martes, 31 de enero de 2017

¿Cómo vamos a dejar de querer?

Nunca dejemos de querer.
Somos lo que fuimos, estamos aquí gracias al camino del que venimos. Aprendemos de los errores que cometimos y pagamos las cuentas de lo que hicimos.

Y, pese a ello, no podemos dejar de amar. A los que nos hicieron felices. A los que nos sacaron una sonrisa alguna vez. Incluso a quienes nos hicieron llorar tanto que nos secaron el alma.

Porque el amor está en todas partes. El amor es el principio y el final de todo. Es el porqué de cada madrugada en vela. La razón de cada cosquilleo en la pupilas y de cada lágrima derramada.

Somos pasión en cada suspiro. Ilusión por cada aliento y por cada instante que nos deja sin él.

Somos amor, desde el primer hasta último parpadeo de cada día.

¿Cómo vamos a dejar de querer?

Alejandro Sotodosos


domingo, 29 de enero de 2017

Amor, honor y valores

Hoy aprendí que las cosas pasan cuando tienen que pasar. Ni tarde ni temprano. Que dar todo no significa que recibas todo. Que una buena siembra no significa una buena cosecha. Que los momentos son cortos y por eso hay que disfrutarlos. Que las lágrimas no las merece quien las hace llorar. Que el amor no se puede forzar y llega cuando menos lo esperas. Que puede haber amigos que son familia y familiares que son sólo conocidos. En fin, aprendí que la vida solo es cuestión de vivírla con amor, honor y valores.


Disfruto al verte feliz

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro, pero cuando me necesites estaré junto a ti. No puedo evitar que tropieces, solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tus éxitos y tus triunfos no son míos, pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

José Luis Borges


Feliz domingo (si te has levantado)

Hola, buenos días.

Es domingo. Me he despertado temprano.

Dicen que los domingos son los días donde las personas más profundamente piensan. Donde hay más pizza recalentada y cosas de las que arrepentirse. Dicen que son días de no quitarse el pijama o de ir a tomar helados por la tarde. De parejas compartiendo espacio, que igual no ganas. De hablar y que ya no signifique nada. De algún Paracetamol. De escuchar canciones en bucle. Esas que no puedes parar de escuchar y siempre te dejan muy metido en la mierda. Y las que vuelves a poner. De levantarte en camas equivocadas. O en algunas, que mal que te pese, no volverás a rozar. De duchas (o baños) relajantes, que algunas veces no relajan nada. De ganas de escribirle aunque sepas que no te va a contestar. De comidas familiares. De ir al pueblo. De besar contra la pares del pasillo. De gafas de sol. De verte en línea (otra vez) y que me sigas ignorando. De hoy te quiero y mañana te digo que no. De los cotilleos de "Qué fuerte, qué fuerte, no sabes lo que pasó ayer". De los "No me pasa nada" que gritan "Me pasa todo". De ti, que no hablas, pero miras. Profundamente. Y entre todas esas cosas, yo sólo tengo ganas de verte. De besarte y que muerdas la almohada.

Cuenta las horas que dura en tu ropa mi olor, cuando vuelvas a casa.

Feliz Domingo.

Defred


sábado, 28 de enero de 2017

Las historias no se escriben solas

"Y aprendí que las historias no se escriben solas, que necesitan de las palabras para que se empiecen a escribir. Que no todas empiezan con "Había una vez" ni terminan con un "felices para siempre", que algunas jamás pasan del prólogo, que "adiós" no significa el punto final. Que hay unas que las terminas de escribir con lágrimas y las vuelves a leer y te das cuenta de que otra vez te harán llorar. Que la historia comienza con un sueño y por lo tanto jamás debemos de dejar de soñar".

Anónimo


No se admiten representantes

"Porque nadie puede saber por ti.
Nadie puede crecer por ti.
Nadie puede buscar por ti.
Nadie puede hacer por ti lo que ni tú mismo debes hacer.
La existencia no admite representantes"

Jorge Bucay


Debajo de la cama

- ¿Jugamos al escondite?

- Sí, pero si te encuentro, te como a besos.

- Vale, si no me encuentras, estoy debajo de la cama.

