domingo, 31 de julio de 2022

Mi equipo

 Ay mi Javi, ¡qué fin de semana llevamos! Que vidas más duras nos han tocado sin apenas escogerlo. ¡Qué tragicomedia tenemos entre manos! Me río de Romeo y Julieta. A ellos les duró una semana y nosotros vamos para el año o más.

Mi chico. No gana para disgustos. Y todos pasan factura. A mí me la ha pasado bien cuando he perdido el conocimiento. Cuando mi lugar en el mundo se ve en peligro, cuando mi vida vuelve a tornarse oscura y a perseguirme la soledad. Sabes que hay sitios donde solo uno llega. Sitios en el que por mucho que la persona de al lado nos quiera, siempre serán nuestro talón de Aquiles, pero intentaré hacer todo lo posible por subir ese autoestima, por hacerte ver que somos mejores juntos, a nuestro estilo. Seguiré dándote esos besos que no me pides como diría Fito y Fitipaldis. Haré todo lo que pueda dentro de mi actual condición. Saldremos de ésta como tantas y tantas veces. Saldremos de todo. Estamos rodeados de los mejores amigos que podemos tener. 

Me confesaste que uno de tus mayores miedos era estar solo. No lo estás, no dejaré que lo estés nunca, ni en los días que toques fondo, ni cuando llores agarrado a mi... Nunca. Tocarás fondo, y me sentaré contigo a esperarte. Esperaré ese impulso que das para seguir adelante, para seguir creciendo, para seguir superándote, porque es lo que te caracteriza. 

No estás solo. Aquí está tu familia. La que tú has creado y creamos día a día. Tienes a los mejores detrás de ti. Y piensa que lo demás importa relativamente. Escucha a mi hermano, de estas cosas ambos sabemos. La vida es la partida que nos ha tocado jugar, y tú sabes buscar la suerte que necesitas para ganar.



Visita a Extremadura

 No puedo decir otra cosa: soy afortunada en amigos. Sergio y Sonia han venido a vernos al pueblo en el peor fin de semana posible. Lleno de discusiones, de mal entendidos, de mi desmayo en medio de la terraza del bar...

Ellos se merecían un fin de semana de diez. En realidad, se merecen todo. Y doy gracias porque han sabido moverse entre voces, malas caras, mi enfermedad que últimamente me acompaña más presente que nunca. Ellos se merecían un finde de descanso, de lujo, de risas... Lo mismo que ellos nos dan.

Más palabras de Sonia no puedo escribir, no existen. Es la persona a la que me gustaría parecerme de mayor. Es el ejemplo que quiero para mi pequeña. Es mi compañera de risas, llantos y desmayos... Es mi 112 en plena madrugada. Sonia es especial, de las personas que solo encuentras una vez en la vida. Todo lo contraria a mí. Pero tiene ese algo que necesito para estar completa, para alejar a esa soledad que a veces me sigue en estos días, pues... Todo pasa factura al alma. Todo. Y ella es pura generosidad como Sergio. Otro gran ejemplo que no quiero perder nunca. Es una persona con la que no paras de aprender, con la que no terminas un diálogo, una broma, con la que podrías no cansarte nunca de estar. La confianza que te brinda haces que seas tú, realmente hace que seas la mejor versión de ti, la optimista, la bromista, la que quiere estar bien. Es el nervio que yo también tengo, el vamos para allá y volvemos, el quiero aprender más... Es mi versión más loca, más activa, esa que deja aparte a la enfermedad.

Es un equipo, una pareja perfecta. Sus miradas, su complicidad tras la cantidad de años que llevan, es la felicidad de los cuentos de hadas en la realidad. Y al vemos, siento tal emoción por mi amiga, y por él también, pero por Sonia... Que es inexplicable. ¡Qué suerte tuvisteis al encontraros! Que grandes sois, para que luego digan de la familia... Mis amigos son mi gran familia.



Primera carta a mi pequeña

 Hace muchos años que no escribía y hoy 30 de julio a la 1'30 de la madrugada siento que nada me puede calmar, intentaré abrirme y explicarte, mi pequeña, que hay en mi ordenador central.

Me siento muy solo, nada está noche podrá apaciguar este sentimiento de soledad.

