. Estoy bien con él. Estable, pero es cierto que aún no monto en unicornio, ni veo todo de color de rosa... y van casi cuatro meses viéndonos a diario.

El gitano se muerde el labio pensando...

- Tienes la cabeza en otro lado, ¡encima de una moto para ser más exactos!

- No... Lo estoy superando. Solo necesito tiempo.

- El tiempo juega en tu contra, y más aún, en contra del ingeniero. No dejes que se enamore de ti. Enamorarse de ti es muy fácil, Patri. Te lo digo yo - le miro a los ojos, porque creo que me perdí en este punto de la conversación - Eres divertida, una luchadora, no dejas que nadie te vea mal. ¡Eres la puta WonderWoman!, Tatuada, ¿por qué no señalarlo? Te van los motores, no te importa mancharte las manos, eres culta y sales de fiesta. Te adaptas a todo a pesar de que te cuesta por ser un puñetero cactus... Patri, es muy fácil enamorarse de alguien como tú. De hecho, es lo que todos buscamos. ¡Yo lo busco! - se mira las manos - El Bollo es muy afortunado, pero también es gilipollas de no lanzarse a una piscina que tiene agua. Porque a ti te lo noto, te veo los ojos cada vez que le miras... ¿Eso te pasa con el ingeniero?

- No lo sé - le respondo.

- En cuatro meses tendrías que haber sentido algo más que una estabilidad. Y más tú que sientes a flor de piel, que de un grano de arena haces una montaña. ¡Eres una loca del coño! Y te veo apagada... 

- Me han robado el corazón. Me han saqueado todo lo que tenía. No es apagada, es vacía. No tengo un corazón con el que amar.

- Lo tienes. Ojalá pudieras verte cuando hablas del Bollo o... cuando hablas de Samu. Solo que ese corazón tiene propietario, y tienes que echarlo de ahí. Ese sitio no le pertenece. Te pertenece solo a ti, y tú eres la autoridad que das ese lugar a quien se lo gane. 

- ¿Qué haría sin ti, mi gitano? 

- Lo de siempre, lo que te da la gana. Eso es parte de ti - y me abraza - Sé que eres del Bollo, pero me tienes aquí para defenderte de cualquiera. Te he cogido mucho cariño. Son muchas horas de gimnasio pasándote mis consejos por donde te pasas todo. Me inspiras darte cuidados y mimos. Eres mi niña - me besa en la cabeza. 

- Pero, te gustaría empotrarme...

- Será nuestro secreto - me susurra - Ese culo tiene su aquel... Y esa cintura que se te ha quedado... Y que seas tamaño llavero, también me gusta. Pero sobre todo, me gustas tú - suspira - Sé de uno que me mataría si me estuviera escuchando.

- Será nuestro secreto - le susurro.

Patri Izquierdo Díaz