Anónimo


Eso eres

"Eres lo que haces. Eres lo que decides hacer. Pero también eres lo que recuerdan de ti. Y sobre todo, eres lo que esa gente siente cuando lo recuerda"

Risto Mejide


Lo estás haciendo bien

¡Eh, tú! La que está sujetando a un bebé con una mano mientras se limpia las babas de la camisa con la otra. La que ha conseguido acostumbrarse a ducharse en dos minutos. La que se pelea con sus hijos para que hagan los deberes. La que está tan cansada al final del día y la que se siente tan abrumada por tener que volver a repetirlo al día siguiente. Quiero decirte algo:

Lo estás haciendo bien.

Voy a decírtelo otra vez: tienes que creértelo. 

Lo estás haciendo bien.

Sé que no lo parece cuando tu bebé se pone a llorar y tú has hecho todo lo posible para que se calme pero aún así sigue. Le has cantado, mecido, cogido en brazos, tarareado, has hecho que expulse los gases y le has cambiado el pañal, pero el niño sigue llorando. Puedes llegar a pensar que obviamente no llevas bien esto de la maternidad porque, si lo hicieras, tu hijo estaría sonriente y haciendo gorgoritos. Pero estás haciéndolo bien. Estás dando todo lo que puedes, todo tu tiempo y tu energía, para que tu hijo sea feliz, y eso es admirable.

Es posible que parezca que no estás haciendo un buen trabajo cuando tus días se reducen a rabietas, gritos, malentendidos y también a sopesar si deberías hacer otro puzzle con tu hijo de tres años o si deberías salir corriendo. Les haces su comida favorita y te responden con un "puaj". Les dices que es hora de jugar y no quieren estar contigo. Te propones hacer cosas en casa y no te dejan en paz. Es difícil y quieres llorar. Pero no pasa nada, porque lo estás haciendo bien.

A todas las madres que tienen niños que ya van al colegio y que lo dan todo por enseñarles lo que está bien y lo que está mal, todo sobre la interacción social, la amistad, la sinceridad y el buen comportamiento: también lo estáis haciendo bien.
Todos los días tenéis que dejar que vuestros hijos salgan al mundo real y esperáis que que tomen buenas decisiones, que sean amables, que elijan respetar a la autoridad, que prefieran ser generosos. Veis cómo se alejan corriendo hacia el patio del colegio -el mundo desconocido- y lo único que podéis hacer es esperar que lo que hacéis sea suficiente.

Es suficiente, confiad en mí.

Nadie es perfecto, todos tenemos defectos. Yo grito mucho a mis hijos. No paso suficiente tiempo con ellos. Muchas veces me parecen lo más aburrido del mundo. Dejo que vean demasiado la televisión y que coman demasiadas gominolas. Puede que a ti te pase lo mismo o que hagas algo diferente. Sea como fuere, son cosas sin importancia. Sé que te parece muy fuerte que tu hijo se sepa de memoria todos los episodios de Dora "La exploradora", pero en realidad no es para tanto.

Lo importante es que tus hijos te quieren. Puede que no te lo digan, es cierto. Puede que se enfaden contigo por muchas cosas. Pero te quieren. Te quieren porque les das un beso de buenas noches. Te quieren porque, cuando están malitos, les regalas un nuevo juguete. Te quieren porque has puesto su canción favorita 712 veces seguidas. Te quieren porque les lavas su camiseta preferida. Te quieren porque te acuerdas de algo gracioso que hicieron la semana pasada. Te quieren porque les cuidas.

Y, si tus hijos te quieren, es que lo estás haciendo bien.

Sé que esa culpabilidad maternal no se esfumará asó como así. Sé que no te calmará cuando estés llorando de puro agotamiento. Pero espero que te dejes convencer por estas palabras, aunque sea sólo por un momento, y que te otorguen un segundo de alegría en medio de un día caótico.

Lo estás haciendo bien.

Toni Hammer



miércoles, 25 de enero de 2017

Así somos

Ni yo necesito siete cervezas
para decirte que te quiero, 
ni tú necesitas irte lejos
para saber que me quieres cerca, 
pero así somos.