De mis ojos y mi alma solo brotan lágrimas rotas por el sabor amargo de la tristeza.

Bajo las escaleras y me encuentro vacío no entiendo porque me ocurre lo que año tras año era mi peor pesadilla estar rodeado de gente y sentirme solo, nada me entra ni comida ni bebida estoy en estado de descomposición por dentro,pequeña te cuento no voy alabarme porque eso le concierne a las otras personas que me ven valorarme, voy hablar de lo que si puedo cariño, tu padre es abrupto, es vocingleras es mal hablado, pierde las formas, tiene pocos amigos porque fui un nómada por el trabajo de tu abuelo Rafa (no quiero que suene a reproche él me saco adelante con su curro, olé por él) soy como se suele decir coloquialmente una gaseosa que pierde toda su fuerza y luego no valgo nada. Te puedo contar un secreto mi pequeña tengo una autoestima de mierda, toda mi vida busqué y busco una palabra de apoyo, una palabra de aliento. Uno de mis pocos amigos el sabe quién es eh F, me ha dicho muchas veces no esperes de la gente lo que tú das porque no son iguales a ti Javi. Claro mi pequeña si te puedo pedir un favor no tengas mi carácter te evitarás muchos disgustos mientras lloras en silencio el resto de personas disfrutan charlan, ríen comparten anécdotas y a ti solo te queda sollozar,negar y quedarte solo en un rincón,todo está bien ahí dentro todos menos nosotros. No sufras mi niña cuídate este es él primer consejo que tú padre puede darte.

No sé ahora en mi rincón pienso que miedo tengo de que no estés orgulloso del padre que vas a tener, te prometo que me aterra. El día de hoy fue malo, para mi autoestima como una torre de naipes apunto de caer te puedes hacer una idea cariño de lo malo del día.

No quiero molestarte si me dejas me gustaría seguir abriéndome cariño, contarte lo que luego por mi forma de ser cerrada en tema de sentimientos me costará expresártelo en persona.

 Tu hermano mayor creo que no me quiere o eso percibo yo, ten en claro que tanto a tú hermano cómo a ti cariño todo lo que hago lo hago por vuestro bien, os quiero con el alma  siempre estaré aquí para lo que necesitéis. Soy poca cosa, poco más que un carnicero de barrio, no podrás sacar pecho de tu padre no soy un gran ingeniero ni un gran médico. Espero que me aceptes y me quieras como yo os quiero, gracias por haberme escuchado mi niña, necesitaba desahogarme, ya queda poco para conocerte tengo una ilusión enorme mi sueño siempre fue tener una niña, te espero en mi rincón prontito mi niña. 

Buenas noches.

Señor Olivares




jueves, 21 de julio de 2022

29 de abril de 2022

 29 de abril de 2022

Por primera vez, vamos al médico para verte. Hace pocos días, Cristiano Ronaldo, un jugador de fútbol (papá te puede explicar quién es mejor que yo) acaba de perder a uno de sus mellizos en el parto. Ese caso empieza a taladrarme la cabeza, y mira que yo soy de las que piensan que no serás una personita hasta que nazcas, que hasta ese momento... Serás un feto, un precioso feto. 

Iba con miedo. Hacía unos días que la matrona me había dado la primera charla sobre cómo llevar el bebé. Escuché todo, pero me quedé en que no podría comer en los próximos nueve meses ni jamón, ni salmón ahumado, ni embutidos... Bebé, somos de familia extremeña. Dentro de unos años entenderás lo que significa esa prohibición para nosotros. Pero haré todo lo que esté en mi mano para que estés bien ahí dentro.

Pasamos a la consulta como dos pardillos. Nerviosos. Papá iba súper serio, como si la cosa no fuera con él. Se mantuvo en un discreto segundo plano, dándome mí el protagonismo.

Y llegó, tras un montón de preguntas de un cuestionario, el momento de subirse al potro. Como es aún muy pronto, la ecografía será vaginal... Algo bastante incómodo, pero no importaba, nada importaba. Sólo saber que estabas bien y que tu corazón latía... Y ahí estabas, moviéndote mucho, con un corazón como el galope de un caballo. La doctora invitó a tu padre a acercarse... Estabas bien. 