Benji Verdes


Despedirse

Crecer es aprender a despedirse. El día que te das cuenta de que crecer va a significar despedirse de personas, situaciones, emociones, memorias, ilusiones e incluso amigos que se suponen que van a estar para toda la vida. El día que ves que crecer significa conocer cada día más gente que ya murió. El día que te des cuenta que te despides mejor que hace un año. Que ya no te sorprende que la gente desaparezca de tu vida. Ese día estás aprendiendo a decir adiós, ese día estás creciendo.

Risto Mejide


J.B.

En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencias. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdo aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.

Jacinto Benavente


Siempre hay un poco de verdad

Siempre hay un poco de verdad en cada "es broma". Una pequeña mentira en cada "no sé". Un poco de sentimientos en cada "no me importa". Y un poco de dolor en cada "estoy bien".

Greeneyes


Consejo de alguien que no tiene ni puta idea

De quien te acuerdas sin motivo,
de repente,
porque sí.

Esa es la persona
que tienes que intentar
que se quede siempre.


Puedes con todo

Permíteme que te lo diga, pero puedes con todo.

No me cuentes cuántos exámenes tienes, ni cuántas hojas tiene cada tema. Tampoco me hables del desorden de tu mesa, ni de los fluorescentes que llevas ya gastados. No me importa. ni siquiera me importa el planning que te has hecho para llegar a tiempo.

No me lo cuentes. Que me da igual. No pierdas el tiempo en eso.

Cuéntame mejor que quieres llegar a cumplir ese sueño. Y explícame que no te vas a rendir ni un solo segundo. Porque las batallas más duras están para los valientes. Valientes como tú. De nada sirve rendirse. Así que mira hacia delante, porque lo mejor aún está por venir. ¿Te lo vas a perder?

Dime que te levantas cada mañana con los ojos pegados pero que la fuerza de voluntad siempre le gana a la pereza. Y que lo días se hacen más largos que tus propios apuntes, pero que más larga será la fiesta que te pegarás cuando hayas llegado a la meta. Porque llegarás. Lo sé. Y lo sabes.

No importa el camino, ni los baches. Tampoco las horas sin dormir, ni los cabreos con tantos profesores. No. Todo eso da igual. Lo que vale es seguir adelante a pesar de cada adversidad, de cada caída. Lo importante es ser positivo, incluso cuando nada está a tu favor. Porque, tarde o temprano, lo estará. Así que, anímate y sonríe.

Cuando pienses en rendirte, recuerda por lo que estás luchando. A mi una vez me dijeron que todo esfuerzo tiene su recompensa y que, al final del camino, cuando llegas a la meta, las vistas son maravillosas, a pesar de lo dura que fue la montaña.

Recuerda que los sueños son más sueños cuando vas a por ellos.

No te rindas.


domingo, 22 de enero de 2017

¿A qué esperas?

A qué esperas. Sí, tú, no leas hacia otra parte. Mírame a las letras, que te estoy escribiendo a ti. Hoy me apetece cogerte por las solapas y sacudirte hasta despeinarte las cejas.
Que a qué esperas, digo. Que igual no te has dado cuenta, pero desde que naces se te va la vida. Que igual no te has parado a pensar, que ya estamos en tiempo de descuento.
Que el día menos pensado, alguien o algo nos dice que ya está. Que un día te vas, coño, que ese día podría ser ya.

A qué esperas. Tu miedo te está ganando la partida. Cada segundo que dejes pasar sin hacerle frente, es un minipunto que sube a su marcador. Y la remontada se hace cada vez más difícil. Y aquí no hay prórrogas, ni tanda de penaltis, ni ná de ná. Recién acaba de empezar el partido y tú ya te estás metiendo goles en propia puerta. Y aún así me dirás que pretendes empatar. 

Que a qué esperas, te digo. Y aún te vas a creer que esto no va contigo. Nadie va a venir a buscarte. Nadie vendrá a sacarte de este letargo existencial al que llamas espera. Esperar para qué. Esperar hasta cuándo. O hasta quién. Nadie está pendiente de quien no tiene nada que hacer ni mucho menos de quien no demuestra que quiere hacerlo. La espera sólo va a hacerte más viejo, más agotado, menos ágil y más lejos de lo que realmente quieres, que te recuerdo que se mueve, que avanza, se va.

No me digas que vendrán tiempos mejores. El mejor momento para hacer las cosas es ahora. No porque ahora sea mucho mejor que antes o después. Es porque es el único momento que realmente tienes. Lo demás es mentira. Lo demás vete tú a saber si volverá. Que no, que no estoy diciendo que aproveches el tiempo, sino que dejes ya de esperar. Ni carpe diem ni leches. Que espabiles. Que venga, va.

Esperar a decirle a tu vida que en realidad te van a sobrar días. Que ya se los podrían haber dado a otro. Porque tú no los piensas usar. Menudo desperdicio. Menuda decepción. Anda, aparta y deja sitio para los que vienen detrás. Porque jamás has estado sólo, porque tú y tu generación tenéis sólo una ventaja de oportunidad. Y por cierto, una edad. Estamos todos en una carrera de fondo a ritmo de sprint final: si no consigues que te persigan, te adelantarán.

Que pase un tiempo prudencial, pensarás. Malas noticias, la prudencia ha muerto. La inmadurez es el nuevo estado de las cosas. La experiencia ya no es grado, sino una cuenta atrás. Que la vida ocurre en directo, darling. Lo que llega tarde ya nadie lo escucha, ya ha pasado, ya no está. Y lo que no esté ocurriendo ahora es falso hasta que se demuestre lo contrario. Y cuando se demuestre, será en otro ahora, será en otro ya.

Con los años, además, te das cuenta de que la espontaneidad es lo único creíble, lo único real. Fíate sólo de lo que ocurra de forma espontánea y natural. De la gente que siempre dice lo que piensa, que suele ser la que no se para demasiado a pensar cómo te lo dirá. Hazlo o jamás volverás a escucha ninguna verdad.

Lo preparado es siempre fruto de alguna estrategia. O lo que es lo mismo, una conspiración. Y yo ya estoy cada vez más harto de conspirar. Creo en la gente que va de frente por la vida, la que no necesita estratagemas para triunfar. Si me quieres así, me adorarás. Y si no, eso es que nunca me has querido, ni me querrás.

Por eso, te agarro hoy por las ganas y te digo que a qué esperas. Por eso te ruego que esto no lo leas como una amenaza. Que lo leas como un subidón vital. El que me da cada vez que me digo tira millas. El que siento cada vez que veo la suerte echada, que es lo mismo que ponerla a descansar. Porque ya no dependes de ella, porque ya no la esperas, porque ya te vas.

A qué esperas. Dímelo porque cada vez estoy más convencido de estas dos frases que he dejado para el final.

Morir es dejar la vida en espera.

Vivir es decidir que la vas a buscar.

Risto Mejide




Ahora, no puedes rendirte

Sé que llevas más de media vida entre libros y apuntes, que a veces pierdes la motivación, y que el camino es difícil y terriblemente largo. Pero, por favor, no cedas. No te rindas en todas esas ocasiones en que tendrás que rechazar un plan por estudiar. Tampoco lo hagas cuando el sol entre por tu ventana, invitándote a salir a ti por la puerta. Sé que será duro escuchar el silencio de una casa en la que todos duermen mientras tú das el último repaso. Conozco de sobra esa sensación de derrota cuando le entregas todo tu tiempo, tu ilusión, tus nervios y tu capacidad a un examen que, finalmente, no sale como esperabas. Y que añoras tu tiempo libre, tus amigos, tu siesta, y que tu familia ha desarrollado el increíble poder de soportar tu carácter en exámenes. Pero ahora, no puedes rendirte.

Mucho se han quedado por el camino y te planteas un millón de veces si tu decisión ha sido correcta, si el sacrificio merece la pena, o si sería mejor haber elegido cualquier otra opción mucho más fácil. No te rindas, porque tú eres lo que este mundo necesita, porque tu capacidad de sacrificio te dará a ti un futuro mejor y a todos una sociedad mejor. Porque por mucho que a veces dudes, si llevas más de media vida formándote para esto, es porque realmente te gusta. No importa cuantas veces lo aborrezcas y reniegues de tus decisiones, estoy segura de que cada una de ellas han hecho de ti una mejor persona. No te rindas, porque sé que en mitad de esa soledad de las noches en vela y los cafés cargados, sonará el teléfono y encontrarás una voz amiga que conseguirá animarte. 