- Es grande. Muy grande... 12 semanas y cuatro días... Lo dejaremos en 12. Saldrás de cuentas el 20 de noviembre.

Estabas bien, y eso era lo importante. Recuerdo que solo miraba a papá, lo nervioso que estaba. Como se esconde tras esa seriedad cuando los nervios le comen por dentro.

Ya era oficial. Estabas en camino.



25 de marzo de 2022

 25 de marzo de 2022

Aquí empieza la aventura. Tu aventura, mi bebé. Ante todo, quiero que sepas que tu diario lo escribirá mamá respetándote tu intimidad. Lo haremos público en mi blog. Porque aún estás dentro de mi, porque formas parte de mí. Pero créeme, nadie jamás subirá una foto de tu carita a ninguna red. No formarás parte de esto en cuanto seas mi personita favorita.

Empecemos por el principio... Mi regla se fue, como tantas y tantas veces, pero mi cuerpo funcionaba de otra manera. Nunca sabré explicártelo, pero algo dentro de mí estaba cambiando, y se lo dije a papá.

Papá dijo de esperar una semana, para no más sorpresas. En realidad, te llevamos esperando ocho largos meses en los que he pensado de todo. De que jamás vendrías por mi culpa, de que pasaba algo... No sé, entenderás de mayor todos los pensamientos que puede tener una mujer en una décima de segundo.

El día 24 de marzo, compré el test. Iba a casa pensado que ahora mismo no era el momento. Estaba en paro, sin trabajo, y el día 25 de enero Maya, llegó par revolucionar nuestras vidas. La conocerás pronto y la escucharás antes. Sus ladridos son únicos e incesantes.

Recuerdo que eran las cinco de la mañana y no podía dormir. El test esperaba en el baño a la primera orina de la mañana... Supongo que a las cinco, era una buena hora de hacer pis... ¿Por qué no?

Me levanté sin molestar ni a Javi ni a Maya. Me encerré e hice pis en el palito (lo he guardado de recuerdo). Te prometo que pensé que se me haría eterno, pero ese positivo era más real que cuando dimos positivo en covid. Allí estaba ese palito con sus dos rayas... Ya estabas en camino.

Volví a la cama como si nada. Asustada por todo lo que se venía encima. Me dio pánico, te soy sincera... Y en mi cabeza escuché la frase de... "Llega cuando te relajes, cuando estés a otra cosa". Siempre le echaremos la culpa a Maya. Ella hizo, sin querer, un sueño realidad. Venías de camino a casa.

No podía quedarme con aquello dentro y moví a Javi un poco para despertarlo.

- Es positivo - le susurré en voz muy baja.

- ¿El qué es positivo? - me preguntó adormilado.

- Vas a ser papá - le informé esperando su respuesta.

- Te dije que podríamos - Y volvió a dormirse acurrucado en mí.

Vamos a ser padres. El 25 de marzo empezaría este diario.



miércoles, 20 de julio de 2022

Madres

 No soy madre. Voy a serlo. Pero aún no tengo la facultad de opinar como madre. Sólo espero que la maldad no se lleve en la sangre, por el bien de mi pequeña.

Sé que cualidades debe tener una madre. Además, las he visto increíbles, verdaderos ejemplos como mi tía Ana. Madres que están por si las necesitas, por si les pides orientación, pero te dejan una libertad absoluta en decisiones, en aciertos y errores. Te dan sin tener que pedir, porque te observan, te conocen, saben qué necesitas y no he hacen pasar el feo de tener que pedir lo que sea que te haga falta en ese momento. Son madres que te ayudan a crecer hasta con 40 años.

A las que puedes contar cualquier cosa porque nunca se te volverá en contra. Nunca habrá un "te lo dije", "yo ya lo sabía" o frases que por desgracia, son típicas de madres. Aquellas con las que podrías hablar de todo libremente, pues nunca pasarás por un juicio. Madres con las que tener una confianza que no necesites bloquearlas en ninguna parte porque esa información... Es tu guillotina. 

Madres que te llaman lo justo. Que adoptan a tu pareja como parte de la familia, como un hijo más, que las hacen sentir de la familia y no un piojo que has venido a chupar del bote. 