Tú también llorarás con una nota de examen, y tratarás de buscar las palabras para que los demás entiendan que para ti no es sólo un número, que detrás de esa calificación está tu esfuerzo y, sobretodo, tus sueños. Y podrás llorar un día, pero al día siguiente tienes que levantarte de nuevo y comerte el mundo. Un mundo que te pertenece. No cedas. Porque a la sombra de este proyecto está tu familia, que se siente orgullosa de ti y hace suyos tus triunfos. 

Porque ese futuro que tanto ansías llegará, más tarde o más temprano, pero llegará. Y mientras llega, disfruta de los descansos en la biblioteca, del deporte, del ratito libre en el sofá, de los detalles de tus padres para hacerte la rutina más sencilla, de los repasos con tus compañeros, de las risas entre los amigos, del chocolate y del té, de una vela nueva en tu escritorio, de sentirte identificado con otras personas, de un abrazo de ánimo y de todos esos colegas que conocerás por el camino y que nutrirán tu experiencia a través de la suya.

No te rindas. Porque vas a conseguirlo, porque aunque no lo creas, ya lo estás consiguiendo.

Dinamita en los ojos


domingo, 15 de enero de 2017

Como una flor natural

La diferencia que hay entre una mujer naturalmente sensual y una que se esfuerza por parecer sexy es la misma que existe entre una flor natural y una artificial.
Sólo en el primer caso se siente el perfume que emana su alma.


No es cuestión de kilos

Ser atractiva no es cuestión de talla,
cada caloría no es una guerra,
tu cuerpo no es un campo de batalla.
Tu valía no se mide en kilos.
Tú eres simplemente hermosa,
como cualquier otra mujer.


Valiente

Valiente es quien se arriesga a enamorarse en los tiempos que corren.
Eso sí es ser valiente, cerrar los ojos y apostar por una persona y confiar en que el corazón no se equivocará. Ser valiente es darse cuenta que aunque te equivoques por lo menos lo intentaste o lo estás intentando, ser valiente es levantarte todos los días y seguir adelante confiando en que todo salga bien, siendo positivo incluso en los días grises.
Porque amigo, no hace falta enfrentarse a un dragón para conquistar a la princesa o al príncipe, porque amigo, nadie necesita ser rescatado, solo necesitas esa valentía para darte cuenta que el amor puede no ser perfecto, seguramente es maravilloso.
Valentía es aceptar los errores de la otra persona y crecer juntos en la misma dirección, Es decir te quiero sin necesidad de esperar nada, eso sí es ser valiente...

Ciudadano 114


sábado, 14 de enero de 2017

Segundas oportunidades

Las segundas oportunidades no tienen sentido.
Es un poco como leer el mismo libro, todo muy bonito pero el final ya lo sabes y nunca cambiará.


Buscaré aguas más pacíficas

"Esta soy yo de regreso a casa después de audicionar para King Kong, en donde se me dijo que era demasiado "fea" para el papel. Fue un momento decisivo en mi vida y carrera. Fue un momento decisivo en mi vida y carrera. Esta simple pero brutal opinión podría bien destruir mis sueños de convertirme en una actriz o forzarme a recoger mi dignidad y echa adelante con mayores fuerzas creyendo en mí misma.
Respiré profundo y respondí "Siento que esa sea su opinión, pero es solo una en un mar de miles. Y yo buscaré aguas más pacíficas"
Hoy tengo 18 Oscars".

Meryl L. Streep


Globos de Oro 2017

"Mientras yo estaba cantando, bailando y tocando el piano, y viviendo una de las mejores experiencias que jamás he tenido en una película, mi mujer estaba criando a nuestra hija, embarazada de nuestra segunda hija y tratando de ayudar a su hermano en su batalla contra el cáncer. 
Si ella no hubiera cargado todo ese peso sobre sus hombros para que yo pudiera vivir esta experiencia, seguro que sería otra persona quien estaría hoy aquí arriba. Así que, cariño, gracias. A mis hijas, Amanda y Esmeralda, os quiero".

Ryan Gosling




Es nuestro cuerpo

Si el día de mañana las mujeres se despertaran convencidas de que les gusta su cuerpo, ¿te imaginas todas las empresas que quebrarían?


Gracias a ti

Después de tantas caídas aprendes que a la única persona que debes dar las gracias es a ti.
A ti con tus miedos, a ti con tus sueños, a ti con tus heridas, pero especialmente a ti y a la fuerza que te caracteriza.


Cuando no puedas dormir

- Cuando no puedas dormir, haz como si...

- Como si, ¿qué?

- Como si todo fuera bien, como si estuvieras en un lugar de ensueño, puedes cambiarlo según te apetezca: a la sombra de un árbol en medio de una llanura, a la orilla de un río o del mar, o en la habitación de tu infancia, lo importante es que el lugar sea tranquilo. Luego imagínate al lado a la persona que más te guste, o a nadie si prefieres estar sola.

- Y ¿luego?

- Luego tararea en la cabeza una melodía que te guste, o concéntrate en un ruido que te reconforte, como el soplo de la brisa, el chapoteo de las olas, la lluvia que cae sobre las ventanas...

Los límites de nuestro infinito
Marc Levy


Un plus

"¡Me dan ganas de sacudirte como a un ciruelo para sacarte de tu maldita rutina! No se comparte la vida con alguien porque sea amable, sino porque te hace vibrar, reír, porque te arrastra sin retenerte, porque lo echas de menos aunque esté en la habitación de al lado, porque sus silencios te hablan tanto como sus conversaciones, porque le gustan tus defectos tanto como tus virtudes, porque cuando por la noche, antes de dormir tienes miedo de la muerte, lo único que te tranquiliza es imaginar su mirada, el calor de sus manos. Por todo eso construyes tu vida con alguien, y si ese alguien es amable, pues fantástico, es un plus, ¡pero sólo un plus!"


viernes, 6 de enero de 2017

No lo es

Mucha gente está sola porque cree que el amor tiene que ser perfecto, y no lo es.


Lo que nos hace felices

Porque de vez en cuando en vez de hacer lo correcto, merecemos hacer lo que nos hace felices.


Los regalos

No olvides que el regalo no es el objeto en sí. El regalo siempre, siempre, siempre, son las manos de quien lo entrega.


¡Feliz día de los Reyes Magos!

Feliz día a todos aquellos que aún nos brillan los ojos, a los que seguimos sorprendiéndonos, a los que hacemos posible que éste sea un día lleno de magia e ilusión.
Y con los regalos de los Reyes Magos en la mano, 
despedimos la Navidad este año.


A qué esperas

A qué esperas. Tu miedo te está ganando la partida. Cada segundo que dejas pasar sin hacerle frente, es un minipunto que sube a su a su marcador. Y la remontada se hace cada vez más difícil. Y aquí no hay prórrogas, ni tanda de penaltis, ni de ná de ná. Recién empezado el partido y tú ya te estás metiendo goles en propia puerta. Y aún así me dirás que pretendes empatar.

Que a qué esperas, te digo. Y aún te vas a creer que esto no va contigo. Nadie va a venir a buscarte. Nadie vendrá a sacarte de este letargo existencial al que llamas espera. Esperar a qué. Esperar hasta cuándo. O hasta quién. Nadie está pendiente de quien no tiene nada que hacer ni mucho menos de quien no demuestra que quiere hacerlo. La espera sólo va a hacerte más viejo, más agotado, menos ágil y más lejos de lo que realmente quieres, que te recuerdo que se mueve, que avanza,  se va.

No me digas que vendrán tiempos mejores. El mejor momento para hacer las cosas es ahora. No porque ahora sea mucho mejor que antes o después- Es porque es el único momento que realmente tienes. Lo demás es mentira. Lo demás vete tú a saber si volverá. Que no, que no te estoy diciendo que aproveches el tiempo, sino que dejes ya de esperar. Ni carpe diem ni leches. Que espabiles, que venga, va.

Esperar es decirle a tu vida que en realidad te van a sobrar días. Que ya se los podrán haber dado a otro. Porque tú no los piensas usar. Menudo desperdicio. Menuda decepción. Anda, aparta y deja sitio para los que vienen detrás. Porque jamás has estado solo, porque tú y tu generación tenéis sólo una ventana de oportunidad. Y por cierto, una edad. Estamos todos en una carrera de fondo a ritmo de sprint final: si no consigues que te persigan, te adelantarán.