¡Qué envidia! Las hay así, y yo quiero ser de ellas. Y qué pena que haya tan poquitas. Tan, tan, tan... Pocas. Madres que no controlan todo, que te dejan ser tú porque siempre se sentirán orgullosas de lo que eres, de lo que te has convertido, de lo que has conseguido... O simplemente, orgullosas del esfuerzo por crecer de los hijos.

Qué triste... Ser de otra manera.



domingo, 17 de julio de 2022

Querido Javi

Javi, ni te imaginas cuánto te quiero. Bueno, quizás sí porque te lo digo todos los días desde que te conozco. 

¿Sabes? Yo que soy de reflexionar mucho, me da miedo, que ahora que vamos a ser padres, nuestra relación se hunda, cambie o simplemente se desgaste.

Por eso me empeño en hablarte, en escribirte y en transmitirte todo aquello que dudo, que me da miedo, vértigo, que me crea algún tipo de sensación o sentimiento. Siempre he sido así y más contigo, me sale fácil.

Me duele esas veces que te abrazo, sí, aunque haga una ola de calor y tú te apartas. Cuando voy a darte un beso y te quitas, porque tienes sueño, porque tienes calor, hambre, estás cansado o simplemente sacas un tema muchísimo más importante que una muestra de amor para cortar el gesto. Esto no es nuevo, porque cuando ocurre, me cabreo y te lo digo.

Es difícil para mí gestionar esto. Siempre he sido fría, e intentado no tener contacto físico con nadie. No me gustan los besos ni las muestras de cariño que, por alguna razón, contigo me salen todas y a todas horas. 

Esto bien podría ser un escrito una llamada o un grito para pedir tu atención, pero no lo tomes así. Simplemente, es algo que nos pasa y que me da miedo. Mucho. Porque cuando haya un bebé, y ella sea lo primero, no quiero dejar de ver a mi marido como el hombre de mi vida, no quiero olvidar todo lo que te quiero y no quiero olvidar lo que fuimos, lo que somos, el equipo que construimos.

Me encantan las fotos, lo sabes, y no por vernos más o menos guapos, las fotos invocan momentos, viajes, una historia. Y me gusta nuestra historia. Me gusta nuestro primer viaje, nuestras primeras citas, nuestros primeros problemas, nuestras primeras veces recogidas en imágenes... No dejes que esas imágenes sean las de unos desconocidos que se encontraron por casualidad en un momento puntual y nunca jamás volvieron a encontrarse porque se perdieron en el camino.

Quiero ser más fuertes que esa pareja de las fotos, estar más unidos si cabe porque lo que viene separa, siempre separa... Y las circunstancias de la vida también. Ayúdanos a crecer, a mejorarnos, a decirnos y a contarnos, a discutir, a llegar a acuerdos, a hablar de lo importante y de lo que no lo es tanto... Por una sola razón, porque te quiero... Y con eso, debería valer.

Te quiero, Javi.




sábado, 9 de julio de 2022

Hoy

 ¿Habéis tenido la sensación de no acertar nunca? De tener una temporada de errores, o de que hagas lo que hagas nunca está bien para nadie. Hoy me he levantado como me acosté ayer, con una presión enorme en el pecho (que bien podría ser la neumonía) y con unas ganas de llorar que no puedo con ellas. Es más, tengo la necesidad de gritar y desgarrarme, de soltar, pero no termino de romper.

Las cosas no van bien aunque queramos poner buena cara. No se puede machacar a una persona porque creemos que es de hierro y nada la destruye. No podemos verter encima de alguien toda nuestra bilis porque por un momento nos sintamos superiores. Y no por sentirnos superiores tenemos que machacar al de al lado... Y minutos más tarde, fingir que no ha pasado nada.

No voy a discutir con nadie en una temporada, y no es una promesa que me he hecho o una especie de objetivo. Es que no tengo fuerzas. No tengo ganas de rebatir monólogos que se sueltan y luego se borran en el tiempo. No me apetece perder mi tiempo con personas que me hacen daño. Voy a hacer el método de mi tía, el de dime lo que quieras que yo haré lo que me apetece, como si te tengo que decir que sí a todo. Pero en este momento, como hablé ayer con Sonia, solo quiero descansar, no levantarme de la cama y sobrevivir. Parece exagerado, pero hace unos días las tías de Javi me entendieron perfectamente. EL grado de agotamiento que llevo no solo es físico, va pasando al mental. Mente y cuerpo van de la mano.

Ni siquiera estoy buscando el apoyo de nadie. No me apetece contarle mi vida a ninguna persona. No me creo tan importante. Ayer Sonia me dijo que no le gustaba lo que estaba viendo y estaba preocupada. Se llama agotamiento extremo. Sonríes porque toca, vives porque es lo que hay que hacer, pero no ves sentido a la vida, ni motivaciones, ni buscas nada que te ayude a salir adelante. 

Se me ha ocurrido hacer una cosa, que sé que al menos me mantendrá entretenida y alejada de la realidad hasta que necesite tumbarme de nuevo. Voy a escribir a mi bebé todo lo que está pasando. Todo lo que va aconteciendo. Será algo parecido al diario del bebé, pero será más el diario de mamá. 

Te voy a contar todo, mi pequeña, todo. Te voy a ir enseñando que es la vida, porque te necesito guerrera como me dijeron las tías de Javi, independiente como mamá, fuerte, con personalidad. Necesito que salgas a comerte este mundo que va a intentar comerte a ti por ser mujer. Necesito enseñarte que la vida no es bonita, ni fácil, que seguramente verás que es una mierda... Pero que encontrarás la felicidad donde menos lo esperes y que eso, valdrá la pena. Necesito que mires a los ojos a las "manadas", al que te ve inferior, al que te va a intentar apartar por no tener un pene, por ser de otra clase social o de otra raza. Imponte. Sé la dueña de tu propia vida. Comete errores, mamá estará para consolarte, aprende de ellos y acierta. Cáete, de esas caídas que duelen, húndete, no pasa nada... Pero que sirva de algo, aprende mi amor. Y que todo eso te haga invencible. Búscate la vida, tu vida, la que tú quieras vivir. Da vueltas, busca tu camino, no el que queramos, en que te sientas tú. Y acuérdate siempre, siempre.... Que detrás de ti, está mamá, dándote tu espacio, detrás de ti, dándote esa libertad que a mí no me dieron, ayudándote a crecer y a orientarte si me lo pides.

Hoy... Empieza tu diario....



viernes, 1 de julio de 2022

El último de la fila

 Son las 2 de la mañana. No puedo dormir. Ando deambulando por la casa mientras todos duermen. Me pongo el termómetro y ahí está... Fiebre... Otra vez. 

Me siento. Me tumbo en el sofá. Vuelvo a ver las notas de las oposiciones. Me rindo. El sueño no viene. Tendré que ir a urgencias de nuevo con estos sudores fríos. 

Me vuelve a la cabeza la noche tan mala que tuve con Javi. Y el número 13 que sobre vuela mi mente. Una fecha que siempre está. Que aún está. Escribo a Sonia. Escribo a Dani. Escribo a los que siempre están. Y la ansiedad me invade. Tatuajes, infinitos... Tatuaje de amor para siempre, y me miro el mío. ¿Qué diferencia hay? ¿Somos historias paralelas? ¿Repetidas? Sí, me como la cabeza demasiado y más por la noche con 38 y medio. 

Despierto a Javi. Tengo que irme... Por muchas razones. Muchas. Y recuerdo que prometí no decir nada. Y lo cumpliré. Que no lo verbalice no quiere decir que no lo pueda escribir, ¿no?

Siento que me ahogo pero ya no sé si es la ansiedad o la neumonía. Javi dice que el bebé está bien, pero es que ahora mismo no me importa. Quiero curarme de todo.

A veces, y últimamente demasiadas, volvería a un domingo en mi vida que no querría haber despertado... Me parece una buena forma de evitar tantos problemas. Abandonar, desertar, ser una cobarde egoísta, pero quiero paz... Necesito paz, que me quieran, que me demuestren que soy importante para alguien. Sentirse el último de la fila, no es agradable. Es más bien, desolador.