Que pase un tiempo prudencial, pensarás. Malas noticias, la prudencia ha muerto. La inmediatez es el nuevo estado de las cosas. La experiencia ya no es un grado, sino una cuenta atrás. Que la vida ocurre en directo, darling. Lo que llega tarde ya nadie lo escucha, ya ha pasado, ya no está. Y lo que no esté ocurriendo ahora es falso hasta que no se demuestre lo contrario. Y cuando se demuestre, será en otro ajora, será en otro ya.

Con los años, además, te das cuenta de que la espontaneidad es lo único creíble, lo único real. Fíate sólo de lo que ocurra de forma espontánea y natural. De la gente que siempre dice lo que piensa, que suele ser la que no se para demasiado a pensar cómo te lo dirá. Hazlo o vivirás siempre colgado de un artificio. Hazlo o jamás volverás a escuchar ninguna verdad.

Lo preparado es siempre fruto de alguna estrategia. O lo que es lo mismo, una conspiración. Y yo ya estoy cada vez más harto de conspirar. Creo en la gente que va de frente por la vida, la que no necesita estratagemas para triunfar. Si me queréis así, me adorarás. Y si no, eso es que nunca me has querido, ni me querrás.

Por eso, te agarro hoy por las ganas y te digo que a qué esperas. Por eso te ruego que esto no lo leas como una amenaza. Que lo leas como un subidón vital. El que me da cada vez que me digo tira millas. El que siento cada vez que veo la suerte echada, que es lo mismo que ponerla a descansar. Porque ya no dependes de ella, porque no la esperas, porque ya te vas.

A qué esperas. Dímelo porque cada vez estoy más convencido de estas dos frases que dejado para el final.

- Morir es dejar la vida en espera.

- Vivir es decidir que la vasa a buscar.

Risto Mejide






miércoles, 4 de enero de 2017

Con clase

El hecho de que siga sonriéndote, no significa que no sé lo que dices y piensas de mí. Sólo significa que me importa una mierda... Pero con clase.



Terminar con una sonrisa en la boca

La intimidad no sólo comienza en la alcoba, sino en una simple conversación del día a día, en una mirada, en el aroma del otro, en el sonido de su voz, cada detalle puede apreciarse como un gesto tentador, insinuante, excitante. Es saberse dueños de las caricias más privadas, y así mismo, enfrentar juntos a los demás aspectos de la vida porque saben ser cómplices.
No hay nada tan agradable como estar en una relación en la que ambos viven sin temores, resistencias ni tabúes, ya que ayuda a disfrutar de una sexualidad más plena. Las fantasías son la sal de la vida, diviértanse, jueguen, exploren y recuerden los límites, es cualquier cosa con la que ambos se sientan cómodos, sobre todo, si terminan con una sonrisa en la boca.


Esa soy yo

Yo no tengo precio, pero valgo y mucho.
Yo no me vendo ni me regalo, yo elijo a quien dar mi tiempo y no desperdicio ni una palabra, ni un minuto con quien vive solo y exclusivamente para sí mismo. 
Me encanta compartir, intercambiar, dialogar e incluso arriesgar en algunos casos, pero no cho contra molinos de viento.


Eras prestado

Sabía que eras prestado, pero no imaginé que devolverte doliera tanto.


¡Un brindis por la vida

El brindis que voy a hacer en año nuevo estará dedicado a mí.
A la persona que soy, a mis sueños, a mis ideas, a los sacrificios, a todo lo que he tenido y he perdido, a lo que en el camino he encontrado.
Haré un brindis por mí, por todo el bien que he hecho y el que he recibido. Un brindis por la vida, que en cualquier caso vale la pena ser vivida, por todo lo que no tengo y que me gustaría tener, por todo lo que inesperadamente se me ha dado.
Esto es lo que haré, solo un brindis. ¡Un brindis por la vida!


Soy yo misma

Últimamente me dicen: 

"Eres demasiado altruista, demasiado solitaria, siempre eres demasiado sincera o eres demasiado impulsiva o demasiado racional, eres a menudo demasiado melancólica, realmente eres demasiado frágil...".

Y yo respondo:

"Soy demasiado yo misma, no hay tiempo suficiente para ser otra persona".